En un país donde la inflación y la devaluación son parte del día a día, enseñarles a los niños y adolescentes argentinos a ahorrar y a invertir se volvió casi tan importante como educarlos en Matemáticas o Lengua. Hoy, además de la clásica alcancía, existen nuevas alternativas como apps, criptomonedas y hasta microinversiones en oro para que los más jóvenes empiecen a construir su educación financiera.
El primer paso: enseñar el valor del ahorro
La base de cualquier planificación financiera es el ahorro. Para los más chicos, una forma sencilla de empezar es mediante un objetivo claro: juntar dinero para un juguete, una salida o algún deseo especial. Se puede usar una alcancía o incluso una cuenta bancaria de ahorro para menores, disponible en varios bancos argentinos.
La clave está en explicarles que guardar dinero hoy les permitirá alcanzar algo importante mañana. Relacionar el ahorro con metas concretas ayuda a mantener la motivación.
Dólares y la cultura de resguardo de valor
En Argentina, el dólar cumple un rol especial como «ahorro refugio». Muchos padres eligen enseñar a sus hijos que parte del dinero ahorrado puede convertirse en dólares para protegerse de la inflación.
Una estrategia puede ser mostrarles que, cada tanto, un porcentaje de sus ahorros en pesos se cambie a dólares y se guarde en una cuenta bancaria o en una billetera digital segura. Así, aprenden no sólo a ahorrar, sino también a resguardar el valor de su esfuerzo.
Criptomonedas: una puerta al futuro
Aunque requieren ciertos recaudos, las criptomonedas como Bitcoin o Ethereum ya forman parte del lenguaje de muchos adolescentes. Plataformas como Belo, Lemon Cash o Binance permiten comprar fracciones mínimas de criptomonedas y hasta ofrecen tarjetas para gastar cripto en comercios.
Antes de introducirlos en este mundo, es importante enseñarles las diferencias entre activos tradicionales y digitales, explicarles los riesgos de volatilidad y fomentar una mirada de inversión a largo plazo.
Invertir en oro desde el celular
Otra opción cada vez más popular es la inversión en metales preciosos. Apps como Buenbit permiten comprar pequeñas fracciones de oro digitalizado respaldado, de manera simple y segura.
Enseñar a un adolescente que puede comprar el equivalente a una moneda de oro por unos pocos dólares y verlo evolucionar en el tiempo puede ser una gran lección de paciencia financiera.
Aplicaciones que ayudan a ahorrar e invertir
Existen herramientas digitales diseñadas especialmente para los más jóvenes. Algunas de las más utilizadas en Argentina son:
- Alfi: app de educación financiera que enseña conceptos de ahorro, inversión y presupuesto mediante juegos interactivos.
- Ualá: tarjeta prepaga y app que permite administrar gastos, ahorrar en «objetivos» y hasta invertir en fondos comunes de inversión (requiere mayoría de edad, pero algunos adolescentes la usan con supervisión de un adulto).
- Lemon Cash: ofrece la posibilidad de ahorrar e invertir en criptomonedas con incentivos en cashback.
- Belo: billetera que facilita la compra de criptomonedas desde pesos argentinos y permite convertir de manera instantánea entre monedas.
Además, algunas billeteras bancarias, como las de Santander, BBVA o Galicia, permiten abrir cuentas para menores de edad vinculadas a las de sus padres, fomentando una gestión responsable desde chicos.
Claves para enseñar finanzas a los chicos
- Dar el ejemplo: los niños aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice.
- Fomentar la autonomía: permitirles manejar pequeñas cantidades de dinero para que experimenten el ahorro y el gasto.
- Hablar de errores y riesgos: que sepan que a veces se gana y a veces se pierde, pero lo importante es aprender.
- Enseñar a diversificar: que no pongan «todos los huevos en la misma canasta» es una lección que vale tanto para pesos, dólares, cripto o cualquier inversión.
En un contexto como el argentino, donde el conocimiento financiero es una herramienta de supervivencia, enseñarles a los chicos a ahorrar e invertir no sólo los prepara para el futuro, sino que también los empodera para tomar mejores decisiones en su vida adulta.