La subsecretaria de Turismo bonaerense, Soledad Martínez, analizó el comienzo de la temporada de verano en la provincia de Buenos Aires y marcó un panorama complejo por el acortamiento de estadías y la reducción del gasto de los veraneantes.

“Hay movimiento, pero la gente gasta menos que antes y reduce las estadías. En vez de quedarse 10 días o una semana, se queda 3 o 4 días. Hay un turismo más gasolero”, explicó en una entrevista con el medio Ámbito.

Según la funcionaria, la situación responde a varios factores: un contexto económico difícil, menor capacidad de consumo en clases medias y populares, y políticas nacionales que priorizan el turismo hacia el exterior.

De acuerdo a las cifras proporcionadas desde el gobierno bonaerense, entre el 1° de diciembre y el 15 de enero se registró una baja del 9,2, en cuanto a la primera quincena de enero del año pasado en destinos turísticos del territorio. “La baja fue del 7,7% respecto 2024, y el indicador más tremendo es la caída del consumo con 27% menos, según datos del Banco Provincia”, graficaron.

En ese marco, Martínez acusó al Gobierno nacional de promover el turismo emisivo al exterior, cuestionó la tardía promoción de destinos internos y la falta de medidas para impulsar destinos locales. «El atraso salarial y la eliminación de impuestos para viajes al exterior afectan al turismo interno y a su competitividad», agregó.

Periodista: ¿Cómo fue el comienzo de la temporada de verano en los destinos bonaerenses?

Soledad Martínez: La temporada arrancó con una cierta ocupación mediana, dado el contexto. Por un lado, en la costa atlántica, el clima no acompañó los primeros días del año y, por otro, Navidad y Año Nuevo cayeron día de semana. Eso no contribuyó a que la gente se tome esos días. A medida que el clima empezó a mejorar, la gente del AMBA fundamentalmente -que es el principal centro emisor de turismo de la costa atlántica- empezó a volcarse hacia nuestros destinos. Se registra un comienzo un poquito más lento que en otras temporadas.

P: ¿Cuál es el panorama hoy y la proyección de cara a la segunda quincena?

SM: La segunda quincena siempre tiende a ser la más alta y la de mayor ocupación de la provincia. El clima viene espectacular. El último fin de semana se vio bastante cómo se incrementa y el lunes volvió a caer. Es un comportamiento de 4 o 5 días promedio de estadía. Se acortaron las estadías y hay recortes de gastos: la gente no sale todos los días, sino uno solo; compran comida en el almacén o en el supermercado y hacen pic nic en la playa en vez de comer en el parador; comparten una casa entre varios y no paran tanto en hoteles. El consumo turístico es un poco más gasolero.

P: El secretario de Turismo nacional, Daniel Scioli, dijo que explota la costa y criticó a los “profetas del desastre” que dicen que no hay movimiento, ni consumo.

SM: El Secretario de Turismo este se acordó tarde de que tenía que promocionar los destinos internos. Estuvieron todo el año haciendo campaña y favoreciendo al turismo emisivo hacia el exterior. Este eso se ve no solamente por los números del verano, sino que ya en noviembre el turismo emisivo hacia el extranjero subió un 40%. Eso habla de una clara intención de Gobierno nacional de favorecer el turismo al exterior y no el turismo al interior. Creo que se dio cuenta de eso los primeros días de enero, probablemente alertado por intendentes y funcionarios de su propio color político, y salió a hacer una especie de campaña a favor de los destinos internos, pero ya era tarde. Lo mismo hizo con esa este esa pantomima de pedirle a la Ciudad de Buenos Aires que empiece después las clases, cuando es algo que desde las provincias le veníamos advirtiendo desde el año pasado. Todo me parece una puesta en escena.

P: ¿Cree que hay una intención deliberada de fomentar el “viaje afuera”?

SM: Veo una coherencia con el resto de las políticas que se toman en las distintas áreas. Hay una fuerte impronta en erradicar la producción nacional y fomentar la importación, así que todo va en la misma línea la destrucción de lo propio en beneficio de lo externo. Se pone el ojo en lo que viene de otro lado y no en favorecer la producción, el empleo local, el crecimiento del país a partir de nuestros recursos. Lo mismo es en el turismo, se destruye el turismo interno y los agentes de viajes empiezan a vender hacia afuera.

