El movimiento de las mujeres y diversidades se movilizó masivamente, una vez más, este 3J –el primero de la era Milei- , siendo miles quienes frente al Congreso gritaron “con hambre, odio y racismo colonial no hay Ni Una Menos” y “Abajo la Ley Bases y el DNU”, las consignas de esta décima marcha.
Ya sea encolumnadas bajo las banderas de sus sindicatos u organizaciones, en grupo de amigues, con sus madres o hijes o “sueltas”; las y les integrantes de la marea feminista se volvieron a expresar en todo el país con epicentro en el Congreso Nacional, donde está en tratamiento una mega ley y un mega decreto fuertemente regresivos para los derechos de este colectivo y cuyo rechazo fue uno de los principales reclamos de esta manifestación.
Otro de los ejes fue la exigencia de justicia por el triple lesbicidio de Barracas y la asistencia a la única sobreviviente así como políticas activas para combatir los discursos de odio que están a la base de este tipo de ataques.
“Me parece muy importante nombrarnos porque siempre son las lesbianas las que son desaparecidas, las que son violentadas. Dejemos la careta de lado y empecemos a nombrar porque lo que no se nombra, no existe. Y la realidad es que estas pibas eran lesbianas pobres que vivían hacinadas como muchas otras y estos casos no forman parte de ninguna agenda”, dijo a SomosTélam Linter Campos de la Asamblea de lesbianas Autoconvocades por la Masacre de Barracas tras dejar a un lado el megáfono con el que hasta hacía segundos estaba gritando a brazo partido “¡Mataron a tres lesbianas con dos bombas molotov mientras dormían!”
“Lo que sucedió en Barracas fue el último eslabón de una cadena de discursos de odio que se están gestando hace rato y por eso ganó Milei. Son discursos que pueden desencadenar, como en este caso, que asesinaran a tres compañeras lesbianas”, dijo.
Entre las feministas históricas que participaron del acto desafiando el frío y los años, se contaron Nelly Minyersky y Nina Lugo.
“Estar acá es un compromiso de honor en un momento muy complicado de nuestra historia, que a veces nos deja perplejas. Ante estas nuevas derechas nos preguntamos ¿estarán agonizando que están tan crueles? No podemos quedarnos en casa porque poder estar, hablar, decir es lo que nos ayuda a seguir viviendo”, dijo Minyersky a Somos Télam mientras sostenía, de sentada, su bastón.
Por su parte, Yanina Waldhorn, de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, sostuvo que “los reclamos que nos llevaron a las calles en 2015 siguen totalmente vigentes, más en este contexto de crueldad”.
“A partir del 20 de diciembre del 2023 hay un resurgimiento de las asambleas y esta vuelta a salir a las calles con fuerza, no es sin los feminismos y los transfeminismos de los últimos años, sin duda”, afirmó Fernanda, de la Asamblea Autoconvocada de Boedo.
Algunas de las personas presentes llevaban colgado en su cuello la foto de una hija, sobrina, amiga, madre, tía víctima de femicidio, como es el caso de Gustavo Mellman.
“Siempre trato de hacer presente a mi Naty querida y estoy acá porque acompaño al movimiento de mujeres en la lucha por más igualdad y como hombre siento la necesidad de convocar a otros hombres a empezar a pensar de otra manera”, dijo.
“Nosotros, desde la vivencia, sabemos perfectamente cómo se sufre y cómo destruyen también a una familia cuando asesinan a alguien como mi Naty, que tenía 15 años cuando le arrebataron todos sus sueños. Participar de estas luchas nos trae algo de alivio”, agregó.
Cintia López, de Villa Lugano, concurrió con la foto de su prima Adriana Regueira colgando de su cuello desde una cartulina donde además se describen detalles del caso ocurrido en el 2000 y que le valió al femicida solo dos años de cárcel por haber sido calificada su acción homicida como mediada por una emoción violenta y a pesar de que dejó a dos niños sin madre, uno de ellos, testigo del crimen con sólo dos años de edad.
“Prácticamente el crimen quedó impune y él sigue libre como si nada. Quizás si hace 24 años hubiera existido toda esta revolución feminista, ella habría tenido un poquito más de apoyo y él estaría todavía tras las rejas. Mucho ha cambiado, pero todavía seguimos siendo vulnerables las mujeres en ciertos aspectos”, dijo.
