Argentina cosechó elogios de los países del G20 y de organismos multilaterales, en el primer día de deliberaciones de la cumbre de ministros de Finanzas y Bancos Centrales de este foro de cooperación internacional, en el que el debate estuvo impregnado por las tensiones comerciales generadas por las medidas proteccionistas impuestas por Estados Unidos.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, abrieron hoy el evento internacional que se desarrolló en el Centro de Exposiciones de la Ciudad.
En ese marco, Dujovne subrayó que «la Argentina se destacó con una agenda ambiciosa de reformas» estructurales, un hecho que fue ponderado por los países miembro del G20, que ostentan el 85 por ciento del PBI mundial.
La evaluación fue confirmada durante la presentación de un documento emitido por la OCDE acerca del país, en donde se destacaron tres aspectos que tienen que ver con las reformas.
«El incremento en la eficacia del sistema tributario», que será gradual y a través de las ley de reforma fiscal aprobada el año pasado; la «atenuación de barreras a la creación de empresas», con la nueva Ley de emprendedores, y «el aumento de inversión en infraestructura a través de nuevas asociaciones público privadas», sobre todo en el sector energético, fueron los aspectos destacados en el texto del organismo internacional.
Mañana se conocerá el documento final de la cumbre, que pregona por el «multilateralismo» comercial, la «gobernanza global», y recoge las propuestas del país anfitrión de Argentina: buscar instrumentos financieros para el desarrollo de infraestructura, y el futuro del trabajo en la era digital, entre otros puntos.
Dujovne reconoció que «los consensos buscados no van a ser fáciles, pero serán necesarios para cumplir con una agenda de crecimiento inclusivo como la que propone Argentina para este G20».
El ministro se reunió hoy con el titular del Tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin, a quien le solicitó que exima a la Argentina del arancel al aluminio y al acero que el país del norte implementará a partir del 23 de marzo próximo.
Los aranceles al acero y el aluminio dispuestos por la administración de Donald Trump fue uno de los temas centrales del encuentro.
La cuestión amenaza con convertirse en una guerra comercial con China y países europeos. En ese marco se vio hoy a delegados estadounidenses intentando poner paños fríos sobre el impacto de la medida.
«Los Estados Unidos pregonan el libre comercio, pero queremos tratamiento recíproco, y en algunos casos el comercio estás muy desbalanceado», repetían los funcionarios estadounidenses.
Entre otros de los encuentros bilaterales, hoy sobresalió la reunión que Dujovne mantuvo con su par español, Román Ercolano, donde se discutieron los avances para un acuerdo Mercosur-Unión Europea.
«Somos optimistas que podremos llegar a cerrar la negociación este año», dijo al respecto un funcionario del equipo económico argentino.
Respecto a la agenda del G20, Dujovne dijo que se trabajará «en generar un entendimiento común sobre los impactos actuales y potenciales del cambio tecnológico en la productividad, el crecimiento, el empleo y la desigualdad».
En lo que respecta a infraestructura, el ministro de Hacienda consideró que «resulta crítico canalizar el ahorro del sector privado hacia la inversión en infraestructura para cerrar la brecha de financiamiento».
Para ello,»la presidencia argentina se enfocará en promover las condiciones necesarias para desarrollar la infraestructura como una clase de activo, y este año pondremos énfasis en algunos de dichos pasos: entre ellos, la mejora en la preparación de proyectos, la estandarización de contratos e instrumentos financieros, la recolección de datos, y las mejoras en el manejo y la mitigación de riesgos», se explayó Dujovne.
El ministro de Hacienda también compartió actividades con el titular de la cartera de Economía y Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, y con el ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín.
Para mañana, Dujovne tiene en agenda encuentros con sus pares de Korea, Holanda, Turquía y Francia.
En la reunión de Buenos Aires, que finalizará mañana, participan alrededor de 400 delegados que representan a 24 países y 13 organizaciones internacionales.
A esto se suma una cobertura de prensa compuesta por casi 400 periodistas de 23 países acreditados para la reunión.
Algunas delegaciones de países se mostraron muy activas con la prensa, como la brasileña, la estadounidense y la alemana.
También hubo lugar para discutir otros temas paralelos al G20 y se decidió que el Fondo Monetario Internacional trate en abril próximo, durante la cumbre de primavera, la creación de un fondo de ayuda para los refugiados venezolanos del régimen de Nicolás Maduro.