El Vaticano admitió hoy la falta de transparencia y la necesidad de agilizar los procesos internos frente a los casos de abusos sexuales y pidió que las víctimas de esos delitos cometidos por clérigos reciban más acceso a información sobre sus casos y derecho a compensación.

La Iglesia Católica dio a conocer hoy el primer informe de la comisión creada por el papa Francisco para la Protección de los Menores, en el que se analizó lo que ocurre en más de 20 países y varias instituciones y congregaciones religiosas.

Allí, se afirmó que se debe «promover un mejor acceso de las víctimas» a las informaciones que necesiten para «afrontar el problema de la opacidad» y se planteó que es preciso mejorar los procesos canónicos de recepción y dar seguimiento a las denuncias.
El informe reconoce «el derecho de cada ciudadano a acceder a cualquier información que le afecte» en los casos de abuso, apunta la «necesidad» de estudiar políticas de «indemnización» a las víctimas y sostiene que la falta de transparencia fomenta la «desconfianza entre los fieles».
Reconoce, a la vez, que para las «víctimas y sobrevivientes» los «procesos civiles y canónicos pueden ser difíciles, lentos e incluso fuente de una continua victimización» por lo que recomienda agilizarlos al considerar que «la justicia no puede darse a costa de mayores traumas».
Al analizar el trabajo de las instituciones del Vaticano que investigan los casos de abuso, plantea los «desafíos» para «evitar procesos largos» que tiene el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que canaliza los juicios canónicos sobre estos delitos.
En ese sentido, subraya «la importancia de recursos adecuados a nivel central y local» para llevarlos a cabo.
«La Comisión sabe que el dicasterio comunica en modo principalmente interno los casos con las autoridades eclesiásticas locales», indica y asegura que «sería útil estudiar conjuntamente cómo dar más transparencia» a futuras medidas disciplinarias.
Con el informe que se publicará anualmente, el Vaticano busca aportar herramientas para establecer una visión global de su política de lucha contra la violencia sexual dentro de la Iglesia.