A través del decreto 346/2025 publicado este jueves en el Boletín Oficial, el Poder Ejecutivo formalizó una serie de medidas de reorganización administrativa en el ámbito de la cultura, que incluyen la disolución de diversos institutos nacionales y la transformación de organismos en unidades dependientes de la Secretaría de Cultura.
Las reformas se enmarcan en el proceso de reestructuración del Estado que impulsa el Gobierno nacional, y alcanzan a organismos como el Museo Nacional de Bellas Artes, el Instituto Nacional del Teatro y el Parque Tecnópolis, entre otros.
Además, se concretó la centralización de funciones que antes estaban distribuidas entre entes descentralizados y desconcentrados.
Según lo dispuesto, los compromisos y obligaciones de los organismos disueltos serán asumidos por la Secretaría de Cultura, conducida por Leonardo Cifelli, y por el Ministerio de Capital Humano, en el marco de sus respectivas competencias.
El objetivo, se indicó en el texto de las medidas, es “evitar la dispersión de decisiones y asegurar la continuidad de las políticas culturales”.
Entre los organismos afectados figuran también el Instituto Nacional Browniano, el Instituto Nacional Belgraniano, el Instituto Nacional Newberiano y el Instituto Nacional Juan Domingo Perón de Estudios e Investigaciones Históricas, Sociales y Políticas.
En todos los casos, se indicó que las funciones esenciales continuarán desarrollándose en otras estructuras del Estado.
La medida alcanza asimismo a espacios culturales como el Palacio Libertad, el Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento y el Parque Tecnópolis, que pasarán a funcionar como unidades organizativas dentro de la Secretaría de Cultura de la Presidencia.
El decreto establece que los bienes muebles e inmuebles de los organismos disueltos serán transferidos a la Agencia de Administración de Bienes del Estado, mientras que el personal será reubicado conforme a la Ley Marco de Regulación del Empleo Público Nacional.
Además, se instruyó a las áreas correspondientes a realizar las adecuaciones presupuestarias necesarias para reflejar los cambios dispuestos en el Presupuesto General de la Administración Nacional.
En otro orden, el Gobierno también oficializó mediante el decreto 345/2025 la fusión del Instituto Nacional Yrigoyeneano y el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
Esa nueva unidad organizativa dependerá también de la Secretaría de Cultura, con el propósito de “optimizar la administración y fortalecer las líneas de investigación y difusión histórica”.
Uno de los puntos salientes de la reforma es la transformación del Instituto Nacional del Teatro que, a partir de ahora, dejará de operar como organismo autónomo para integrarse a la estructura de la Secretaría.
La decisión se apoyó en un informe de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), que señaló debilidades en el control interno de los fondos asignados al sector.
La normativa también alcanza al Instituto Nacional Sanmartiniano y a la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, que continuarán su labor como unidades dentro de la Secretaría de Cultura.
Por otra parte, el decreto contempla la creación de consejos asesores ad honorem, integrados por especialistas del ámbito teatral, bibliotecario y cultural. Estos órganos de consulta no vinculante acompañarán el diseño de políticas públicas y la formulación de planes de acción.
Finalmente, se dispuso que los recursos financieros y presupuestarios de los organismos alcanzados serán reasignados a la Secretaría de Cultura, que tendrá a su cargo la implementación de la reorganización estructural.
