El cantautor Joan Manuel Serrat (Barcelona, 1943), Premio Princesa de Asturias de las Artes 2024, se ha definido este miércoles como un hombre “de barrio” cuyo mayor mérito no ha sido el talento sino el esfuerzo que le ha dedicado al oficio de componer canciones y musicalizar poemas durante una vida no exenta de incomprensiones.

El compositor, cantautor, poeta y guitarrista, premiado en 2021 con la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio por su brillante carrera y su contribución a la cultura, ha dicho que lo que más le divierte de su trabajo es ordenar las canciones de un repertorio para los conciertos en directo, que considera la esencia del espectáculo.

Joan Manuel Serrat e Iñaki Gabilondo se saludan en el Teatro Jovellanos de Gijón. EFE/Juan González

Las grabaciones en el estudio le aburren pero el directo le compensa, ha explicado en una conversación con el periodista Iñaki Gabilondo en un Teatro Jovellanos de Gijón colmado de público dentro de la programación vinculada a los Premios Princesa de Asturias, que serán entregados el próximo viernes en Oviedo en una ceremonia presidida por los reyes.

En diálogo con el periodista, Serrat ha recordado algunos pasajes de su vida desde sus estudios de formación profesional como tornero fresador y perito agrícola hasta el presente, a la edad de 80 años, en el que está convencido de que “irremediablemente” se va “a morir”.

Defender la alegría

“Yo sé que irremediablemente me voy a morir, y me voy entregando por partes, me van quitando cosas”, ha ironizado sobre su estado de salud, en el que “afortunadamente” y gracias al trabajo de los cirujanos ha “superado todos los problemas”.

Serrat ha revindicado la necesidad de “defender la alegría”, aunque la realidad a veces lo impida, porque “la salud pasa por la risa, aunque no nos lo pongan nada fácil”, y ha defendido la tolerancia como algo esencial de los individuos en una sociedad.

El cantautor también se ha referido a los años en los que estuvo exiliado en América con una orden de captura y a su regreso a España, en 1976, convencido de que le iban “meter preso”, algo que no ocurrió a pesar de ser retenido durante una hora a su llegada.

Fuente: Agencia EFE