El ministro de Economía, Luis Caputo, defendió el DNU que quiere firmar Javier Milei sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y abrió el paraguas sobre su impacto económico. Dijo que tras la firma del acuerdo con el FMI “puede haber volatilidad pero no un cimbronazo” y defendió el dictado del decreto de necesidad y urgencia (DNU) al considerar que la oposición kirchnerista en el Senado podía trabar su aprobación. Asimismo, Caputo eludió precisar si habrá cambios en el régimen cambiario a partir del programa que se firmará con el organismo internacional.

En declaraciones a La Nación+, el ministro destacó la fortaleza del programa económico y sostuvo que el FMI “está en shock” por los resultados que mostró hasta ahora. Incluso se animó a decir que se “están reescribiendo los libros de economía” a partir de la experiencia en nuestro país. No obstante, el funcionario dejó entrever que programa traerá consigo medidas que modificarían el actual esquema económico. En ese contexto, eludió ser taxativo sobre a qué valor quedará el dólar cuando se implemente el plan.

“Puede haber un poco de volatilidad, pero nunca va a haber un cimbronazo por la baja cantidad de pesos”, aseguró Caputo. El ministro argumentó que “cada vez hay menos pesos y cada vez habrá más dólares”, por lo cual “no va a pasar nada” y subrayó que “eso permitirá salir del cepo sin que haya problemas”.

Al ser consultado sobre si se mantendrá el mecanismo del crawling peg (depreciación gradual de la moneda) del 1% Caputo fue elíptico: “No cambia nada por la robustez de nuestro programa”, contestó, pero sin ratificar la continuidad de ese esquema. Acerca del programa con el FMI aseguró que “el monto total ya está definido con el staff técnico del organismo” y se consensuó a partir de “diferentes escenarios”. Caputo se excusó de informar el monto por “confidencialidad”.

Explicó que el cierre definitivo se concretará cuando se complete el proceso legal interno. Caputo dijo que se dictó un DNU porque si se hubiese optado por una ley, como lo obliga la propia norma 27.612 de Sostenibilidad de la Deuda Pública, posiblemente en el Senado se corría el riesgo de que se demore su tratamiento.

“Si algo podemos argumentar de necesidad y urgencia es esto. La gente quiere salir de esto. Si mandamos a las dos cámaras, en el Senado hay mayoría kirchnerista que quiere que al país le vaya mal y se podía demorar y mucho. Y esto no se puede demorar”, sostuvo.

El ministro subrayó que “mandar un DNU es parte de nuestro derecho” y explicó que “la semana que viene va a la Comisión Bicameral y una vez que aprueba el dictámenes si la Cámara baja no lo rechaza entonces es ley”. “Y ese es el camino que le conviene a la gente”, opinó.