Los visitantes pueden utilizar la lista oficial de los pueblos más bellos de Italia para crear un itinerario alejado del turismo masivo de las ciudades. Este tipo de viaje, más lento y pausado, contribuye a la lucha por la supervivencia de las comunidades rurales.
Venecia ha impuesto una tasa de entrada, Florencia ha prohibido nuevos Airbnbs y el transporte público de Roma está abarrotado. El turismo masivo está afectando a las ciudades italianas y el resultado es una experiencia estresante para quienes pasan allí sus vacaciones.
La buena noticia es que, para disfrutar de obras de arte magistrales, una excelente gastronomía o una dinámica escena cultural, no hay por qué limitarse a las ciudades. Italia cuenta con una asociación sin ánimo de lucro, llamada ‘I Borghi più belli d’Italia’ (‘Los pueblos más bonitos de Italia’), que protege y preserva el patrimonio de las aldeas del país.
Los visitantes pueden utilizar esta lista para crear un itinerario alternativo alejado de las multitudes. Este tipo de viaje, más lento y pausado, apoya la lucha por la supervivencia de las comunidades rurales. Estos son algunos de los pueblos de la lista.
El vibrante arte callejero de Dozza
Cerca de la ciudad de Bolonia (que un residente describió recientemente como «el infierno de los turistas«), Dozza es un pueblo de unos 6.000 habitantes rodeado de colinas.
Es famoso por su festival de murales, que se celebra cada dos años en septiembre. Importantes artistas nacionales e internacionales decoran las paredes de las casas con obras permanentes, convirtiéndolo en una caleidoscópica galería de arte al aire libre.
El monumental Castillo de Dozza, de ladrillo rojo y del siglo XIII, alberga también en sus bodegas la Enoteca Regionale Emilia Romagna. Esta vinoteca y bar promociona vinos de toda la región.
Un santuario con vistas en Monte Isola
El lago de Iseo se encuentra entre Como y Garda, dos lagos que en los últimos años se han masificado. En el centro de la masa de agua se encuentra Monte Isola, una isla que se eleva abruptamente y cuyas laderas están cubiertas de vegetación.
Alrededor de la isla hay pequeñas aldeas que se pueden visitar en una jornada de ruta en bicicleta. Para un ejercicio más intenso, los excursionistas pueden subir unos 400 metros hasta el elevado santuario de la Madonna della Ceriola, una pequeña iglesia encalada con unas vistas fascinantes.
Los paisajes asombrosos de Castelmezzano
Una de las regiones menos turísticas de Italia es Basilicata, situada entre Apulia y Campania. En su centro, boscoso y montañoso, se encuentra Castelmezzano. Un pueblo que se aferra a gigantescos fragmentos de roca gris que se elevan por encima de los árboles. Al serpentear por sus calles estrechas y empinadas (no lo bastante anchas para los coches), se vislumbra un valle verde.
Si se desea una vista más estimulante, se puede utilizar la tirolina de alta velocidad ‘Volo dell’Angelo’ (‘Vuelo del Ángel’), que cruza el valle hasta Pietrapertosa, también declarado uno de los pueblos más bellos. Volando a una velocidad de 120 km/h, disfrutará de una vista llena de adrenalina a unos 400 metros del suelo.
La tranquila Costa Amalfitana de Atrani
Atrani, situado junto a Amalfi, el centro neurálgico del verano, es un pueblecito que los turistas suelen pasar por alto. Con una superficie de 0,12 km2, puede presumir de ser el municipio más pequeño de Italia.
La aldea conserva la arquitectura urbana histórica de la Costa Amalfitana, con calles laberínticas que se cuelan bajo pasadizos y emergen en pequeñas plazas de película. Como la carretera costera, muy transitada, no pasa por el centro del pueblo, es un lugar especialmente tranquilo y agradable para alojarse en la costa.
La admirable cerámica de Deruta
Deruta, en la región de Umbría, es famosa como centro de producción de maiolica. Estas cerámicas se fabrican a mano en el pueblo desde principios de la Edad Media y actualmente se exportan a todo el mundo.
Especialmente reconocibles son los diseños ‘raffaellescos’ del siglo XVI, con retratos de la nobleza renacentista, remolinos de vegetación, decoraciones florales y motivos mitológicos en azul, amarillo y turquesa.
Si puede alejarse de los talleres repletos de extravagantes productos, diríjase al ayuntamiento para visitar el Museo de Cerámica y una galería de arte que alberga un fresco del maestro umbro Perugino.
Barga, un pedazo de Escocia en Italia
Puede que Barga esté situada en la región italiana de la Toscana, pero no se sorprenda si oye algún acento escocés o ve a algún habitante enfundado en una falda de cuadros.
Conocida como la ciudad más escocesa de Italia, la historia de emigración de sus habitantes a Escocia y la posterior migración inversa de sus descendientes ha dado a Barga su cultura multinacional.
Hay tiendas que venden la bebida gaseosa escocesa Irn Bru. En agosto se celebra un festival dedicado al pescado y las patatas fritas. También hay un festival de ópera y otro de jazz. La ciudad está coronada por la iglesia románica de San Cristóbal, con una gran fachada de piedra caliza.
Fuente: EuroNews