El presidente Alberto Fernández sostuvo hoy que tiene una decisión «muy firme» de «construir otro país distinto al que estaba antes de diciembre de 2019», en referencia a la gestión del exmandatario Mauricio Macri, y se comprometió a garantizar una «sociedad más justa e igualitaria».
«Quiero hacerlo con todos los argentinos, que todos sean parte de la construcción de ese país, porque no concibo la política de otro modo, sino buscando el diálogo», dijo Fernández en un acto realizado en la planta potabilizadora General San Martín, por el Día Mundial del Agua y la conmemoración de los 15 años desde la reestatización de la empresa Aguas y Saneamientos Argentinos (Aysa).
En su discurso, el mandatario expresó: «Estamos haciendo bien las cosas, con las vacunas, los acreedores, para hacer una sociedad mas justa e igualitaria y una Argentina que todos nos merecemos».
Al resaltar la gestión de Aysa, Fernández afirmó que «el acceso de agua no puede ser entendido como algo que no sea un derecho humano», porque «no tener agua es lo mismo que no tener alimentos».
Sobre los 15 años del nacimiento de Aysa, reseñó que cuando el entonces presidente Néstor Kirchner tomó esta decisión, le dio una carpeta que hablaba de Aguas Argentinas, la concesionaria que explotaba la ex Obras Sanitarias.
«Me llamó la atención que la inversión para llevar agua potable era a los lugares donde podían pagarlo», evocó sobre su gestión como jefe de Gabinete de esa administración.
«Había que cruzar la General Paz, el Puente Pueyrredón, y llegar a Avellaneda para darse cuenta que no había cloacas», insistió Fernández, y expresó que «esa concesión ganaba plata vendiéndole agua a los que podían pagarla y postergando a millones de argentinos que no podían» hacerlo.
«Néstor buscó que el agua llegara no solo a más argentinos sino a los que no podían pagarla», dijo y destacó que luego «vinieron la obras de Néstor y Cristina (Fernández de Kirchner)».
El mandatario contrapuso que «después vinieron los cuatro años» de desinversión, en relación al gobierno de Macri, y lamentó: «Con qué facilidad se endeudaban, una deuda virtualmente impagable mientras se postergaba a los argentinos que dejaban de recibir agua y de tener plantas de tratamiento».
Al respecto, informó que gracias a la actual gestión «en dos años se multiplicó por siete el presupuesto de Aysa y por dos las obras».
Para Fernández, «el desarrollo sanitarismo no tiene que ver solamente con que el agua llegue, sino que las aguas servidas sean adecuadamente tratadas para evitar problemas de contaminación y una peor calidad de vidas de los que habitan un barrio, un pueblo o una ciudad».
«El cuidado del medio ambiente es una tarea esencial que debemos asumir», enfatizó.
Particionaron del acto los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; y de Ambiente, Juan Cabandié, la primera dama, Fabiola Yáñez; la titular de Aysa, Malena Galmarini; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner; y el secretario general del Sindicato Gran Buenos Aires de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri.
Katopodis destacó «todo lo que Aysa viene haciendo en un año de pandemia» a partir de que «se construyeron hospitales, se gestionó la vacuna, el Presidente negoció una tremenda deuda y se fue poniendo en marcha la economía».
Por su parte, Galmarini agradeció «al presidente Kirchner por reestatizar el capital de esta empresa», a quien calificó de «un visionario» y que «tomó la decisión política de hacerlo».
La titular de Aysa contó que «se hicieron muchas obras, pero luego llegó un período en donde prácticamente no se hizo nada o, peor, cosas que dañaron mucho esta empresa», dijo en referencia a la gestión del macrismo.
Tras considerar «necesario» apelar a la «memoria», Galmarini reseñó: «Cuando llegamos, el 10 diciembre de 2019, la empresa tenía un presupuesto de 10.000 millones de pesos, un 70% de deudas vencidas y una obligación negociable que aún tenemos, por 500 millones de dólares».
En tanto, Lingeri señaló que la empresa «tuvo otras pandemias: en 1867 con el cólera y en 1870 fiebre amarilla, y por eso se crearon los servicios sanitarios, por la conciencia de lo que debe ser el agua, un derecho universal, derechos humanos, derecho a la vida».