La decisión de Autopistas de Buenos Aires S.A. surge en respuesta a los reiterados siniestros que afectan a las torres de iluminación y las cámaras de monitoreo sobre la traza. Las zonas más afectadas son La Plata, Hudson, Ingeniero Allan y Wilde.

Ante el incremento de los hechos delictivos por el robo de cables de energía en la autopista Ricardo Balbín, que une la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con La Pata, Autopistas de Buenos Aires S.A. (AUBASA) decidió aumentar los controles que llevan a cabo su personal, en paralelo a los realizados por las fuerzas policiales.

La medida surge a partir de la reiteración de hechos delictivos, cuyo accionar no superan en tiempo real los 4 minutos, pero ocurren cada vez con mayor frecuencia, afectando el normal funcionamiento del servicio del sistema lumínico y de seguridad. Según datos de AUBASA, los delincuentes son, en su mayoría, mayores de edad y en casi todos los casos son aprendidos por las fuerzas policiales y llevados a la comisaria correspondiente a la orden del juez de turno.

“El robo de cables en la autopista lo detecta, en la mayor parte de los hechos, el Centro de Monitoreo que funciona en el peaje de Hudson con personal especializado las 24 horas, durante todo el año, y rápidamente se le da aviso a la Subgerencia de Seguridad Patrimonial y a la Policía de la Provincia, efectuando un trabajo conjunto para detener dicho accionar y a las personas que están cometiendo el delito”, detallan desde AUBASA.

La empresa estatal estima que, aproximadamente, más de 500 metros de cable subterráneo de 4 x 10 milímetros (tipo sintenax) fueron sustraídos en los últimos meses, y más allá de que en su gran mayoría son recuperados, restituirlo y ponerlo en funcionamiento resulta costoso en recursos y tiempo.

Además, el gerente general de AUBASA, Lic. Pablo Ceriani explicó: “el robo de cables genera un caos vehicular sobre la traza en ambos sentidos, ya que los cables los extraen desde las barreras de hormigón (que se encuentran en el medio de la traza), y una vez que cuentan con el botín, huyen por la ruta hacia zonas aledañas generando peligro de accidentes menores y congestión”.

Este tipo de hechos delictivos que viene en aumento desde fines del año pasado tiene vinculación con los procesos socioeconómicos que viene afrontando el país a lo largo de los años. Durante la pandemia, sobre todo los primeros meses de confinamiento, los casos tuvieron su pico máximo. Lo mismo sucedió en años anteriores, como en 2018 y 2008.

VIGILANCIA LAS 24 HORAS

El Centro de Monitoreo de la Autopista Buenos Aires-La Plata cuenta a lo largo de su traza con 295 cámaras que emiten señal a un Centro de Monitoreo que durante las 24 horas trabaja para controlar la seguridad en los 130 km de recorrido.
De esta manera, se logra una rápida respuesta de los equipos de emergencia, bomberos, ambulancias o Defensa Civil cada vez que se produce un siniestro, interviniendo en el menor tiempo posible para evitar congestión y reduciendo riesgos.

Además de los dispositivos colocados en todo el recorrido, existen cámaras situadas en las plazas de peaje. La Autopista cuenta con dos peajes cabeceras (Dock-Sud y Hudson), cada uno cuenta con dos cámaras fijas y domos; y 3 peajes laterales (Berazategui – Quilmes – Bernal), con cuatro domos cada uno.

El trabajo permite reducir significativamente las situaciones de riesgo que se producen en la Autopista, tanto emergencias como delitos in-situ que se desarrollan a lo largo de la traza.