Un estudio, liderado por investigadores del CONICET y realizado bajo la coordinación del Ministerio de Salud bonaerense determinó que el 100% de las personas que participaron de la prueba desarrollaron anticuerpos específicos contra el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) tras recibir el esquema completo de dos dosis de la vacuna Sputnik.
En un comunicado, la cartera sanitaria precisó que el trabajo «sugiere revisar el esquema de vacunación para aquellos individuos que han sido previamente infectados con este virus».
“Los resultados del estudio muestran que las personas previamente expuestas al virus, que mostraron tener anticuerpos antes del inicio de la vacunación, generan una respuesta inmune humoral rápida al recibir una dosis de la vacuna Sputnik, produciendo niveles de anticuerpos similares e incluso superiores a los producidos por personas no infectadas que recibieron dos dosis de la vacuna”, afirmó la jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL), investigadora superior del CONICET y miembro del equipo que realizó el estudio, Andrea Gamarnik.
En tanto, el investigador superior del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS) -que depende del CONICET y la UBA- y miembro del equipo que realizó el estudio, Jorge Geffner, planteó que «estos resultados sugieren que la infección previa genera memoria inmunológica que se evidencia con la primera dosis de Sputnik V produciendo niveles aumentados de anticuerpos en comparación con individuos no infectados previamente”.
El hallazgo avalaría revisar el esquema de vacunación para aquellas personas con antecedentes confirmados de infección por el coronavirus SARS-CoV-2, lo que permitiría optimizar recursos sin comprometer la eficacia de la inmunización.
En la primera etapa del estudio se analizó la respuesta inmune de 142 trabajadores de la salud que se ofrecieron como voluntarios (edad=18-59 años) de siete centros públicos de la Provincia de Buenos Aires, de los cuales 22 habían estado previamente infectados con el nuevo coronavirus.
La investigación contó con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y fue coordinado por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires; con la participación de la FIL, el INBIRS, y el Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que depende del CONICET.
El esquema aprobado de vacunación con Sputnik V consta de un régimen de dos dosis con un intervalo de al menos 21 días entre la primera y la segunda dosis.
En el protocolo empleado, se tomaron muestras de suero previo a la vacunación (nivel basal), a los 21 días de haberse aplicado la primera dosis y a los 21 días de haberse aplicado la segunda dosis.
Las muestras recolectadas en la provincia de Buenos Aires fueron transportadas y analizadas en el Laboratorio de Serología de la FIL, coordinado por Andrés Rossi y Anabel Alvarez Juliá, utilizando para ello el test COVIDAR IgG desarrollado en el instituto, así como pruebas adicionales para medir la capacidad neutralizante de los anticuerpos realizadas en la FIL y en el INBIRS.
En el proyecto se analizaron 600 muestras de suero y se realizaron más de 3000 determinaciones para la cuantificación de anticuerpos del tipo IgG contra la proteína Spike del virus, como así también la cuantificación de anticuerpos neutralizantes de la infección.
Para esto último se evaluó la capacidad que tiene el suero de impedir que el SARS-CoV-2 infecte a una célula. Esta es una medida de cuan protectores son los anticuerpos generados.
El estudio mostró que el esquema completo de la vacuna Sputnik V indujo una respuesta humoral contra la proteína Spike del nuevo coronavirus en el 100% de voluntarios analizados en el estudio longitudinal 21 después de la segunda dosis.
Pero también reveló que la mediana de título o cantidad de anticuerpos en personas previamente infectadas que recibieron una sola dosis de la vacuna es ocho veces superior a la de aquellos voluntarios sin infección previa que recibieron el esquema de vacunación de dos dosis.
“Estos resultados muestran que la respuesta humoral de memoria de personas previamente expuestas al virus es robusta y parecería ser superior a la desarrollada después de dos dosis en personas que no se enfrentaron con el virus previamente”, destacó Gamarnik, líder del desarrollo de los kits COVIDAR IgG.
Tras la aplicación de la primera dosis de Sputnik V, la respuesta inmune contra SARS-CoV-2 en el grupo con previa infección mostro una mediana en la cantidad de anticuerpos muy alta. Ésta llegó a un valor de 12.800 (lo que mide cuantas veces se puede diluir el anticuerpo y aun detectar su actividad), y el otro grupo (sin previa infección) mostró un valor medio de 200.
Se especificó que tras la segunda dosis, la cantidad de anticuerpos en el grupo sin previa infección saltó de 200 a 1.600, mientras que en el grupo con previa exposición a SARS-CoV-2 no se observaron diferencias significativas tras comparar el nivel de anticuerpos después de una y dos dosis de vacuna.
Los investigadores también evaluaron la capacidad de los sueros de los voluntarios vacunados para neutralizar la infección viral.
“Los resultados fueron consistentes con el análisis de títulos de IgG totales, mostrando que la cantidad de anticuerpos neutralizantes en el grupo con previa infección fue superior con una dosis a la del grupo sin infección después de recibir la segunda dosis”, destacó Gamarnik.
El ministerio de Salud puntualizó que recientes trabajos con las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna han mostrado que la respuesta humoral luego de una dosis en personas con exposición previa al virus es de tal magnitud que sería posible no aplicar una segunda dosis. De hecho, países como Francia y España adoptaron esa política en ciertas franjas etarias para optimizar recursos.
“Sin embargo, no había estudios hasta el momento con la vacuna Sputnik V que comparasen los niveles de respuesta inmune de individuos vacunados con dos dosis con individuos vacunados con una dosis con exposición previa a SARS-CoV-2”, afirmó Gamarnik, para quien “los datos obtenidos en el presente trabajo son una muestra de la importancia del trabajo conjunto entre científicos, profesionales de la salud y autoridades para generar información en nuestro país”.
Los datos obtenidos en el presente estudio sugieren revisar el esquema de vacunación para aquellos individuos que ya estuvieron expuestos a SARS-CoV-2.
La implementación de una sola dosis de vacuna Sputnik V desarrolla una respuesta robusta en estos individuos, disminuyendo la incomodidad para este grupo de tener que recibir una dosis adicional y liberando dosis de vacunas para otros usos prioritarios.

“Los resultados preliminares de este estudio entusiasman mucho, son muy valiosos para la toma de decisiones en relación a la campaña de vacunación y la donación de plasma como tratamiento para COVID-19”, puntualiza la asesora biotecnólogica del Gabinete de Asesores del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Marina Pifano. “Contar con evidencia local sobre la respuesta a las vacunas, en este caso la Sputnik-V, generada por nuestros hospitales públicos e instituciones de investigación prestigiosas de nuestro país permite mejorar el enfoque de las políticas públicas”, añade.

Desde el Ministerio de Salud de la Nación se organizaron una serie de encuentros con otras carteras ministeriales con el objetivo de relevar y coordinar pautas de acción conjunta y articulada relacionadas con diversos aspectos relacionados con la gestión de la pandemia por COVID-19. En ese marco, se convocó a una reunión el próximo martes con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación donde será analizado el estudio de referencia para consensuar y fortalecer las líneas de trabajo actuales y a futuro. Luego se sumará también a la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN) para revisión exhaustiva y formulación de recomendaciones, cita de la que participará el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires en su carácter de generador del estudio.

Toda conclusión y toma de decisión se realizará en base a la evidencia científica disponible a nivel nacional, atentos a los indicadores de la vigilancia genómica y los avances en la producción nacional de vacunas candidatas para SARS-CoV-2.