Tras haber empleado el «timbreo» durante tres años, mediante el cual todos los referentes nacionales y provinciales del Gobierno visitan a vecinos de todo el país durante fines de semana para conocer de cerca su realidad, fuentes del oficialismo precisaron que ese mecanismo será dejado de lado.
Es que ese emblema de las campañas macristas ideado por el asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba ya no cala en la gente ante el malhumor social por la crisis económica, el desorden interno y los sucesivos tropiezos políticos y comunicacionales.
Así, ante una nueva contienda electoral, la Casa Rosada busca reemplazo para el formato que fue la vedette de la campaña legislativa del año pasado.
A fines del 2016, se publicó el instructivo que el PRO entregaba a sus dirigentes con consignas sobre qué hacer y qué decir en los timbreos con un apartado relacionado a las «buenas prácticas de fotografía en timbreos». Uno de los consejos apuntaba a sacarse la foto mientras el candidato, funcionario o militante abrazaba al vecino.
«Se transformó en un catálogo de camperas Uniqlo», contó en off the record al diario Infobae un dirigente del entorno de Peña en alusión a la ropa de marca japonesa que es furor entre los dirigentes macristas.
El Gobierno, de todos modos, aún no resolvió cómo reemplazar los timbreos. Está bajo análisis. Es una de las tareas que le encomendaron a Durán Barba, que en la noche del lunes debió ser internado por una complicación cardíaca que derivó en la colocación de un marcapasos.
Y que le impidió, por lo pronto, hacerse presente en el debate que tenía agendado para esta tarde con Miguel Ángel Pichetto, del que en la Jefatura de Gabinete se enteraron por el anuncio del senador del PJ. Es paradójico, pero entre el asesor ecuatoriano y la mesa de estrategia de marketing del Gobierno hay constantes problemas de comunicación.
El viernes pasado, el consultor dirigió en el subsuelo de la sede del PRO de la calle Balcarce la primera clase del programa de capacitación que dará hasta diciembre a candidatos municipales.
La despedida de los timbreos -una de las posibilidades bajo análisis es apuntar a acciones segmentadas- se da en medio de una serie de revisiones del esquema de decisiones de Cambiemos motivada por los traspiés políticos y económicos de Macri.
Hasta ahora, además funcionaba como una forma de contener a la tropa y de visibilizar candidatos, en especial en el Conurbano bonaerense, que tienen la posibilidad de recibir a funcionarios nacionales de primera línea.
En los últimos tiempos, los destinos para timbrear de Macri y de Vidal eran una incógnita hasta último momento ya que se buscaba evitar filtraciones y, por lo tanto, eventuales escraches.