P: ¿Cuál es el nivel de ocupación?

SM: Hay un promedio entre un 70 y un 80 dependiendo los destinos. Los destinos más caros, están con mayor ocupación incluso en el mismo partido. Por ejemplo, Mar de las Pampas tiene mayor ocupación que Villa Gesell; y Costa del Este es el más ocupado en el Partido de la Costa. El público ABC1 se mantuvo en su gasto. Es también el nicho de mayor poder adquisitivo que se pudo ir a Brasil o Chile. Lo mismo ocurre en Mar del Plata: los hoteles más caros, están más ocupados y los de dos y tres estrellas la están peleando.

P: ¿Creció o bajó la ocupación respecto a otros años?

SM: Se mantiene, movimientos hay. Lo que se acorta es la estadía. Por eso, también se hace tan difícil la comparación. Antes teníamos estadías más largas. Hay movimiento, crece los fines de semana y decrece hacia la semana. También hay mucha especulación de último momento. No hay tanta cantidad de reservas, pero después la ocupación es más alta que había porque la gente lo decide a último momento, llega al destino, busca y encuentra hospedaje.

P: ¿Qué destinos son los más visitados y los más afectados por la crisis?

SM: Los más visitados son los de la Costa Atlántica pero también, o sea, muy cerca le siguen vestidas de con agua de cercanía desde AMBA como Tigre y Chascomús, a donde la gente se puede movilizar en transporte público. Esos tienen movimiento continuo. Hay movimiento, pero la gente no gasta tanto.

¿Cómo repercute el hecho de que el dólar esté planchado?

SM: Hace que perdamos competitividad. El público ABC1 puede vacacionar en otros lados, porque tiene el incentivo de la eliminación de impuestos. Por supuesto que cada uno puede vacacionar en donde quiera, la crítica es hacia el Estado que no fomenta el turismo interno y perdemos competitividad. En su momento, con el Previaje se incentivó a que la gente se quede acá en vez de irse vacacionar afuera, eso nos hizo más competitivos y favoreció a que la gente se quede en el país. Además, el atraso de los salarios hace que las clases medias y populares vean muy afectado su capacidad de ahorro y su posibilidad de destinar esos fondos al entretenimiento y al ocio, que es lo que primero la gente recorta cuando hay crisis. Se trata de hacer todas las actividades gratuitas que pueda. Ni hablar de una familia numerosa. Los más afectados son los destinos más baratos porque la gente mermó su capacidad de vacacionar. En la primera semana de enero hubo un 30% menos de oferta de colectivo de larga distancia a la costa. Si bajó la frecuencia es porque bajó el numero de quienes viajan en colectivo, que son las clases medias y populares.

P: ¿Cómo están los precios?

SM: Los veo bien. Unas rabas en la playa están entre 12 y 15 mil pesos; una milanesa con puré, 12 mil. Se trata de precios que obviamente no son para todos los bolsillos, pero sí hay opciones para todos. No lo veo superior a lo que cuesta en la ciudad de Buenos Aires un almuerzo con la diferencia que estás mirando el mar. Podés ir a comer este carísimo, puedes ir a comer barato, hay para todo el bolsillo.

P: Mauro Moyano, vicepresidente de la Cámara de Turismo de Cariló, dijo que la proyección turística es peor que en 2001. ¿Cómo avizora usted que será el resto de la temporada?

SM: Es complicado hacer esta predicción porque la estadía se acortó, con lo cual es muy difícil poder compararla con la otra. Lo bueno es que en la provincia de Buenos Aires las clases empiezan después del Carnaval, lo que hace que trataremos de tener una temporada que dure hasta el 4 de marzo inclusive. Esperamos que dure por lo menos hasta carnaval y que aquellos que tienen chicos en edad escolar puedan quedarse hasta los primeros días de marzo y que la gente lo pueda disfrutar a tope.

P: ¿Qué políticas adoptó la provincia para impulsar al sector en este contexto?

