Unos mil alumnos de la escuela pública 18 de Tigre resuelven los conflictos que surgen entre ellos a través de un proceso de mediación para evitar que los enojos y las diferencias deriven en episodios de violencia y, de acuerdo a las autoridades educativas, la iniciativa «redujo significativamente los problemas en el aula».
La novedad de la propuesta, que se lleva a cabo desde el año 2014, es que son los propios alumnos quienes ofician de mediadores en cada una de las aulas, tras recibir una capacitación de parte del Equipo Orientador Escolar.
Lorena Zandillu, Orientadora de Aprendizaje del colegio, explicó que «los chicos ellos eligen dos mediadores por grado: a principio de año se postulan, hacen una campaña y luego sus compañeros votan».
«Una vez que fueron electos, desde el equipo orientador los capacitamos, les explicamos las reglas y lo pasos de la mediación: las partes tienen que saludarse al principio y al final del proceso, no se puede interrumpir, el mediador debe ser neutral y escuchar a ambos por igual, deben tratar de llegar a acuerdos, es necesario hablar sobre emociones e intentar ponerse en el lugar del otro», aseveró.
La docente explicó que tras ese proceso se les otorga un diploma a los mediadores.
La orientadora contó que la mediación se lleva a cabo «para prevenir situaciones de conflicto a través del diálogo» y apuntó que sólo se realiza si los participantes están de acuerdo.
«Una de las reglas es que es confidencial, por lo que los chicos lo hacen a solas en la biblioteca, el comedor o en una mesa que ponen en el pasillo», relató y añadió que «una vez que se llega a un acuerdo, se hace un acta y luego se verifica que se cumpla».
Zandillu precisó que la iniciativa «da muy buenos resultados» ya que los alumnos logran desarticular el conflicto transformándolo en una convivencia amistosa y agregó que «el porcentaje de situaciones conflictivas bajó mucho».
«Antes siempre intervenían los directivos pero últimamente no intervenimos más porque siempre los chicos lo solucionan con la mediación. Ya lo tienen internalizado», dijo y consideró que este método evita tanto la violencia como las situaciones de billying «mediante la reflexión».
En esa líinea, la directora del establecimiento, Roxana López, aseguró que «esto es algo maravilloso, vemos el cambio día a día y desde que implementamos la iniciativa se redujeron los conflictos».
«Tienen tan incorporada la propuesta que determinados desacuerdos ni llegan a nosotros porque los resuelven entre pares», destacó y puso de relieve el «compromiso» tanto de los chicos, como de sus familias y de los docentes «para alcanzar estos cambios notorios que dan excelentes resultados, que nos ponen felices».
López aclaró: «No quiere decir que no haya conflictos, sino que se resuelven desde la palabra» y subrayó que el proyecto «les da herramientas a los chicos que les van a servir para toda su vida y los hará mejores ciudadanos».