El Palacio Barolo, en el barrio de Monserrat, invita a visitarlo con diferentes propuestas que abarcan desde la experiencia de escuchar música de violines o violonchelos, deleitarse con poemas de Jorge Luis Borges, o hacer un recorrido romántico y misterioso en la noche porteña, todo en el magnífico edificio que representa a la Divina Comedia del Dante.
Esta maravilla arquitectónica, que se ha convertido en un clásico del paisaje porteño -tiene en el Palacio Salvo su gemelo en la ciudad de Montevideo- es visitado por 2.000 turistas al mes, tiene 100 metros de altura y dos subsuelos.
El edificio ubicado en Avenida de Mayo 1370, puede ser recorrido en sus distintas modalidades, los lunes, miércoles, jueves, viernes y sábados durante todo el año, inclusive los feriados, y con reserva previa.
Un ascensor se detiene en los pisos más representativos de los niveles dantescos (un tramo que va de Planta Baja al piso 16), mientras un guía de la empresa Palacio Barolo Tours cuenta su historia y revela el significado de todos los símbolos relacionados no sólo con la obra del Dante, sino también con la masonería.
El segundo tramo, a partir del piso 16, se sube por escalera seis pisos hasta el mirador de 360 grados, y los más osados, pueden subir otros dos pisos (opcionales) hasta el antiguo faro.
«Las escaleras son angostas, de una sola dirección y a medida que se llega a la cúpula se vuelven más pequeñas y no poseen pasamanos, pero tienen pared de ambos lados», aclararon desde la empresa que tiene a cargo las visitas.
Al descender de la torre, el tour sigue en una oficina de los años 20 para experimentar la época en la cual se construyó el edificio, actividad que dura cerca de una hora y media.
Los lunes, miércoles, jueves y viernes el valor por persona es de 245 para los turistas extranjeros y 195 pesos para los a residentes argentinos, mientras que los fines de semana y feriados el valor por persona es de 255 pesos para extranjeros y 205 pesos para argentinos, siempre con descuentos de un 15 por ciento para jubilados y estudiantes.
Entre otras curiosidades, el recorrido puede incorporar un narrador que interpreta poesías de Jorge Luis Borges, quien escribió «Los nueve ensayos dantescos», un estudio sobre la obra del poeta italiano.
En ese caso, el valor del tour asciende a 275 pesos por persona para extranjeros, y 250 para argentinos, y se realiza los miércoles, a las 18, y los sábados a las 17.
Pero también se puede pasear por el edificio y vivir la experiencia de observar la ciudad de Buenos Aires desde las alturas «mientras las vibrantes melodías de un violonchelo cautivaran el momento», destacaron los tour operadores.
Al terminar ese recorrido se prueba el vino blanco de ‘Beatrice’, el amor del Dante, con degustación de delicatesen, experiencia que se realiza en la oficina de los años 20 y que tiene una duración de casi dos horas, los días viernes, a un costo de 415 pesos para extranjeros y 365 para argentinos.
También hay una visita nocturna, la ‘Extraordinary Night’, que comienzan a las 20 y duran dos horas, y que permite observar la ciudad desde las alturas iluminados con el antiguo faro, para luego finalizar en una oficina degustando un vino con productos.
Los lunes y miércoles hay un show de música ciudadana llamado ‘De Luz y Tango en el Barolo’, con un valor por persona de 600 pesos de los que los argentinos pagan 365 pesos.
A esto se suman los jueves los conciertos solistas de violonchelo llamados ‘Vibraciones de Cello’, a un precio por persona de 415 pesos para extranjeros y 365 para residentes, mientras que los viernes y sábados es el turno del concierto ‘Nobleza de Cuatro Cuerdas’, donde se realiza el recorrido por el edificio con la compañía de un violinista.
También hay otra visita guiada nocturna llamada ‘Light’ de un hora y media de duración que se realiza todos los viernes y sábados a las 22, con el encendido del antiguo faro para que se pueda ver desde las alturas la ciudad.
El valor en este caso es de 350 pesos por persona para extranjeros y los argentinos pagan 300 pesos.
Otros atractivos son el Tour Fotográfico, el segundo sábado de cada mes, a las 11, que dura dos horas, y las clases de tango, los lunes y miércoles a las 17, 18 y 19, con el instructor Maxi Morales, a 450 pesos por persona.
La firma detalló que «entre las 1.500 a 2.000 personas al mes» recorren el edificio, de los cuales «el 50 por ciento son residentes argentinos y el otro 50 por ciento extranjeros».
El tradicional edificio de auténtico estilo Art Nouveau lo mandó a construir Luis Barolo, un progresista productor agropecuario que llegó a la Argentina en 1890 y fue el primero en traer máquinas para hilar algodón e importar tejidos, y que instaló las primeras hilanderías de lana peinada del país e inició los primeros cultivos de algodón en el Chaco.
En el centenario de la revolución de Mayo, Barolo conoció al arquitecto italiano Mario Palanti, quien trabajó en el edificio Otto Wulf de Belgrano y Perú; el Edificio Renault; y el De los Atlantes, a quien contrató para realizar el proyecto que se convertiría en su momento en la edificación más alta de Buenos Aires.
Con el objetivo de conservar el legado de Dante Alighieri, quiso construir un edificio inspirado en la obra del poeta, con 24 plantas, 22 pisos y dos subsuelos, que fue posible gracias a una concesión especial del intendente Luis Cantilo, en 1921, ya que superaba en casi cuatro veces la máxima permitida para una avenida.