El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, negó hoy que el gobernador Axel Kicillof evalúe cambios en el gabinete producto de las diferencias que mantiene con los miembros de la agrupación La Cámpora y subrayó que se trabaja «muy bien» con los ministros de ese espacio.

«El gobernador no tiene previsto ninguna modificación en el gabinete, venimos trabajando muy bien con todos los ministros y ministras», respondió el funcionario durante una conferencia de prensa que encabezó esta mañana en la Casa de Gobierno, en La Plata, al ser consultado sobre la posibilidad de que Kicillof decida hacer modificaciones en el gabinete.

En el equipo bonaerense son cuatro los funcionarios alineados políticamente con la agrupación que conduce el diputado Máximo Kirchner: Nicolás Kreplak (Salud), Juan Martín Mena (Justicia), Daniela Vilar (Ambiente) y Florencia Saintout (Instituto Cultural).

Además, los camporistas controlan tres organismos importantes: Marina Moretti el Instituto de Previsión Social (IPS), Homero Giles el Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) y Victoria Anadón el Organismo Provincial de Contrataciones.

No obstante, Bianco reconoció las diferencias que existen al seno del kirchnerismo -que se acentuaron durante el fin de semana- al plantear: «El gobernador fue claro con respecto a las elecciones en Partido Justicialista (PJ) nacional, tanto en su discurso del día de la Lealtad, como en su comunicado. Nosotros estamos abiertos al diálogo con todos los sectores. Hay algunos que no han acompañado lo suficiente, pero creemos que a través del diálogo podemos debatir esa situación».

El kirchnerismo duro cuestionó al gobernador su «prescindencia» en la elección por el PJ Nacional ya que éste prefirió no pronunciarse en favor de la postulación de Cristina Kirchner, quien competirá con el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela por la presidencia de esa fuerza política.

La primera en pronunciarse contra el silencio de Kicillof fue la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, quien recordó que fue Cristina quien “le confió la responsabilidad de ser Gobernador, y antes diputado nacional y Ministro de Economía” y expresó: “Me llama la atención que aún no se haya manifestado en favor de la presidencia del PJ Nacional”.

Otro de los que se expresó públicamente fue el senador Mariano Recalde, quien en un acto organizado por el PJ porteño en la Federación de Box planteó: “venimos a reconfirmar la lealtad con Cristina. La persona que nos dio los días más felices. La que representa el pasado, el presente y el futuro. Representa la esperanza. Yo me quiero meter en una interna del peronismo para bancar a Cristina”.

En igual tono, la senadora nacional por Mendoza Anabel Fernández Sagasti criticó el “silencio” del gobernador y remarcó: “Hay muchos que no entendemos por qué (Axel) no se ha pronunciado a favor de que Cristina conduzca el PJ nacional. No entiendo cómo entre Cristina y Quintela no sabe a quién elegir. Me imagino que no es a Quintela, pero no lo ha dicho, es dolorosa esta situación en el Día de la Lealtad”.

El 17 de octubre pasado, en el marco de la conmemoración del Día de la Lealtad Peronista, Kicillof encabezó un acto en Berisso, donde convocó a la unidad del peronismo, pidió evitar las divisiones y dijo que la única pelea que le interesa «es la pelea contra las políticas de Milei».

En este marco, el viernes en una reunión realizada en la sede del gremio de SMATA, la expresidenta mostró su disgusto con la postura equidistante que Kicillof eligió exhibir en esta puja por la conducción del PJ: “Los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más”, remarcó Cristina Kirchner en un claro mensaje para Kicillof.

De igual modo, el senador Oscar Parrilli, en diálogo con AM 750, y afirmó: “Nos llama la atención que le dé lo mismo que presida el PJ Cristina o Quintela” y apuntó: “En Berisso vimos un acto de lanzamiento de la candidatura de Axel, y no mencionó un tema actual, que es la candidatura de Cristina Kirchner”.

Como respuesta a ello, el sábado Kicillof emitió un comunicado en el que expresó que no le interesa «disputar la interna del PJ ni directa ni indirectamente», aclaró que su deseo «es que se logre un encuentro, un diálogo, y se evite una innecesaria competencia interna» entre Cristina y Quintela.

Rechazó ser un «traidor», expuso: «Cristina está en el corazón del pueblo, también en el mío y no tengo que rendir examen de ese sentimiento» y volvió a pedir unidad en el partido.