El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, calificó de «nefasto e indigno» el comentario del presidente Javier Milei en el que manifestó su deseo de «ponerle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro».
Al ser consultado sobre la actualidad política, y en particular del PJ, el mandatario afirmó que la interna entre Cristina Kirchner y Ricardo Quintela «es un problema de la oposición». Sin embargo, añadió: «Ahora… también hay una parte de morbo y es que me encantaría meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro”.
Luego de viralizarse la frase del mandatario, Kicillof salió en defensa de la expresidenta y del partido de centroizquierda. «Gravísimo, nefasto e indigno de un Presidente. ¿Cuántas veces habrá que repudiar el odio y la violencia de las palabras de Milei?», dijo.
«Estas declaraciones de un presidente contra Cristina son completamente incompatibles con la democracia», dijo y agregó: «Espero que reciban el repudio de todo el arco político».
El gobernador salió en defensa de la expresidenta a través de una publicación en su cuenta en la red social «X», mientras, en paralelo, se ve envuelto en la interna del PJ, con fuertes críticas de parte de La Cámpora y de la propia Cristina, quienes le endilgan al economista la falta de apoyo público a la candidatura de la exmandataria.
Tras las citas bíblicas de Cristina, señalando a los Poncio Pilatos y a los Judas, dardo venenoso al gobernador bonaerense, Kicillof salió con un comunicado que se había hecho esperar. Allí volvió a pedir “unidad” y sugiere que Quintela no es su candidato.
A través de un mensaje titulado «Construir un escudo y una alternativa: para eso, unidad», Kicillof expresó que «Quintela no es mi candidato, es un gobernador y un dirigente que viene enfrentando, con un coraje que no abunda, las políticas de Milei desde una provincia alejada de los medios y las redes porteñas».
Más allá de esta postura, el mandatario respaldó al gobernador de La Rioja: «Es un error pensar que se trata de un dirigente al que yo ‘subo o bajo’, pero sobre todo es un gran error atacarlo. La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados. Pareciera que no se registra del todo lo que está pasando en el país y en nuestra fuerza política: hay enojos, diferencias y desacuerdos. Esos reclamos, esos enojos deben ser escuchados con humildad y de ninguna manera pueden ser descalificados como signos de traición».
Luego, remarcó que «Cristina está en el corazón del pueblo, también en el mío y no tengo que rendir examen de ese sentimiento. Con los dirigentes que se oponen, con la CGT y las dos CTA, con los movimientos sociales, con todas las agrupaciones, con todos los gobernadores e intendentes, con toda la militancia; con nuestras diferencias pero sobre todo con nuestro compartido amor por la patria, espero que el Partido Justicialista dedique toda su energía a fortalecer el escudo y la alternativa que tanto necesita nuestro pueblo».
Asimismo, apuntó contra los sectores internos que fomentan la tensión: «No quiero ni puedo estimular peleas entre compañeros pero tampoco puedo convalidar el equivocado mecanismo de que cualquier diferencia o crítica desate el disciplinamiento […] Últimamente sectores de nuestra fuerza política, con quienes a veces tengo diferencias pero también un recorrido común, afecto y coincidencias, han decidido criticarme mucho y acompañarme poco».