El presidente Alberto Fernández afirmó que hace dos años empezó a «escribir un nuevo capítulo de nuestra democracia», al cumplirse hoy el segundo aniversario de su asunción, y remarcó que fueron «730 días con aciertos y errores y, sobre todo, con la convicción de nunca haber firmado nada que postergara a las argentinas y argentinos».
«Hace dos años años con esta lapicera empezamos a escribir un nuevo capítulo en la historia de nuestra democracia», comenzó el Presidente un hilo de Twitter publicado en su cuenta esta mañana, junto a una foto de su escritorio, donde se puede ver un celular, un cuaderno de anotaciones y una lapicera.
En este marco, agregó: «Aquel 10 de diciembre no nos encontramos con una hoja en blanco, sino con un país que pedía pasar de página. Asumimos el desafío de poner a la Argentina de pie con el pulso firme, dispuestos a que esas páginas reflejaran un pueblo que salía adelante y que empezaba a vivir mejor».
«Pero llegó la pandemia y debimos reescribir nuestros proyectos y empezar de nuevo. Y así firmamos por reabastecer un sistema de salud destruido. Por dar asistencia económica a quienes la situación más había golpeado. Por conseguir 95 millones de vacunas para nuestro pueblo», continuó el mandatario en su posteo.
Fernández remarcó que «con esta misma lapicera anotamos las demandas de todas y todos y seguimos firmando lo necesario por la reconstrucción de la Argentina» y añadió: «Firmamos por más derechos para quienes trabajan, para los jubilados, para las mujeres y las personas gestantes. Firmamos por un país más soberano y federal. Por más salud, educación y ciencia. También firmamos por nuestra industria, por las PyMEs, por garantizar el empleo».
«Y así, en cada firma, cumplimos con nuestra promesa de un mejor presente y un mejor futuro. 730 días con aciertos y errores y, sobre todo, con la convicción de nunca haber firmado nada que postergara a las argentinas y argentinos. Todavía tenemos mucho por escribir», concluyó su publicación.
El Gobierno cumple hoy dos años de gestión mientras encara el desafío de consolidar una recuperación económica que conjugue crecimiento e inclusión social, por lo que será clave el acuerdo que se logre con el FMI respecto a los 44.000 millones de la deuda récord que contrajo la administración de Cambiemos.
Tras los 21 meses de pandemia que alteraron el proyecto original y con las elecciones legislativas consumadas, el Ejecutivo llega a su segundo aniversario con la expectativa puesta en que todos los sectores de la producción sostengan y profundicen su reactivación y creen puestos de trabajo, para lo cual apuesta a la capacidad del Estado para hacer sinergia.
Sin dudas, el pulso actual de un Gobierno signado por la irrupción del coronavirus en sus dos primeros años lo definió el propio Alberto Fernández en la noche de los comicios legislativos del 14 de noviembre, jornada en la que el Frente de Todos mejoró su resultado en la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más poblado y que reúne el 37% del padrón.
Esa noche, Fernández presentó el nuevo horizonte del Ejecutivo, que unos días después retomaría en el acto que encabezó en la Plaza de Mayo por el Día de la Militancia, al plantear un mensaje que renovaba objetivos y, en simultáneo, responsabilidades y esperanzas: «Hoy comienza la segunda etapa de la gestión».
Los objetivos apuntan hoy a dar una vuelta de página, sin descuidar el aspecto sanitario por la pandemia de coronavirus tras la aparición de la variante Ómicron, y se basan en datos duros que reflejan una reactivación que contrasta con la reciente contracción económica de otros países de la región, como en el último trimestre en Brasil.
La consigna que circula en el Gobierno, en cualquier caso, es apuntalar el crecimiento para generar divisas y exportaciones -necesarias para el repago de la deuda- pero al mismo tiempo hacer todo lo que se pueda para que la suba de la actividad se refleje en mayor bienestar para la gente.
En materia económica, se puede destacar la modificación del impuesto a las Ganancias y la decisión de mantener los precios del servicio de transporte público y las tarifas, pero uno de los mayores logros de estos dos años fue la renegociación de la deuda externa con acreedores privados que el Ejecutivo pudo concluir en agosto de 2020.
Aquella reestructuración de deuda bajo ley internacional, con acreedores privados y por una cifra total de 68.000 millones de dólares, fue considerada la segunda mayor de la historia tras la experiencia de Grecia en 2012.
Tras acordar ese canje de deuda, a la administración del FdT le resta encontrar alguna alternativa con el FMI para refinanciar los 44.000 millones de dólares que el organismo le prestó a la gestión de Macri sin cumplir sus propias reglamentaciones.
Tras los resultados en las PASO, la carta de la Vicepresidenta y los cambios en el Gabinete, la elección del 14 de noviembre marcó una recuperación que recortó casi hasta un empate técnico la diferencia en el distrito más poblado del país, aunque a nivel nacional el FdT quedó a ocho puntos de JxC.
A partir de entonces, el oficialismo volvió a mostrar presencia masiva en las calles -un factor que la pandemia había obturado en 2020 y el primer tramo de 2021- con participación de los sectores políticos, sindicales y sociales que lo componen en las movilizaciones del 17 de octubre y del 17 de noviembre, y para la negociación con el FMI recibió el acompañamiento de cámaras de empresarios industriales.
La manifestación en las calles volvía a verse esta tarde para conmemorar en la Plaza de Mayo el Día de la Democracia y los Derechos Humanos, con un acto encabezado por el presidente Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y los exmandatarios de Brasil, Inacio Lula Da Silva y de Uruguay, José Pepe Mujica.