Mientras los dinosaurios pisoteaban la Tierra, la superficie de la Luna seguía siendo testigo de erupciones volcánicas, según una nueva investigación.
La prueba de esas erupciones volcánicas: Tres diminutas perlas de vidrio arrancadas de la superficie de la Luna y traídas a la Tierra en 2020 por una nave espacial china. Su composición química indica que hubo volcanes lunares activos hasta hace unos 120 millones de años, mucho más recientemente de lo que pensaban los científicos.
Un análisis anterior de las muestras de roca de la misión Chang’e 5 había sugerido que los volcanes se extinguieron hace 2.000 millones de años. Las estimaciones anteriores se remontaban a hace 4.000 millones de años. La investigación se publicó el jueves en la revista ‘Science’.
«Fue un poco inesperado», dijo Julie Stopar, científica del Instituto Lunar y Planetario que no participó en la investigación. Las imágenes del Orbitador de Reconocimiento Lunar de la NASA en 2014 también sugerían una actividad volcánica más reciente.
3.000 cuentas de vidrio de la Luna más pequeñas que un alfiler
Las cuentas de vidrio son la primera evidencia física, dijo Stopar, aunque se necesita más investigación para confirmar su origen. Las muestras de Chang’e 5 fueron las primeras rocas lunares traídas a la Tierra desde las recogidas por los astronautas del Apolo de la NASA y por naves de la Unión Soviética en la década de 1970. En junio, China devolvió muestras de la cara oculta de la Luna.
La investigación podría ayudarnos a comprender durante cuánto tiempo los planetas y lunas pequeños -incluido el nuestro- pueden permanecer volcánicamente activos, según declaró por correo electrónico He Yuyang, coautor del estudio y miembro de la Academia China de Ciencias.
Los investigadores estudiaron unas 3.000 cuentas de vidrio lunar más pequeñas que la cabeza de un alfiler y hallaron tres con indicios de proceder de un volcán. Las perlas de vidrio pueden formarse en la Luna cuando las gotas fundidas se enfrían tras una erupción volcánica o el impacto de un meteorito.
Las líneas temporales existentes sugieren que la Luna ya se había enfriado más allá del punto de actividad volcánica en el marco temporal sugerido por la nueva investigación, señaló Stopar. «Esto debería inspirar muchos otros estudios para intentar comprender cómo pudo ocurrir», afirmó.