Cada vez más personas buscan trabajo y no encuentran o necesitan más de un trabajo para no ser pobres, según reveló el informe «Brechas de género laborales y de ingresos», elaborado por la Unidad de Género y Economía (UGE) del Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires.

De acuerdo al estudio, la tasa de desocupación creció 1,6 puntos porcentuales interanuales, ubicándose en el 8,9%. Ese incremento afectó tanto a varones como a mujeres, pero estas últimas sufrieron un impacto más severo, con una suba de 2,3 puntos frente al 1,1 de los varones.

Las mujeres, además, enfrentaron una tasa de desempleo de dos dígitos (10,6%), reflejando brechas de género persistentes en el acceso al empleo. Por otro lado, la subocupación fue un problema creciente, con mayores aumentos entre los varones (+1,9 pp.) que entre las mujeres (+0,8 pp.), aunque estas últimas continúan siendo más afectadas (15,4% frente al 10,6% de los varones).

Entre los datos destacados, se menciona que las mujeres jóvenes son uno de los grupos más vulnerables, con una tasa de desocupación del 21%. En contraste, los varones adultos también enfrentaron dificultades, pero con una menor intensidad en los indicadores negativos.

El fenómeno del pluriempleo aumentó un 0,6 puntos respecto al año anterior, afectando al 10,7% de la población ocupada. Las mujeres lideran esta tendencia con un 13,5%, frente al 8,5% de los varones, pese a trabajar menos horas remuneradas por semana (31:24 horas frente a 39:24 de los varones).

El estudio subraya que estas desigualdades están estrechamente ligadas a las responsabilidades de cuidado que asumen las mujeres, quienes dedican más del doble del tiempo al trabajo no remunerado en los hogares que los varones. Además, las brechas salariales se mantienen alarmantes, con ingresos promedio 27,6% menores para las mujeres en su ocupación principal.

La Unidad de Género y Economía destaca la necesidad de políticas públicas que aborden las barreras estructurales que enfrentan las mujeres en el mercado laboral.