(EFE).- La historia de la moda se puede escribir desde muchos ángulos, incluso desde el de una muñeca como Barbie, dueña de un armario de lo más variado, con diseños que han reinterpretado el estilo de cada época a lo largo de sus 65 años, desde grandes diseñadores a la moda urbana.
El libro ‘Barbie. Un icono de la moda’ (Lunwerg), de la historiadora de vestuario Karan Feder, pone de manifiesto el vínculo entre el vestuario de la muñeca y los diseños de grandes firmas como Balenciaga, Ives Saint Laurent o Pucci con piezas de la cultura pop, de la moda rave, del ‘skateboard’ o la psicodélica de los 60.
Acaba de cumplir 65 años
La primera colección de prendas de Barbie estaba compuesta por veintidós conjuntos, una idea que nació de su creadora Ruth Handler, con la intención de aumentar las ventas de la compañía Mattel.
La autora asegura que la finalidad del libro es poner de relieve “la astuta interpretación que llevó a cabo Mattel de la cultura y la moda de cada momento”, que ella analiza durante los primeros 40 años -acaba de cumplir 65- de vida de la muñeca, de 1959 a 1999, según advierte en el prólogo.
Y lo justifica argumentando que, mientras que de los 50 a los años 90 hay tendencias que marcaron esas décadas, no sucede lo mismo con las “ambiguas que van de los 2000 y los 2010”, en las que es mucho más difícil aislar y definir estilos normativos concretos, advierte.
Las fotografías que ilustran el libro no pueden reflejar mejor detalles sorprendentes como la copia que hace la firma de juguetes de algunos diseños de grandes marcas, como un Lacroix de estampado floral con un corazón en la parte superior de 1987 y el que luce Barbie en 1989; también resuenan ecos de Balenciaga en el abrigo ‘Red Flore’ (1962) de la muñeca, con lazo incluido.
Referencias a iconos de la moda
Página tras página, la investigación de Feder da detalles minuciosos sobre el extenso vestuario de Barbie, cuyos creadores también se fijan en notorios eventos culturales, y demuestra que también tienen como referencia a primeras damas estadounidenses como Jackie Kennedy y estrellas de la música y el cine como Demi Moore y su vestido en los Óscar en 1989.
Una cuidada recopilación que reúne cientos de fotografías de desfiles, revistas y catálogos combinadas con imágenes detalladas de atuendos vintage de distintas muñecas Barbie.
Courrèges, Pucci y Chanel también pasan por el tamiz de los costureros de Barbie, que no dudaron en adaptarse a los tiempos al hacer una inmersión en la cultura del skateboard y la moda rave.
Las tendencias ausentes
Un recorrido por la historia de la moda a través de una muñeca que nace con la profesión de modelo, que parece abocarla a estar al tanto de las tendencias, aunque no todas. En su guardarropa no aparece la estética del movimiento punk rock original, la vanguardia de los diseñadores japoneses de los 80 o el minimalismo de los 90.
No se puede pasar por alto, en el análisis del vestuario de esta longeva muñeca, al equipo de artesanos que trabajaba para crear minivestidos y a los que se “les pagaba para que asistieran a desfiles de alta costura en Europa”, se estudiaran las revistas de moda y analizaran las tendencias de la calle para trasladarlas al universo Barbie.
A ellos, Karan Feder les define como “diestros e innovadores intérpretes” a la hora de identificar y emular las tendencias de moda de cualquier época.