El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó este jueves el 5to Congreso Provincial de Salud Mental en Ensenada, donde destacó el compromiso de su administración para transformar profundamente la atención en esa área.

«Estamos haciendo una revolución en el abordaje de la salud mental y de la salud en general en la provincia», afirmó, acompañado del intendente Mario Secco, el ministro de Salud Nicolás Kreplak, y la subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias, Julieta Calmels.
 Kicillof enfatizó el contraste entre su gestión y la administración anterior, y describió un escenario de “absoluta indiferencia, desinversión y abandono” en el sistema de salud provincial cuando asumió: «Nos quedamos cortos utilizando el término ‘revolución’ para describir lo que estamos haciendo. Había un Estado que, en lugar de acompañar a los bonaerenses, miraba para otro lado en materia de salud mental», señaló.

Durante el encuentro, el gobernador también se refirió a la situación crítica del sistema de salud en la Ciudad de Buenos Aires bajo la administración de Mauricio Macri, y cuestionó su enfoque en salud pública. «Esa Ciudad que administra Macri es nuestra capital federal, y tiene que hacerlo con una perspectiva nacional y federal», aseveró.

Kicillof subrayó la importancia de establecer una hoja de ruta en participativa en el ámbito de la salud. “La planificación no es un hecho de escritorio; nosotros hacemos planificación participativa y democrática”, sostuvo y remarcó la necesidad de un modelo flexible que permita ajustar políticas en función de las necesidades reales de la población.

En ese sentido, resaltó la inauguración de 150 centros de salud y la construcción de 19 centros comunitarios de salud mental en toda la provincia, en cumplimiento con la Ley de Salud Mental.

El mandatario bonaerense también dirigió duras críticas al gobierno nacional, acusándolo de implementar políticas de ajuste que, según afirmó, “abandonan a los más vulnerables” y se enfocan en beneficiar a sectores de poder.

“Lo que están haciendo en términos de deserción y abandono es criminal y es una decisión política que toman. La plata que ponen en la timba financiera debería destinarse a salud y educación”, afirmó Kicillof, y calificó a esa política como «un programa de transferencia de los más pobres a los más ricos».

Finalmente, Kicillof reafirmó su compromiso de seguir adelante con las políticas de salud mental, aún en un contexto de dificultades económicas y políticas. “Estamos demostrando que hay otro camino y que en la PBA no vamos a bajar los brazos; vamos a seguir caminando y respondiendo al único que tenemos que responder, que es a nuestro pueblo bonaerense”, cerró.