Un tercio de las mujeres sufrirá algún tipo de caída del cabello a lo largo de su vida. Su diagnóstico es complejo y está poco estudiado, lo que deriva en una pérdida en la calidad de vida de las pacientes.
Heather siempre tuvo el pelo fino, pero durante el verano de 2020 se dio cuenta de que también se le estaba cayendo. Presa del pánico, se examinó el cabello bajo la luz del espejo de su baño, dejando al descubierto mechones poco poblados en su cuero cabelludo. «Es como si no hubiera vuelto a ser la misma persona. Sé que sólo es pelo, pero es en lo único que pienso. Por qué me ha pasado; cómo solucionarlo; cómo volver a sentirme segura de mí misma», explica a ‘Euronews Health’ esta escritora de 32 años.
Según ‘Harvard Health’, aproximadamente un terciode las mujeres sufriráalgún tipo de caída del cabello -conocida como alopecia- a lo largo de su vida. Esta cifra aumenta hasta dos tercios en las mujeres posmenopáusicas. Los expertos afirman que, en comparación con la calvicie masculina, la caída del cabello en las mujeres está poco estudiada y financiada.
«Gran parte de las investigaciones sobre la caída capilar se ha centrado históricamente en la calvicie masculina, debido a su predominio y visibilidad», explica la doctora Zainab Laftah, dermatóloga consultora de Healthcare UK The Shard. «En consecuencia, se ha hecho mayor hincapié en comprender los mecanismos hormonales específicos de los varones y en desarrollar tratamientos dirigidos principalmente a ellos. La caída del cabello en las mujeres, que puede tener una sintomatología más difusa y compleja donde intervienen distintos factores hormonales y ambientales, ha recibido relativamente menos atención», añade.
En los últimos años, la prevalencia de esta enfermedad ha salido a la luz gracias a numerosos foros de debate en internet, como grupos de Facebook o el ‘subreddit’ ‘r/femalehairloss’, que cuenta con más de 56.000 miembros.
«Encontrar estas comunidades me ha ayudado muchísimo», afirma Heather. «El mero hecho de poder hablar abiertamente con otras mujeres que están pasando por la misma experiencia y que realmente entienden lo que supone ha sido muy tranquilizador, sobre todo porque la mayoría de los grupos de apoyo dedicados a la caída del pelo están dominados por hombres».
Sin embargo, Heather puntualiza que pasar demasiado tiempo en estos grupos a veces puede ser perjudicial para su salud mental. «Debido a que todavía no hay soluciones claras para la caída del cabello en las mujeres, estas discusiones pueden convertirse en cavilaciones interminables que te mantienen demasiado centrada en el problema y te llevan a sentirte aún más angustiada», explica.
¿Cuáles son las causas de la caída del cabello femenino?
Según el Servicio Nacional de Salud británico (NHS), la mayoría de personas perdemos entre 50 y 100 pelos al día sin darnos cuenta. Cuando la caída del cabello se agrava, los diagnósticos suelen corresponder principalmente a tres enfermedades, cada una de ellas con diversas sintomatologías y opciones de tratamiento:
La más común es la alopecia androgénica o alopecia con patrón femenino, que se caracteriza por un ensanchamiento de la raya en mitad del cabello y una pérdida capilar gradual a lo largo de la coronilla y las sienes. Se trata del tipo más frecuente de alopecia en las mujeres, con una prevalencia que oscila entre el 29% y el 38% de las mujeres premenopáusicas; un porcentaje que asciende a más del 55% en mujeres mayores de 70 años. «Los cambios hormonalescomo los que se observan en la menopausia o los trastornos tiroideos también pueden contribuir significativamente. A menudo hay un componente genético», explica la doctora Laftah.
El efluvio telógeno es una forma temporal de caída del cabello desencadenada por un acontecimiento estresante como una enfermedad, una pérdida rápida de peso o un embarazo. Esto provoca una caída excesiva de los folículos pilosos que entran en la fase telógena o de reposo del ciclo de crecimiento del cabello. Una vez resuelto el factor estresante subyacente, el pelo debería volver a crecer con normalidad.
La tercera afección más común es la alopecia areata, una enfermedad autoinmune. «El sistema inmunitario ataca por error a los folículos pilosos, lo que provoca la caída repentina del pelo en el cuero cabelludo u otras partes del cuerpo», explica Laftah.
El impacto psicológico durante la caída del cabello
Aunque en ocasiones la alopecia femenina puede estar relacionada con una enfermedad o un tratamiento derivado de la misma, en la mayoría de los casos es inofensiva. El peaje psicológico suele ser el aspecto más difícil. «Los efectos mentales de la caída del cabello han sido enormes. Básicamente, mi vida ha desaparecido», explica Martha, una estudiante de 20 años que empezó a perder el pelo con sólo 15 años. «A veces me pongo muy nerviosa y me paralizo. Pero poco a poco voy mejorando. Ahora mi madre me apoya. Puedo hablar con ella más abiertamente del tema y eso hace que la situación se lleve un poco mejor», afirma.
Como es una enfermedad sobre la que se habla poco públicamente, muchas mujeres que sufren caída del cabello tienden a sentirse muy solas mientras luchan por mejorar la percepción física que tienen de sí mismas. Esto se ve exacerbado por el estigma social que rodea a los cánones de belleza impuestos a las mujeres. «A veces me hace sentir peor como mujer, porque la sociedad tiene la imagen de que un pelo bonito y abundante es un signo de feminidad, y al no tenerlo siento que he fracasado como mujer», dice Carla, una administrativa de 31 años con alopecia androgénica.
Algunas ‘influencers’ en las redes sociales, como Olivia Mcveigh, que comparte tutoriales de pelucas para sus más de 200.000 seguidores en TikTok, trabajan para combatir esta mentalidad, concienciar sobre esta enfermedad y promover su aceptación. «Seguir estas cuentas me recuerda que es totalmente posible vivir una vida plena y feliz a pesar de la caída de mi pelo», afirma Heather. «Incluso me compré mi primera peluca gracias a estas y, aunque todavía me pone nerviosa ponérmela en público, en cuanto me la probé sentí un alivio abrumador. Por un momento volví a sentirme segura de mí misma».
¿Cómo se trata la caída del cabello en las mujeres?
Aunque depende del tipo específico de caída del cabello, el principal tratamiento para la alopecia androgénica femenina es el Minoxidil tópico. Se trata de un medicamento para la tensión arterial que, según se ha descubierto, estimula el crecimiento del cabello como efecto secundario. «También pueden recetarse medicamentos orales como la espironolactona, que reduce los efectos de los andrógenos, o minoxidil oral en dosis bajas», explica Laftah.
Sin embargo, no está garantizado que estos tratamientos funcionen en todas las personas y pueden resultar caros. Una vez interrumpidos, además, la caída del cabello puede reaparecer. Laftah explica que los médicos pueden recomendar otros tratamientos hormonales, como los anticonceptivos orales o la terapia hormonal sustitutiva (THS) en caso de que la caída del cabello esté causada por un desequilibrio hormonal, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
A principios de este año, el NHS recomendó por primera vez un medicamento llamado ritlecitinib para atajar la alopecia areata. Se trata de un inhibidor de las cinasas Jano, una familia de proteínas que actúa sobre las vías inflamatorias implicadas en la caída del cabello autoinmune. Laftah también señaló que se está investigando la terapia con células madre y la terapia con exosomas, ambas destinadas a estimular los folículos pilosos a nivel celular, así como el desarrollo de cremas antiandrógenas.