Las playas del norte de Salvador, en el estado brasileño de Bahía, con sus arenas finas bordeadas de palmeras y el azul intenso del mar, más una importante infraestructura hotelera, comercial y de servicios, están de temporada todo el año y con más de un 50% de turistas argentinos, por lo que la aerolínea Azul duplicará su frecuencias desde Argentina a ese destino.
Costa de Sauipe, Praia do Forte e Imbassai, «con sus áreas protegidas y su reserva de las tortugas marinas muestran un equilibrio entre el desarrollo del turismo con el cuidado del ambiente, dijo a Télam Ageda Iglesias, encargada de marketing de los hoteles Palladium, uno de los resorts que más turistas argentinos recibe.
En ese marco, continuó, con cartelería destinada a «evitar el paso de visitantes sobre los lugares donde los quelonios desovaron», los viajeros pueden recorrer playas de aguas bravas o mansas.
Entre las primeras está Imbassai, donde hay una escuela de surf y lugares donde los arrecifes dan casa y comida a una enorme cantidad de peces de colores y pueden ser observados en excursiones de turismo subacuático, a través de las máscaras desde la primera inmersión.
La propuesta turística es llegar a Bahía y desde allí ir a los hoteles que quedan fuera de la ciudad, como en Costa de Sauipe, donde están esos establecimientos rodeados de lagunas y el mar, con acceso cercano a playas de arena fina y lugares con arrecifes.
Además de nadar entre peces de colores es recomendable realizar un breve recorrido sobre piedras tapizadas por algas, que atenúan el filo u dureza de las piedras contra las plantas descalzas de los pies.
Guarajuba también tiene una combinación similar como Jacuipé, pero este último poblado le agrega la desembocadura de una barra que se interna hasta la zona de Bom Gusto, casi como una ría varios kilómetros tierra adentro, que se puede recorrer a pie o en un barco pequeño.
Poco más al norte aparece Praia do Forte, con un gran paseo comercial desde la ruta hasta casi la arena, de unos mil metros, y al final del cual aparecen las instalaciones del Proyecto Tamar una iniciativa para preservación y conocimiento de las tortugas marinas, que es apoyado, entre otros, por la empresa petrolera mixta Petrobras.
Después están la playas con arrecifes al pie de la arena blanca, donde los visitantes pueden hacer snorkel (o «mergulho»,en portugués) entre peces azules con sus aletas amarillas, marrones con azules y negros y blanco a rayas, entre una gran variedad de combinaciones de color, que se cruzan frente a los bañistas y se les esconden entre las piedras.
Imbassai tiene extensas playas bravas al norte y, en su costa, la desembocadura del río Capivara, que se puede cruzar a pie, donde se desnudan piedras que albergan a más peces coloridos, tras cruzar la reserva natural del lugar, que es un pantano marino consolidado por la vegetación, tipo mangle, que extiende enormes raíces para tener suelo del que alimentarse.
Del otro lado de la reserva está la villa Imbassai, rodeada de resorts como el Aracás Village, Eco Posada, Luar da Praia, Vilangelim y Gran Palladium, que «en temporada alta, en verano, puede albergar a más de 4.000 personas, la mitad de las cuales son argentinos», dijo Iglesias.
«Además -dijo la ejecutiva de la cadena hotelera- un 25% son brasileños y el resto provienen de Uruguay».
Los hoteles como el Palladium, con sistema «all inclusive», cuentan con todos los servicios especialmente para familias con niños pequeños, además de teatros, bares abiertos toda la noche, discoteca y clubes de playa donde comer junto al mar.
Este hotel carece un servicio de wifi eficiente, según dicen los viajeros que eso es «como en casi todo Brasil», por lo que las comunicaciones se complican.
Ahora, «la aerolínea Azul anunció que va a duplicar la frecuencia de vuelos a la región desde Argentina, por lo que pasarán a tener de uno a dos vuelos diarios», adelantó Pablo Damigella, ejecutivo de la firma con representación también en Paraguay y Uruguay.
Azul Linhas Aéreas Brasileiras llegó a Ezeiza el 6 de marzo con «sus operaciones en Buenos Aires. La empresa ofrecía un vuelo diario a Argentina desde Belo Horizonte», recordó el empresario, y agregó que «la segunda frecuencia comenzará el 1 de julio».
«La aeronave utilizada es el Embraer 195, con 118 asientos, que fue bautizada bajo un arco formado por chorros de agua», sostuvo, y aseguró que «la conectividad es lo que marca una diferencia».
La capital mineira es uno de los hubs de la empresa, lo cual garantiza que clientes de más de 40 ciudades, hoy sin conexiones con Argentina, conseguirán llegar al vecino país».
«Los que salen de Buenos Aires pueden ahora llegar a destinos como San Pablo, Río de Janeiro, Cabo Frío, Buzios, Salvador, Porto Seguro, Maceio, Recife, Fernando de Noronha, Natal, Fortaleza, Jericoacoara y el resto de las ciudades, mediante una conexión», completó.