Las escapadas a islas son una de las opciones más seductoras cuando se buscan destinos templados donde disfrutar del sol. Y el Mediterráneo tiene miles de islas, de todos los tamaños y texturas, pertenecientes a distintos países, con playas de arena o de roca, pueblos encaramados sobre colinas o asomados a puertos históricos. Escoger una de ellas puede ser una tarea bastante entretenida, por eso vale la pena echar un vistazo a la concienzuda clasificación elaborada por Musement, la plataforma de reserva de actividades en destino.
Fuente: Viajes National Geographic
La lista incluye 30 islas con más de 5000 habitantes a partir de media docena de factores de interés para el viajero: las atracciones y cosas que hacer, los enclaves declarados Patrimonio de la Humanidad, las playas con Bandera Azul, el presupuesto medio para una semana, las horas de sol y la temperatura del agua durante los meses de verano. La metodología empleada en el estudio es de las más completas por las fuentes de información que se han utilizado y por el baremo aplicado. De entrada se partió de las 56 islas mediterráneas con una población superior a 5000 habitantes y a cada una se le otorgó una puntuación de 0 a 100 para cada uno de los 6 factores analizados. El resultado, del 10 al 1, son estas islas del Mediterráneo ideales para una escapada también cultural.
ZANTE (GRECIA)
La playa del Naufragio es la más famosa de esta isla del archipiélago de las Jónicas, pero no la única ni mucho menos. A pesar de su cercanía a Corfú, Zante se ha hecho un hueco entre las mejores islas del Mediterráneo gracias a su combinación de playas, enclaves culturales (monasterios de Anafonitria y de Panagia Skopiotissa, el castillo veneciano de Bohali y la iglesia de Agios Dionysios) y a su animada vida nocturna.
YERBA (DJERBA), TÚNEZ
La pequeña isla tunecina es un pequeño mundo en la costa norteafricana. Aparece entre las diez islas más recomendables del Mediterráneo por sus playas de arena dorada, la buena oferta económica y su patrimonio cultural. En este último grupo destaca el núcleo de calles encaladas de su capital, Houmt Souk, las innumerables mezquitas que pueblan la isla, el fuerte de Borj El Kebir (siglo XIII) y la cerámica típica, que puede adquirirse en los coloridos mercados. Djerba aparece en La Odisea de Homero como la isla en la que Ulises se refugió tras huir de los cantos de las sirenas.
CEFALONIA (GRECIA)
La mayor de las islas Jónicas tiene playas de ensueño como la de Myrtos, un parque nacional perfecto para dar cortas o largas caminatas, pueblecitos tradicionales con tabernas en las que saborear la comida isleña y una cueva, la de Melissani, que parece salida de un cuento. También mucha cultura e historia, como el Monasterio de Kipoureon, fundado en el siglo XVII y con una ubicación realmente asombrosa: sobre una roca a 90 metros del nivel del mar.
MALTA
Este archipiélago formado por tres islas principales tiene una de las ciudadelas medievales más impresionantes del mundo: La Valeta, fundada por la orden de San Juan en el siglo XVI. Su visita resulta esencial para entender la historia de esta república insular, situada al sur de Sicilia. Pero Malta, Gozo y la pequeña Comino cuentan con otros muchos atractivos. Para empezar sus playas y acantilados con arcos de roca y cuevas en las que es posible adentrarse a remo. También alberga ciudades históricas, restos de una antigua civilización mediterránea y multitud de actividades para todo tipo de visitantes.
MALLORCA
Desde el mirador de Es Colomer, el cabo Formentor se estira hacia el este, apuntando hacia donde nace el sol. Es uno de los rincones más asombrosos de la costa mallorquina, una isla que maravilla por su diversidad de paisajes: desde las crestas de la Serra de Tramuntana (declarado Paisaje Cultural por la Unesco) hasta las salinas de Es Trenc, o desde la monumental catedral de Palma hasta pueblecitos tradicionales de playa o de montaña como Sóller, Santanyí, Deià o Valldemossa.
RODAS (GRECIA)
La isla de Rodas, en el archipiélago griego del Dodecaneso, es uno de los enclaves más legendarios del Mediterráneo oriental. Los caballeros de la orden de San Juan hallaron refugio en ella cuando fueron expulsados de Jerusalén. Fortificaron la ciudad de Rodas (Patrimonio Mundial por la Unesco) y construyeron un castillo en Lindos. Se sitúa en el número 6 de la lista por su cantidad de playas con Bandera Azul y las horas de sol que acumula durante el verano.
CERDEÑA (ITALIA)
La cala Goloritzé, con su aguja rocosa y los acantilados a la espalda, es una de las más bonitas de esta isla, la segunda más grande del Mediterráneo. Cerdeña se halla entre las cinco mejores islas por sus numerosas playas de aguas cálidas y cristalinas, así como por las posibilidades de caminatas, de paseos en kayac y buceo, también por la oferta de alojamientos y restaurantes y, claro, por sus enclaves Patrimonio de la Humanidad.
CHIPRE
Repartida entre Grecia y Turquía, la isla donde se cuenta que nació la diosa Afrodita es la segunda del Mediterráneo que tiene más playas con Bandera Azul. Explorar la isla incluye su costa y también sus poblaciones, algunas con vestigios de la Grecia clásica, romanos o venecianos como Famagusta o la capital, Nicosia.
CRETA (GRECIA)
La ciudad minoica de Cnosos es la joya arqueológica de la mayor de las islas griegas. Según la clasificación de Musement, Creta lidera las islas con playas con Bandera Azul pero también ofrece un gran abanico de propuestas en la categoría de «cosas que hacer». La caminata por las gargantas de Samaria, la visita a monasterios ortodoxos o el paseo por los puertos de Heraklion y Chania se pueden combinar con almuerzos o cenas en agradables restaurantes con vistas al mar.
SICILIA
Sicilia lidera esta clasificación de las mejores islas del Mediterráneo por su combinación de naturaleza, cultura, historia, buen tiempo, playas, enclaves Patrimonio de la Humanidad y actividades. Lo ideal en un viaje que la recorra entera es empezar por Palermo, atravesar el interior montañoso de pueblos silenciosos, alcanzar la costa sur y contemplar las vistas del monte Etna desde el anfiteatro de Taormina y, por último, visitar las islas Eolias.