SM: Trabajamos todo el año junto al Banco Provincia para armar distintos paquetes que resulten atractivos para el consumidor como reintegros y beneficios en Cuenta DNI, pero también con financiamiento en cuotas sin interés para reservar hotel y transportes, descuentos para entradas en parques temático, recitales y otros consumos culturales. A la vez, hicimos todo el año la campaña “bueno, bonito y bonaerense” en todos los aeropuertos, rutas, gráfica y televisión con mucha visibilidad. Tenemos también el programa en Telefé “Código viaje” y trabajamos muchas cuestiones vinculadas a diversificar los productos.

P: ¿Se hicieron obras de infraestructura?

SM: Se realizaron obras de repavimentación en las rutas hacia la costa atlántica antes del inicio de la temporada, con una inversión de más de 250 millones de dólares. También abrimos dos paradores y hay una inmensa oferta de espectáculos gratuitos en distintos destinos turísticos.

P: ¿Qué son los paradores que instaló la provincia?

SM: Son paradores de playa, uno en Villa Gesell y otro en Miramar que funcionan todos los días de 10 a 20 y ofrecen actividades gratuitas diarias. Consideramos que todas las personas tienen que tener acceso al entretenimiento, facilitarle las instalaciones que tienen todos los paradores privados, pero de manera gratuita: unidades de sombra, agua, shows y más de 600 actividades. En toda la provincia hay un programa del Instituto Cultural que se llama “Cultura Rodante” y que acerca a las infancias este distintos espectáculos. También está toda la oferta teatral y muestras en el Museo del Mar.

El turismo como actividad productiva

P: ¿Qué políticas puede mantener la provincia pese al ajuste que implementó el Gobierno nacional para para que se sostenga el turismo a lo largo de todo el año?

SM: A partir del éxito que tuvo el Programa Viajes de Fin de Curso, se diversificaron productos turísticos. Trabajamos con los municipios para encontrar ese atractivo que, a priori, no está dado sólo por el mar. Trabajamos con un programa de pequeña infraestructura turística para mejorar áreas de camping, vestuarios, muelles u oficinas de turismo. Damos apoyo a las mil fiestas populares que hay en la provincia, donde se muestran productos y crece la economía local. Eso fomenta y sostiene el empleo, y hace que el turismo se mueva. Históricamente, fuera de temporada se vendía Tandil y Sierra de la Ventana, ahora las agencias empezaron a vender otros destinos como San Pedro, Chascomús y Cañuelas.

P: ¿La no aprobación del presupuesto afecta a Turismo?

SM: Por supuesto. Afecta a todo, pero las líneas de trabajo las tenemos trazados y nos volveremos creativos para aprovechar al máximo todo lo que tengamos disponible y seguir promoviendo al turismo interno y el empleo para las personas que viven de esto.

P: En materia económica, la turística se ubica como la quinta actividad más importante para Buenos Aires. ¿Esta crisis en el turismo afecta fuentes laborales?

SM: Por ahora viene resistiendo la actividad, porque se incrementa muchísimo en el verano. Desde la provincia intentamos promover que se sigan teniendo las fuentes de empleo. Pero, sin duda, creo que habrá heridos como hay en todas las otras ramas de las actividades productivas. El turismo es una más de ellas y le afecta mucho la estacionalidad, por eso es tan importante que trabajemos esta diversificación de productos. Si la temporada no es lo suficientemente buena, si es corta, sumado al malestar general económico, sin duda va a afectar a varias ciudades cuya actividad fundamental es el turismo.

P: ¿Tienen estimado qué cantidad de gente vive directa o indirectamente del turismo?

SM: Hasta hace un año, 12 mil pymes estaban vinculadas directa o indirectamente al turismo. Es una actividad muy transversal. Cuando una ciudad recibe turismo, trabaja desde la gomería, arreglando ruedas que se pinchan, hasta las farmacias, donde te compras una aspirina si te sentís mal. Lo que derrama es sumamente amplio. Es, a la vez, uno de los principales primeros empleos de la gente joven en gastronomía y hoteles.

P: ¿Qué le manifiestan desde las cámaras de turismo, hotelería y gastronomía?

SM: La diferencia de estadías y el hecho de que la gente no reserve. Para el empresario, es difícil poder calcular la cantidad de empleados que necesita o cuánta comida comprar porque no sabe cuántos huéspedes va a tener. La imprevisión les preocupa.