En cuanto a las organizaciones sindicales, políticas y sociales que movilizaron se cuenta la CGT, la CTA, UTEP, ATE, CTERA, Frente Patria Grande, Partido Obrero, La Cámpora, PTS, Pan y Rosas y Las Rojas, entre otras.
En las primeras filas del público estuvieron dirigentes políticas como las diputadas nacionales Mónica Macha, Natalia Zaracho y Romina del Pla, así como las referentes de izquierda Manuela Castañeira y Valentina Biassi.
“Este 3 de junio las trabajadoras feministas organizadas volvemos a las calles, donde nos reivindicamos como sindicalistas, porque estamos convencidas de que la organización colectiva es la única manera de enfrentar al gobierno de estos insensibles que siempre atacaron a la clase trabajadora, pero que nos afecta particularmente a las mujeres y disidencias”, dijo Carla Gaudensi, secretaria general de la FATPREN.
Eva tiene sólo 14 años, pero desde el primer NUM, cuando tenía solo 5 años, viaja con su madre Liz desde Haedo para participar de cada movilización del 3J. Las dos llevan pegadas a sus mochilas una lámina violeta escrita a mano con mensajes alusivos a la fecha.
“Yo la convencí de venir porque disfruto de estar acá, me siento cómoda y quiero expresarme contra el triple lesbicidio porque además participo de Jóvenes y memoria donde estamos viendo la normalización de los discursos de odio”, dijo la adolescente que además contó con preocupación que en su curso hay varios compañeros “neonazis y negacionistas”.
En la movilización estuvieron presentes también con un gazebo propio el Plenario de Trabajadores Jubilados.
“Muchos de nosotros somos mujeres, la mayoría cobramos la mínima y la estamos pasando muy mal porque además nos faltan bocha de derechos por los que luchamos”, dijo a Somos Télam, Liliana Carsi.
En particular rechazaron la propuesta oficial de eliminación de la moratoria jubilatoria que afecta en particular a las mujeres por ser víctimas de una “doble opresión: o trabajás dentro de casa y no te pagan” un sueldo y, por lo tanto, no te hacen aportes, “o trabajás fuera de casa y te pagan poco, te explotan pero además no te hacen los aportes”, con lo cual la posibilidades de jubilarse son muy bajas.
“Vinimos con nuestras ollas vacías porque es lo que nos representa hoy por la falta de alimentos en nuestros comedores donde cada vez se nos junta más gente pero tenemos menos para repartir, y por eso hemos tenido que reducir los días y de tres días a la semana, pasamos a abrir solo uno”, dijo a Somos Télam María, cocinera de un comedor de Esteban Echeverría quien se manifestó, junto a otras compañeras, con sus delantales y gorros de cocina junto a grandes cacerolas sin nada adentro.
Un grupo de activistas travesti-trans llegaron detrás de una enorme bandera con la inscripción “columna Diana Sacayán-Lohana Berkins”.
“Recuerdo estar con ellas, participamos en el primer Ni una Menos con nuestros carteles de ‘Basta de travesticidios’. Siempre estuvimos, aunque con nuestras demandas específicas como la lucha contra los crímenes de odio travesti trans y contra la violencia machista dirigida no solo a las mujeres cis sino a las trans, travesti, lesbianas y todas aquellas personas que nos salimos de la cis hetero norma”, dijo a Somos Télam la activista trans Florencia Guimaraes.
“¿Cómo no estar acá visibilizando y denunciando las violencias estructurales que históricamente atravesamos las travestis pero también muchas mujeres, en el actual contexto de un gobierno nacional neofascista, de un gobierno de hambre, ajuste, represión, muerte y tortura”, agregó.
Poco a poco, las columnas fueron confluyendo hacia el palacio legislativo, donde después de las 16:30 se leyó colectivamente un pronunciamiento de la Asamblea de Lesbianas Autoconvocadas por la Masacre de Barracas, antes de proseguir con el documento de la marcha. Y todo ocurrió sobre un escenario de espaldas al Congreso y con un enorme retrato de Norita Cortiñas, sonriendo, a sus pies.
“Estamos viviendo un momento de profundos ataques al conjunto de nuestro pueblo. El Gobierno de Milei instauró la crueldad y el odio como política de Estado. La violencia del Gobierno de Milei es social, es económica y es política. Ante eso respondemos: ¡seguimos en las calles y movilizades! Seguimos gritando: ‘Ni una menos, vivas libres y desendeudadas nos queremos. ¡Fuera el FMI!’”, dijeron.
