Las aguas termales son piletas naturales de agua caliente, conocidas por sus propiedades sanadoras y curativas. De hecho, las civilizaciones antiguas utilizaban los baños con aguas termales para curar enfermedades y como espacio de socialización. Hoy, se eligen como destinos ideales para pasar un día de relajación y paz. También son una excelente opción para familias con niños.
Argentina cuenta con múltiples complejos termales que combinan bienestar, naturaleza y servicios de calidad. Aquí, una selección actualizada de los destinos más destacados:
-Termas de Río Hondo (Santiago del Estero)
Consideradas la capital termal de Argentina, estas termas son ideales para quienes buscan relajación y salud. Ofrecen piscinas termales, tratamientos de spa y un circuito termal municipal. Su infraestructura incluye hoteles con acceso a aguas termales y actividades culturales como el Museo del Automóvil. Además, se destacan por la calidad de sus aguas terapéuticas y su temperatura constante, apta todo el año.
-Termas de Villa Elisa y Federación (Entre Ríos)
Con un entorno sereno, las termas de Villa Elisa están rodeadas de cuidados jardines y ofrecen piscinas techadas y al aire libre. Son perfectas para el descanso familiar. El complejo incluye un hotel termal, spa y actividades como visitas al histórico Palacio San José. Además, el lugar permite disfrutar de la gastronomía local en un ambiente tranquilo y relajante.
En Federación, a la vez, se encuentra un complejo de aguas termales que surgen a más de 1200 metros de profundidad, desde el Acuífero Guaraní, con temperaturas que alcanzan hasta los 42°. El parque termal se encuentra ubicado dentro de la planta urbana de la ciudad y cuenta con un área de relax con piletas cubiertas y diferentes temperaturas, o un área recreativa con una piscina semiolímpica. Para quienes viajan con niños, cuenta con divertidos toboganes y piletas con olas.
-Termas de Copahue (Neuquén)
Ubicadas en la cordillera de los Andes, estas termas destacan por sus aguas ricas en minerales y tratamientos de barro volcánico. Son ideales para aliviar dolencias musculares y articulares. El complejo está operativo entre noviembre y abril debido a las bajas temperaturas. Su cercanía al Parque Provincial Copahue permite combinar salud con turismo de aventura
-Termas de Fiambalá (Catamarca)
Situadas en un entorno montañoso, estas termas ofrecen una experiencia única con piscinas en terrazas de distintas temperaturas. Es un destino perfecto para disfrutar de noches estrelladas y vistas panorámicas. También es posible complementar la visita con recorridos por bodegas de vinos de altura y trekking suave
-Termas de Rosario de la Frontera (Salta)
Este complejo combina salud y descanso con tratamientos terapéuticos y de spa. Sus instalaciones incluyen un hotel que ofrece servicios médicos y masajes. La ubicación permite realizar excursiones a las cercanas Salinas Grandes, además de disfrutar de la gastronomía típica del norte
-Termas de Cacheuta (Mendoza)
Con vistas a los Andes, estas termas ofrecen circuitos de hidroterapia, baños de barro y un río termal. El complejo incluye servicios para todas las edades y cuenta con paquetes de día completo. Es un excelente punto para combinar relax con la exploración de la región vinícola.
-Termas de Dolores, Carhué y Tapalqué (Buenos Aires)
Si bien la provincia de Buenos Aires no es conocida tradicionalmente por termas naturales, en los últimos años han surgido atractivos complejos termales que combinan descanso, salud y turismo rural. Aquí destacamos dos opciones imperdibles.
Ubicadas estratégicamente cerca de la Autovía 2, las termas de Dolores son una opción accesible para quienes buscan relajarse cerca de la Ciudad de Buenos Aires. El complejo incluye piscinas termales cubiertas y al aire libre, con aguas mineromedicinales que aportan beneficios terapéuticos. Las instalaciones ofrecen spa, áreas recreativas y opciones de alojamiento, lo que lo convierte en un plan ideal para una escapada de fin de semana. Además, su proximidad a Dolores permite disfrutar de la gastronomía regional y paseos históricos por la ciudad.
A la vez, Carhué -a 520 kilómetros de la Ciudad- se convirtió en un circuito termal en torno al lago Epecuén, que tiene un alto índice de mineralización. Sus aguas poseen una concentración de entre 180 y 200 gramos de sal por cada litro, más de cuatro veces de la que se encuentra en el mar, convierten al Lago en un flotario natural, y hacen que sus aguas sean sólo comparables con las del Mar Muerto en Medio Oriente. Allí, el agua se transporta hasta los hoteles y se utiliza en piscinas, baños termales y tratamientos de spa y belleza.
En tanto, el pequeño pero acogedor complejo de Tapalqué se encuentra en un entorno rural ideal para desconectar. Las instalaciones incluyen piletas con aguas de propiedades relajantes, áreas de descanso y servicios básicos. La ciudad también es conocida por sus paisajes campestres, perfectos para disfrutar de caminatas, picnics y actividades al aire libre. Este destino combina la simplicidad del turismo rural con los beneficios de las aguas termales, atrayendo a quienes buscan una experiencia íntima y tranquila.
-Termas de Jordán (Jujuy)
En la región de las Yungas de Jujuy se encuentran las Termas del Jordán, un paraíso natural ubicado en San Francisco, una localidad del departamento Valle Grande. Se trata de una serie de piletones naturales de color turquesa en medio de una exuberante vegetación. En estas aguas termales, que tienen una profundidad que va de los 30 centímetros a los 2 metros, es posible nadar a una temperatura promedio de 30°C. Para acceder, hay que hacer una caminata de 8 kilómetros con guía.