El jefe de Asesores del gobierno bonaerense, Carlos Bianco, se refirió esta mañana al crimen del colectivero Daniel Barrientos en Virrey del Pino, en el partido de La Matanza, y criticó a los «los caranchos» que «están esperando que suceda un evento trágico como este para tratar de sacar rédito político».
El asesinato del colectivero fue cometido el lunes a la madrugada, donde su vehículo fue abordado por dos delincuentes, uno de los cuales le disparó en el pecho, de acuerdo con las primeras versiones difundidas por la Policía y avaladas por testigos.
El hecho motivó un paro paro de actividades de la UTA y una protesta de choferes, en la que el ministro de Seguridad Sergio Berni fue agredido con golpes de puño y pedradas cuando arribó al lugar para manifestar el acompañamiento del gobierno provincial a los familiares y compañeros de trabajo de la víctima.
En ese sentido, Bianco describió que «esta es una historia un poco más larga, que comenzó con una ley que se aprobó en 2017 que el gobierno de (María Eugenia) Vidal y (Cristian) Ritondo la reglamentaron recién cuando hubo un asesinato a un colectivero en 2018».
«En esa norma se estipuló que las empresas de colectivos tienen que tener cámaras, que deben estar enviando permanentemente las imágenes a un centro de monitoreo», prosiguió y contó que «como las empresas de colectivos no tenían los recursos, el gobierno de Vidal y de Ritondo no les dio ningún tipo de recurso para que establezcan las cámaras. Por lo tanto, sólo se implementaron de manera parcial».
Sostuvo que «el gobernador Axel Kicillof en 2021 estableció un fondo y se les giró 2.500 millones de pesos, por lo cual todos los colectivos de todas las empresas deberían tener sus cámaras» y relató que, además, «se hace un giro mensual adicional de 160 millones de pesos».
Así, planteó que se realizaron auditorías durante el año 2022 en las que se constató que «sólo el 30% de las empresas tenían las cámaras» instaladas, por lo que se intimó a las compañías a colocarlas el 4 de enero y luego, nuevamente, en febrero.
Con todo, el funcionario admitió que «las cámaras no son la única solución» ya que «en un robo relámpago con asesinato, como fue este, y que duró 13 segundos, aunque esté la cámara y alguien esté mirando es muy difícil que pueda llegar un patrullero».
En ese marco, Bianco puso en duda que el crimen del colectivero se encuadre en un hecho de inseguridad ya que «5 kilómetros antes (del lugar donde ocurrió el crimen), el colectivo pasó un retén policial y a los 5 kilómetros siguientes había otro».
«Parece que estuvo muy bien planificado porque justo en la mitad de los dos retenes hicieron la maniobra de encerrar al colectivo con un auto, bajarse en 13 segundos y fusilarlo con un arma de calibre grueso, para solamente robar una cartera. Todo muy raro, por eso se está investigando», expresó.
Por otro lado, se refirió al ataque a Berni, que ayer fue denunciado ante la Justicia por el ministro Julio Alak, al aseverar que «en muchos casos, se empiezan a ver vinculaciones entre las personas que más hablan y critican con alguna gente que estuvo en el hecho o en la emboscada que después le hicieron al ministro Berni, que estuvo totalmente armado».
El jefe de Asesores señaló que «el ministro de Transporte, (Jorge) D’Onofrio, estaba» en la protesta realizada en Avenida General Paz y Juan Manuel de Rosas, en repudio al asesinato de Barrientos, «desde hacía media hora hablando pacíficamente con los compañeros de la víctima».
«Este es un gobierno que no esconde los problemas con pauta y publicidad, como sí hacía el gobierno de Vidal. Este gobierno pone la cara. Cuando llegó Berni, lo atacaron sin mediar palabra. Pareciera que estaba todo armado», continuó Bianco.
Apuntó posteriormente que «ahora circula información de que alguna de las personas involucradas tenía algún vínculo, al menos publicitario o de campaña, con algún candidato o candidata, pero habrá que terminar de chequearlo».
«Cuando se comete un delito, los funcionarios públicos estamos obligados a denunciarlos. Ante la vista de 47 millones de argentinos vimos un delito en tiempo real: pegarle a una persona indefensa no en riña, sino en patota. Podemos entender que sus compañeros estaban legítimamente nerviosos y dolidos. Pero al parecer había gente que no tenía que ver con sus compañeros de trabajo», reiteró.
Finalmente, recalcó que «se puede debatir, discutir para solucionar temas tan graves, pero nunca es a través de la violencia» y aseguró que «en la provincia de Buenos Aires no vamos a tolerar esas situaciones».