El director de Hospitales de la provincia de Buenos Aires, Juan Riera, afirmó hoy que «la pendiente acelerada de aumentos de contagios de coronavirus» generó una ocupación de camas que «preocupa» a las autoridades.
«Este aumento de casos impactó fuerte en los hospitales, sobre todo en los del Conurbano bonaerense», planteó en declaraciones a radio El Destape Radio e indicó que «el impacto en la ocupación de camas es de enorme preocupación».
Sostuvo que «la ocupación de camas de terapia en AMBA y de La Plata está entre el 67 y el 95%, según el lugar» y remarcó que si bien durante el año pasado el sistema «fue reforzado y ampliado, triplicándose las camas de terapia», no será posible «seguir extendiendo recursos si los casos siguen creciendo a este ritmo».
Con todo, explicó que «los contagios de las últimas 48 horas aún no se refleja en camas de terapia intensiva porque eso lleva unos días» y además expuso que gran parte de la población con coronavirus «es joven y ocupa camas de cuidados mínimos o intermedia».
Riera remarcó que la provincia aún dispone de estrategias que no debieron ser utilizadas en la primera ola, como la derivación a hospitales a más de 100 kilómetros en los distritos en los que se registren muchos casos.
«Hoy las derivaciones son de cercanía, en la órbita de los 50 kilómetros, pero nos preocupa que se van ocupando las camas y se nos completan grupos de hospitales por región», dijo.
El funcionario graficó que «en conurbano norte -San Martín, Vicente López, Escobar, Tigre y San Isidro- así como en el sur -Lanús, Avellaneda, Quilmes, La Matanza o Lomas de Zamora hay una alta ocupación de camas de terapia intensiva» y añadió que «en La Plata y alrededores hubo un crecimiento muy grande de casos en estos días».
Luego, contó que la campaña de vacunación funciona «a un buen ritmo», detalló que ya se inoculó «a más del 50% de los mayores de 70 años que se inscribieron» y adelantó que en las próximas tres semanas de restricciones «se avanzar fuerte» en la inmunización para «poder paliar la situación de los pacientes de riesgo».
Reconoció posteriormente que «los trabajadores de salud están con mucho cansancio», pero remarcó que tienen «compromiso» para abordar la situación».