La ex primera dama Fabiola Yañez presentó ante la Justicia una copia de sus conversaciones por Whatsapp con el expresidente Alberto Fernández en las que se notaba la preocupación del exmandatario ante las consultas que recibía de distintos periodistas cuando trascendieron las primeras informaciones vinculadas al caso de presunta violencia de género que lo tiene como protagonista.
Los diálogos fueron primero certificados por un escribano público y luego presentados ante la fiscalía, luego de que la ex primera dama desistiera de poner su teléfono a disposición de la Justicia, como lo había solicitado el fiscal federal que conduce la investigación, Ramiro González, según detallaron fuentes judiciales.
Como Yáñez se encuentra viviendo en Madrid, la fiscalía había hecho un acuerdo de colaboración con el ministerio público fiscal español para que la ex primera dama entregara su teléfono, se hiciera allí una extracción forense y se enviara una copia a la Argentina, pero la querellante nunca presentó el dispositivo.
Para justificar su actitud, Yáñez envió una carta a la fiscalía de González en la que manifestó su preocupación respecto de lo que pudiera pasar con cuestiones vinculadas a su intimidad y su vida privada si es que entregaba su teléfono celular; algo que no alcanzó para evitar el malestar de los investigadores.
Finalmente, ayer, Yáñez presentó una copia de sus conversaciones con Fernández: la certificación ante escribano público garantiza que aquello que llevó al expediente salió efectivamente de su teléfono celular pero no permite saber si hubo alguna manipulación previa de esas conversaciones.
Parte de las conversaciones que se encuentran en el expediente, y serian de agosto de este año, fueron reveladas por el programa televisivo Somos Buenos, de la señal de noticias TN.
“Hoy apareció un periodista de Clarín preguntando por las fotos que le mandaste a María Cantero, ex secretaria de Fernández). Las tienen. Esto es grave”, le dijo Fernández a Yañez, según surge de un chat del 3 de agosto.
“Ahora aparecieron tus diálogos. Van a contar historias a partir de ahí. Van a venir contra mí”, continuó Fernández, según la información revelada en medios televisivos, y luego agregó: “De Clarín lo llamaron a (el abogado Juan Pablo) Fioribello. Estoy muy mal. Hasta ahora no tenían nada. Solo charlas entre ella (Cantero) y el marido”.
La respuesta de Yañez, habría sido, según surge de los chats difundidos: “Dejate de joder. Me hiciste negarle algo a un juez y me pedís que te ayude. Lo planteás como una pelea, pero yo me iba a la casa de huéspedes porque me dabas sopapos y me dejabas la cara hirviendo. Así no se juega, Alberto. Vos me pedís de todo y siempre me jugás en contra y me traicionás. También sé lo que le andás diciendo de mí por atrás”.
La ex primera dama denunció a Alberto Fernández el 6 de agosto pasado por supuesto hechos de violencia física y psicológica que habrían ocurrido principalmente en la Quinta de Olivos durante su paso por la Presidencia de la Nación.
Yáñez formuló la denuncia luego de que sus fotos con moretones en un ojo y en un brazo aparecieran publicadas en distintos medios, a pesar de que tiempo antes -ante la consulta del juez Julián Ercolini- se había negado a impulsar la denuncia.
El juez Ercolini había contactado a Yáñez tiempo antes para preguntarle si quería formular una denuncia penal, luego de hallar en el celular de María Cantero fotos y chats vinculados a la supuesta violencia de género que habría tenido a la ex primera dama como víctima.
El teléfono de Cantero fue secuestrado en el marco de una causa en la que se investiga si el gobierno de Alberto Fernández favoreció, entre otros, al marido de la secretaria en la contratación de seguros para distintas reparticiones del Estado.
La investigación judicial sobre los supuestos hechos de violencia continuará mañana con la postergada declaración testimonial de Sofia Pacchi, una ex amiga Yañez a quien distintos medios de comunicación vincularon con Fernández.
Por otra parte, el juez Ercolini hizo lugar a un planteo del fiscal González de desechar cuatro de los cinco testimonios propuestos por la defensa de Alberto Fernández: ocurre que se trata de personas que hicieron un adelanto de su declaración ante un escribano público a pesar de que pesaba sobre ellos el deber de confidencialidad, según confirmó la Presidencia de la Nación ante un pedido judicial.
Se trata de personas que trabajaron con Fernández y Yáñez durante su paso por la presidencia en calidad de amas de llaves o niñeras: una de ellas, sin embargo, quedó habilitada a declarar porque no tenia un contrato que incluyera la condición de la confidencialidad por lo que será convocada para la semana que viene.