Si bien el Virus del Papiloma Humano (VPH) es conocido principalmente por causar cáncer cervicouterino (el segundo cáncer más frecuente entre las mujeres), también puede dar lugar a otras enfermedades que afectan a las mujeres, pero también a los varones como los cánceres anales, de pene y de garganta, y las verrugas genitales.
El Dr. Silvio Tatti, profesor titular de Ginecología de la Universidad de Buenos Aires y Director del Programa de tamizaje y vacunación para patologías del tracto genital del Hospital de Clínicas, dijo que el VPH es el responsable de nada más y nada menos que el 50% de los cánceres de pene en el país y la consulta para el diagnóstico suele ser tardía porque la enfermedad puede no dar síntomas hasta estar muy avanzada.
El virus se contagia al tener relaciones sexuales orales, vaginales o anales con una pareja infectada con el virus. Si bien el uso del preservativo reduce el riesgo de transmisión, no lo elimina por completo, y de ahí la importancia de prevenir su contagio mediante la vacunación.
En Argentina desde el año 2011 la vacuna para prevenir el VPH está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación para todas las niñas de 11 años nacidas a partir del año 2000; y a partir de 2017 la aplicación se amplía también todos los varones de 11 años nacidos a partir de 2006. El esquema consiste en 2 dosis separadas por un intervalo mínimo de 6 meses. Para estos grupos la vacuna es gratuita, obligatoria, y está disponible en hospitales públicos y centros de salud de todo el país.
Vacunar a hombres y mujeres permite un aumento de la equidad de género en la prevención de enfermedades relacionadas al VPH. Los hombres deben tener la misma oportunidad de prevención que las mujeres. Si lográramos una cobertura superior al 80% lograríamos lo que se conoce técnicamente como «protección de rebaño», es decir, disminuir la circulación de VPH entre hombres y mujeres. Esta cobertura es fácil de lograr con programas obligatorios y bien estructurados, con información consistente dirigida a médicos, padres y agentes de salud.
Existen dos vacunas aprobadas actualmente para prevenir el VPH, una bivalente y otra tetravalente. Las cepas 16 y 18 del VPH son responsables de la mayoría de los casos de cáncer causados por este virus, mientras que las cepas 6 y 11 del VPH son la causa del 90% de todos los casos de verrugas genitales; esas cuatro cepas se encuentran incluidas en la vacuna tetravalente contra el VPH.
Se debe insistir en el cumplimiento del esquema de dosis. Hasta los 13 años es de 2 dosis, siempre que la segunda dosis se administre con 6 meses de diferencia. Para los adolescentes mayores de 13 años, el esquema debe ser de 3 dosis para lograr la cobertura total.
La vacuna es más efectiva en personas que no iniciaron su vida sexual. Sin embargo, para hombres y mujeres que no estén protegidos, la aplicación de la vacuna puede ser una buena opción para sumar a las medidas de prevención. Se recomienda que en las mujeres adultas sea antes de los 45 años y en los hombres antes de los 27.