Ocho personas, además del secretario general de la Uocra platense, Juan Pablo «Pata» Medina, fueron detenidas durante los allanamientos del martes en la causa que investiga al dirigente sindical por los delitos de presunta «asociación ilícita, coacción agravada y extorsión reiterada», entre ellos su mujer, Fabiola García, y los hijos de la pareja, Marianela (de ella) y Agustín (de Medina).
Fuentes policiales informaron a Télam que durante los allanamientos dispuestos por el fiscal Álvaro Garganta también fueron detenidos la mujer de Medina, María Fabiola García; Pablo Nicolás Neves; Marianela Luján Pagnoni, hija de Fabiola; Agustín Facundo Medina, hijo del sindicalista, y su esposa Lara Micalea Muñiz, presidenta de la empresa panificados Rey del Cielo; Federico Miguel Angel; y Casimiro Gómez.
También quedó detenido Rubén Darío Roldán, integrante de la gremio la UOCRA, tras presentarse junto a su abogado defensor en la DDI La Plata.
A todos ellos, el fiscal les tomará declaración mañana en La Plata.
María Fabiola García es la mujer de Medina, alias «la dueña», de 47 años, acusada de ser la persona que presuntamente regenteaba a las mujeres en las obras y en sociedad con su hermano en el Catering Argentina.
En tanto, también se detuvo a la hija de Fabiola García, Maríanela Luján Pagnoni, de 28 años, responsable de una empresa de catering; y al hijo del sindicalista, Agustín Facundo Medina, de 27 años, integrante del gremio y a cargo de dos caterings.
Completaron la nómina de detenciones en el marco de los allanamientos dispuestos por el fiscal, Pablo Nicolás Neves, de 40 años, que secundaba a la mujer de Medina, y que fue señalado por los investigadores como la persona que presuntamente extorsionaba a empresarios.
También, quedó detenido Federico Miguel Angel, un contador de 65 años, y Casimiro Gómez, de 45 años, acusado de ser el recaudador de dinero, manejado por el hijo de Medina apodado «Puli».
Las fuentes indicaron a Télam que, durante los allanamientos, también se secuestró «documentación, computadoras, teléfonos celulares y vehículos de las empresas allanadas».
Para el fiscal, según se desprende del requerimiento de detención, “existen elementos suficientes para tener por acreditado que por lo menos de hace seis años a la fecha, un grupo integrado por al menos 11 personas, una de ellas como jefe, valiéndose de la circunstancia de ser el Secretario General de la UOCRA La Plata, se pusieron de acuerdo para cometer delitos de modo indeterminado por si, o utilizando como medio a los obreros del gremio para tales fines”.
“Mediante actos intimidatorios y bajo la amenaza de parar las obras y trabarlas en conflictos gremiales, procuraron de manera sistemática y de imposible cumplimiento sin un acuerdo previo, la concesión por parte de empresas y contratistas de importantes beneficios económicos, imposición de personal, cantidad del mismo y empresa proveedora de viandas entre otras cosas», planteó Garganta.
Entre los fundamentos del pedido, mencionó una denuncia penal anónima recibida en la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas ilícitas y Crimen Organizado el 30 de junio en la que un hombre dijo que en la capital bonaerense Medina lidera una “organización mafiosa que se dedica a lavar dinero de las drogas” junto a su hijo “El Puli”, “un empresario llamado Miguel Federico” junto con “un tal Cacho y Pablo Neves”.
Además, citó una investigación policial que da cuenta de “la operatoria logística con la que se maneja la organización, quienes conformarían una estructura poderosa con gran convocatoria de individuos que responden al liderazgo de Medina Juan Pablo y a su vez serían a quienes utilizarían para cometer actividades ilegales, como ser confrontar con quienes se oponen a sus exigencias”.
Describió luego que los agentes policiales lograron averiguar que Medina y sus hijos “se hacen presentes en las obras en construcción y mediante actos intimidatorios, obligan a que incorporen obreros y delegados del sindicado, para los cuales fijarían una remuneración dineraria especifica” y que de no ser aceptada esa imposición, la Uocra procede a la “intimidación y amedrentamiento con agresiones físicas y de armas de fuego, atacando a los responsables de las obras y también a quienes ya se encuentran trabajando en ella, evitando que continúen con su desarrollo hasta conseguir su objetivo”.
“Esta maniobra sería por utilizada por Medina Juan Pablo y sus hijos para obtener fondos dinerarios que volcarían en la adquisición de inmuebles, autos de alta gama y otros emprendimientos, como una panificadora que sería de la cual se enviarían viandas a los obreros, también exigiendo que sean pagadas por los empleadores sin tener la opción de rechazarlas», señala el requerimiento.
Garganta también hizo referencia a que Medina y sus hijos “impondrían que se empleen obreros de distintos niveles, delegados de obra y el consumo de viandas que los mismos sindicados proveen, pagándose en cada caso un determinado canon dinerario bajo aprietes a empresarios o simples constructores, paralización de los proyectos hasta que se acepten sus condiciones”.
De la investigación también surge, de acuerdo a Garganta, que “García David Emiliano, hermano de Fabiola Garcia y cuñado de Juan Pablo Medina, se ocuparía del apriete a los empresarios de la construcción y junto a su hermana Fabiola mantendrían un emprendimiento pequeño de comidas cuya razón social se denomina ‘Mejor que en casa'».
Las demás personas involucradas en las maniobras ilegales «serían Pablo Neves, quien se encargaría de amenazar a constructores; y Miguel Federico, encargado del manejo de las inversiones de dinero proveniente de los actos intimidatorios y extorsivos, ordenados por Medina Juan Pablo y sus hijos».
Garganta describió que los elementos probatorios recolectados -testimonios policiales, denuncias anónimas, escuchas telefónicas y fotos- “ilustran la forma sistémica con la que opera la banda, poniéndose de manifiesto los diversos roles asignados a los partícipes, la modalidad de la cual se valía la organización para la obtención de fondos dinerarios en forma ilegítima, ello bajo el ‘apriete’ a empresarios o intermediarios de obras de construcción iniciadas o próximo a hacerlo, para luego invertir el dinero en la compra de inmuebles y automóviles de alta gama, como así también en un emprendimiento empresarial destinado al servicio de preparación de comidas y elaboración de productos de panadería”.