El Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBA) aprobó la adquisición de la emblemática Casa Curutchet de La Plata, ubicada en las calles 1 y 54, única obra de Le Corbusier en América Latina y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La decisión fue tomada durante una asamblea extraordinaria llevada a cabo el martes pasado, a la que asistieron más de 50 arquitectos, quienes aprobaron avanzar en la negociación para cubrir el costo de U$S2.000.000. Esa suma se financiará en parte con un crédito de U$S1.200.000 de la Caja de Previsión (CAAITBA) y con U$S850.000 de fondos propios del CAPBA.
El arquitecto suizo-francés Le Corbusier (1887-1965), nacido como Charles-Édouard Jeanneret-Gris, fue uno de los pioneros de la arquitectura moderna. Su obra y sus escritos revolucionaron el diseño y la construcción, proponiendo edificios que respondieran a las necesidades de la vida urbana moderna.
Conocido por desarrollar los “Cinco Puntos de una Nueva Arquitectura”, plasmados en la Casa Curutchet, Le Corbusier priorizaba la funcionalidad y la interacción con la naturaleza, con elementos como la planta libre, el jardín-terraza y grandes ventanales horizontales que maximizan la luz natural.
Esos principios se reflejan en la casa diseñada para el cirujano Pedro Domingo Curutchet en el Paseo del Bosque de la capital bonaerense, la cual proyectó en 1949 sin supervisar personalmente su construcción.
Se trata de una vivienda unifamiliar que ejemplifica los principios modernistas del arquitecto a través de su estructura innovadora y funcional. La casa combina elementos distintivos, como la planta libre, los ventanales horizontales que optimizan la luz natural, una fachada independiente y una terraza-jardín que conecta el interior con el exterior.
Con su diseño rupturista, la Casa Curutchet integra el entorno urbano y natural, y desde 2016 es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, simbolizando la relevancia del pensamiento arquitectónico de Le Corbusier en el siglo XX.
Con esta compra, el CAPBA explicó que busca reafirma su compromiso con el legado de Le Corbusier, preservando un espacio que, desde los años ’80, funciona como sede administrativa y cultural, apoyando su conservación y su inclusión como Patrimonio Mundial en 2016.
Además, el CAPBA planea convertir la Casa Curutchet en un Museo del Sitio, con exposiciones, visitas guiadas, talleres y actividades culturales, y eventos privados, consolidándola como un espacio de diálogo y aprendizaje en torno a la arquitectura moderna.
Así, señalaron que «nuestra misión es crear un centro vivo de innovación dedicado a la protección del patrimonio moderno, donde la arquitectura, la cultura y el conocimiento se encuentren para generar nuevas ideas y perspectivas».
«Queremos hacer de la Casa Curutchet un espacio que inspire el pensamiento crítico, fomente el diálogo sobre las preocupaciones actuales y produzca discursos propios que resuenen a nivel local e internacional», apuntaron y precisaron que «a través de la integración de tecnología y participación activa, buscamos involucrar a las personas en experiencias arquitectónicas únicas, ampliando los horizontes de colaboración y creación conjunta con otros centros de prestigio».