La ministra de Seguridad Nacional rechazó las acusaciones del gobernador bonaerense, y dijo que el recrudecimiento de la inseguridad en la Provincia incluye, además del narcotráfico, los asesinatos, las entraderas y «el dolor de las familias que viven con miedo».
Bullrich le reclamó a Kicillof que se «deje de llorar y se ponga a trabajar», al tiempo que lo acusó de estar «de brazos cruzados» frente a la inseguridad y de dejar actuar al narcotráfico, a diferencia del combate, que -agregó- lleva adelante el Gobierno nacional.
La ministra responsabilizó a las distintas administraciones peronistas, tanto nacionales y bonaerenses, por la suba de los casos de inseguridad que viene registrando en los últimos años el principal distrito del país. En particular, cargó contra el exgobernador Felipe Solá, el expresidente Alberto Fernández y los actuales intendentes justicialistas del conurbano.
En otro orden, Bullrich anunció el envío en marzo de prefectos y policías federales a Mar del Plata, en el marco del Plan 90/10, que focaliza acciones preventivas y de combate contra la inseguridad en aquellas ciudades donde se concentran estadísticamente los delitos.