El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, inauguró hoy en Olavarría la base de respuesta inmediata de la Zona Interior Centro, que contará con 100 efectivos especialmente entrenados para combatir la narcocriminalidad, donde destacó la «transformación» que llevó a cabo su administración en materia de seguridad.
Acompañado por el intendente Maximiliano Wesner, el mandatario bonaerense también entregó tres camionetas y ocho motos destinadas a la base y mantuvo una reunión con productores locales en el marco de las actividades que comenzarán el 29 de agosto en el distrito por el «mes de la industria».
Esta División de Respuesta Inmediata (DRI) de la UTOI tendrá un despliegue de 100 efectivos y fue dotada con tres nuevas camionetas y ocho motos para combatir la narcocriminalidad de la zona. La sede, ubicada en las inmediaciones de la Avenida Pringles y Coronel Suárez, fue recuperada por el municipio y acondicionada con espacios de descanso, comedor, sala de estar, oficinas y otras dependencias.
En su discurso, el economista destacó que su administración lleva adelante “una transformación profunda en la policía provincial” tras haberla recibido “diezmada desde el punto de vista del personal y mal remunerada”.
Posteriormente, Kicillof rememoró que los efectivos policiales “no tenían chalecos antibalas, municiones, ni prácticas de tiro”, recordó que “no había capacitación y las armas tampoco funcionaban” y apuntó que “tampoco había tecnología: los patrulleros no tenían GPS, no se seguían desde un centro de control y comando”.
Explicó que, cuando asumió, existían 790 patrulleros en toda la provincia que eran “chatarra”, destacó que la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) tenía 636 agentes y planteó que su gestión re equipó y reconstruyó a la fuerza “con una inversión récord”.
Así, contó que se adquirieron 5.200 patrulleros y se formaron dos cuerpos específicos: “el de la UTOI, con 8.000 agentes desplegados en todo el territorio, y el cuerpo de Policía Rural, que no tenía ni un reclutamiento ni una formación específica”.
Consideró que, pese a que desde la oposición afirmen que él no habla de seguridad, en verdad prefiere inaugurar bases “en toda la provincia” y “trabajar con planificación e inversión” en lugar de contestar “con frases de impacto”.
“Hemos hecho una estación de policía en cada distrito, juntando y unificando todos los cuerpos para que haya un solo plan de seguridad, órdenes integradas y trabajando en conjunto con los intendentes”, graficó el economista.
Por otra parte, al referirse al encuentro que mantuvo en el distrito con empresarios y productores de diversos sectores, Kicillof remarcó que “el gobierno nacional no tiene interés por la industria y paró toda la obra pública”.
“A eso se suma la caída de la actividad privada como consecuencia de la caída de los salarios y las jubilaciones”, dijo y puso de relieve que “el desplome en la producción y el salario tiene características de catástrofe”.
Sostuvo que “el ajuste implementado por el presidente Javier Milei fue para el pueblo: no fue ni para la casta, ni para la política, fue para los trabajadores, para las pymes y los jubilados” y señaló que cuando se opone al DNU 70 y a la Ley Bases es porque se opone al ajuste y para defender a la producción y el trabajo”.
“Venimos administrando con mucha conciencia y rigor los recursos de la provincia, pero decidimos no parar la obra pública. Las agresiones (del gobierno de La Libertad Avanza) pueden ser contra mí, pero créanme que yo no tengo problema: el problema es que le saquen el sueldo a los docentes, que le saquen los subsidios al transporte, que paren las obras”, enfatizó el gobernador y finalizó: “Vamos a dar pelea porque nuestra obligación es que los pibes vayan a la escuela, que haya rutas y mejor seguridad y salud”.