La carta de Hogwarts o el Mapa del Merodeador se han convertido en algunos de los objetos más icónicos de la saga de libros y películas de ‘Harry Potter’ y ‘Animales Fantásticos’ gracias al trabajo de orfebrería de Minalima, la pareja de diseñadores gráficos que se encargó de darles vida.
La historia de Minalima, como la de Harry Potter, también comenzó con una carta. En 2001, el joven brasileño Eduardo Lima se trasladó a vivir al Reino Unido y, animado por una amiga común, escribió a Miraphora Mina con el objetivo de “saber más sobre la industria del cine en Londres” y tomarse un café que, finalmente, acabó en una relación “mágica, creativa y natural” de más de dos décadas y se consagró con su estudio en la capital británica, donde recibe a EFE para una entrevista.
Al conocerse, los ‘Minalima’ -que proviene de la unión de sus dos apellidos- sintieron una “chispa” profesional instantánea y Miraphora invitó a Eduardo a trabajar con ella en el diseño gráfico de la película de ‘Harry Potter y la Cámara Secreta’, convirtiéndose así en los “padres” de miles de pequeños objetos que han conseguido trascender la pantalla y convertirse en auténticos tesoros para los seguidores de la saga.
Mientras que Lima destacaba por su buen ojo con los colores y el pensamiento visual, Mina aportaba su experiencia con el trabajo manual, aportándose mutuamente, pero si hay una seña de identidad presente en todo el imaginario visual del mundo de ‘Harry Potter’ y todos los proyectos posteriores de Minalima es, sin duda, su obsesión por el detalle.
Conjugar el diseño y la amplitud del mundo de ‘Harry Potter’
“Cada detalle tiene mucha información en él, incluso cosas que pueden parecer absurdas, pero es la suma de todas esas partes la que te hace sentir que es un mundo real y auténtico. Ningún detalle sobra. Y esa es nuestra metodología para todo”, comenta Mina, que trata de encontrar siempre la tipografía y técnica de impresión adecuada para cada trabajo.
En lo referente a la saga de ‘Harry Potter’, cuentan que fue la propia Mina la que escribió a mano la célebre carta de Hogwarts que tantos esperan recibir algún día; mientras que la propaganda rusa de los años 20 inspiró el diseño del diario mágico ‘Daily Prophet’ y los “diseños incongruentes” de los años 70 sirvieron como base para crear el empaquetado zafio de la tienda de los Weasley, uno de los proyectos más difíciles a los que se enfrentaron, confiesan.
“Nunca debes diseñar basándote en si es bonito, sino preguntándote el porqué”, dice Mina, que explica que, en las películas, cada objeto encierra el trabajo colaborativo de numerosos equipos y nada está hecho al azar, pues los materiales, las texturas o los colores son “piezas de información” que permiten informar y generar respuestas emocionales en la audiencia.
Por ese motivo, los Minalima se sienten agradecidos por haber tenido “toda la libertad” -dentro de los márgenes del cine- para dar vida a objetos como el favorito de ambos, el Mapa del Merodeador, aunque también confiesan haber tenido momentos de crisis con algunos “fallos ortográficos” que, fruto del frenético ritmo de trabajo, acabaron saliendo en las películas y que retan a los espectadores a encontrar.
Tras más de dos décadas de labor conjunta la complicidad entre ambos es evidente y Eduardo dice sentirse como si le hubiese “tocado la lotería dos veces” por poder trabajar con Miraphora y haber creado con ella el imaginario de ‘Harry Potter’, pero el reto de los Minalima ahora es conseguir quitarse esa etiqueta y empoderar su propia marca personal explorando nuevos horizontes y plataformas.
‘House of Minalima’, el fruto
Lo que comenzó con ellos dos solos, ahora se ha materializado en ‘House of Minalima’, una tienda-estudio en el barrio londinense de Soho en el que emplean a más de 60 personas y donde la dupla creativa se siente como si fuesen todavía “niños jugando” y expone gran parte de sus trabajos.
“Al crecer tanto el negocio, nosotros tenemos menos posiblidad de estar involucrados. Podemos estar en el inicio de los procesos, pero no seguirlos de la A a la Z como en los inicios”, dice Miraphora sobre los proyectos en los que se encuentran inmersos desde su estudio, a lo que Eduardo añade que es maravilloso ver cómo, especialmente los más jóvenes de su equipo, crean, aprenden y les enseñan a diario.
La próxima aspiración de Minalima es crear “pequeñas embajadas” de la tienda londinense en diferentes partes del mundo y seguir trabajando en proyectos tan ambiciosos como la zona temática de ‘Harry Potter’ que abrirá en 2025 en el parque temático ‘Universal Epic Universe’ en Orlando (EE.UU.), que les ha llevado 4 años de trabajo y que, según adelantan, “es maravillosa y está llevada a otro nivel”.
Aunque, sobre todo, después de ayudar a otros a contar sus historias, Minalima quiere empezar a contar las suyas propias desde cero y, tras ilustrar los tres primeros libros de ‘Harry Potter’ y una serie de clásicos literarios, tienen claro que quieren hacerlo en papel, porque las joyas de estos orfebres del diseño son para tocarlas, sentirlas y olerlas.