En relación al triple crimen incendiario de Barracas, reclamaron “justicia por Pamela, Roxana y Andrea, asesinadas cruelmente con dos bombas molotov por ser lesbianas” y exigieron al gobierno porteño “soluciones reparatorias para Sofía, sobreviviente de la masacre”.
“Condenamos los femicidios, lesbicidios, travesticidios, transfemicidios y transhomicidios que se incrementan día a día y el violento accionar del poder judicial misógino y denunciamos el cerco mediático. Nos seguimos preguntando ¿dónde está Tehuel de la Torre?”, dijeron.
También se expresaron contra el hostigamiento a militantes de derechos humanos, la persistencia del ‘chineo’ en algunas regiones del país, “el aumento de la violencia institucional hacia las trabajadoras sexuales”, el desalojo de mujeres con hijos pequeños de un local de la Villa 31, así como “la persecución a personas en situación de calle y trabajadores de la economía popular”.
“Exigimos celeridad en la investigación por abuso sexual que involucra al intendente de la Matanza Fernando Espinoza y resguardo a la denunciante”, dijeron en otro de los párrafos de un documento de cinco páginas.
Además, responsabilizaron al gobierno nacional y sus seguidores porque “los ataques hacia la comunidad LGBTIQ+ se hayan incrementado”, como consecuencia de “los discursos y actos de odio” que desde allí se promueven.
“Exigimos la sanción de la ley de reparación histórica y (…) el tratamiento de la Ley de Protección Integral de las Características Sexuales que prohíbe intervenciones quirúrgicas sin consentimiento. Exigimos absolución de nuestra compañera lesbiana Pierina Nochetti, procesada por preguntar ¿dónde está Tehuel?”, dijeron.
Por otro lado, repudiaron “el protocolo anti protesta de Bullrich”, la “baja de la edad de punibilidad” y los proyectos de ley “de reiterancia” y de “libre portación de armas”; todo lo cual representa “más violencia hacia nosotres”.
Además de rechazar “el despliegue represivo y persecutorio” que acompaña al “plan motosierra”, denunciaron que el gobierno también es “responsable de agravar la crisis social promoviendo los despidos, el ajuste y recortando los programas sociales”.
“El gobierno (…) hostiga a los movimientos sociales y piqueteros, a sus militantes y a sus dirigentes acusándolos de extorsionadores mientras tienen guardados y sin entregar 5 millones de kilos de alimentos(…) Esta política de hambre expresa una política genocida”, dijeron.
En ese sentido, recordaron que “la pobreza llegó al 55% y la indigencia al 18% de la población” y que, a pesar de que “el 69% de los niñas, niños y adolescentes en la Argentina son pobres”, el presupuesto destinado a la niñeces cayó un 75% y las jubilaciones se recortaron entre un 24% y un 37%.
“Las políticas destinadas al cuidado fueron desfinanciadas. Solo 7 de las 43 principales políticas de cuidados se mantienen vigentes”, agregaron.
Adicionalmente, denunciaron “la persecución a madres protectoras y adultes referentes” de niñeces víctimas de abuso sexual”, al tiempo que exigieron “la aplicación e implementación de ESI laica y científica en todo el país”.
Además, proclamaron “el derecho a decidir sobre los propios cuerpos y proyectos de vida” y repudiaron “los discursos cis heterosexistas, misóginos, machistas, pregnados por el fundamentalismo religioso del Gobierno Nacional y sus aliadxs y cómplices” que intentan reabrir debates ya saldados “y promueven acciones violentas”.
Ademas, exigieron “el acceso efectivo a métodos anticonceptivos de manera gratuita y la efectiva implementación de la Ley de IVE sin barreras en todas las provincias”; así como “la compra, producción y distribución de mifepristona, misoprostol”.
Por otro lado rechazaron la Ley bases por machista, antiobrera, antipopular y neocolonial”.
“Nos preocupa especialmente la derogación de la moratoria previsional, por la cual miles de mujeres pudieron acceder a una jubilación. Sin la moratoria, 9 de cada 10 mujeres no van a poder jubilarse”, agregaron.
Además, condenaron el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, la privatización de empresas públicas, el desguace del INCAA y del INTI, así como el silenciamiento e intento de cierre de Télam y del Inadi.
Por otro lado, denunciaron que “15.000 trabajadorxs estatales” fueron despedidos en los últimos 6 meses sin respetar las leyes de cupo y a pesar de que ellos “garantizan políticas públicas fundamentales”.