«One to one: John & Yoko» da título a un documental que recorre el año y medio que el matrimonio entre el beatle John Lennon y la artista visual Yoko Ono pasó en un departamento mínimo del barrio de Greenwich Village, Nueva York, como referente de los reclamos de los movimientos sociales de la época entre mediados de 1971 y fines de 1972, como el fin de la Guerra de Vietnam.
Estrenado hace 20 días en el Festival de Cine de Venecia y esperando fecha de lanzamiento comercial para después de ser exhibido en el Festival de Cine Londres, algo que pasará a mediados de octubre, el documental tiene a su favor la incorporación de grabaciones caseras inéditas que aportan el tono de una época inflamada política y socialmente: el registro de las voces de esas conversaciones espontáneas da cuenta de la indignación, la angustia y la excitación de un tiempo que fue bisagra en Occidente.
Esto se logra incluso más allá de un contenido más o menos conocido (cubierto con material hemerográfico), como el diálogo telefónico entre Yoko con David Peel, el músico neoyorquino, anarquista y pro cannabis a quien le cuenta: «la gente va diciendo que soy la persona que rompió los Beatles, ¿sabés? Cuando estaba embarazada recibía cartas donde ponían ojalá que tu bebé se muera y me mandaron una muñeca de trapo con un montón de agujas clavadas en los ojos, la boca y la nariz; cuando caminaba por la calle con John se me acercaban y me decían sos fea, me tiraban del pelo y me pegaban en la cabeza (…) Tuve tres abortos espontáneos durante ese tiempo».
En 1971, año de esa conversación, los Beatles llevaban meses de separación. Lennon y Yoko, casados en 1969, alquilaban un pequeño departamento en Bank Street, en el bohemio Greenwich Village neoyorquino, y escapaban de la feroz ola cancelatoria que vivían en Inglaterra, promovida por la prensa, tras la disolución del grupo, donde la señalaban y condenaban a ella como la causa probada de aquel retiro en pleno éxito y popularidad sostenida por casi una década.
El filme da cuenta del deseo de la pareja por alejarse de aquella toxicidad, a partir de un movimiento que los perpetúa en el centro de la escena haciéndolos vivir episodios incluso más controvertidos que los de Liverpool.
Por qué se instalaron en un departamento proletario de Manhattan cuando las finanzas del Lennon eran millonarias lo explicó el exbeatle apenas llegó a la isla: «siempre me identifiqué con la clase trabajadora (aunque fue criado en un barrio británico conservador burgés) Pero me compré una gran casa a las afueras de Londres», Yoko «me decía miráte, sos rico y no sabés lo que es la vida y me convenció, cambiamos todo por dos pequeñas habitaciones en el Village y soy feliz. Me siento otra vez como un estudiante, somos como una pareja de recién casados».
Y así llegaron al Estados Unidos revuelto de los 70’s, donde las calles ardían con manifestaciones pacifistas, pro derechos humanos, feministas, interraciales y de liberación sexual; y al tres ambientes por donde pararon poetas, activistas, militantes, dealers, músicos y políticos, material del documental realizado por Mercury Studios y dirigido por el galardonado Kevin Macdonald.