La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, sostuvo hoy que el fallo Muiña que dispuso el 2×1 para exrepresores «desnudó un profundo cinismo» por parte de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, al sostener que esa decisión «favoreció a los responsables de los crímenes más atroces».
Carlotto fue citada por la comisión de Juicio Político de la cámara baja, que preside Carolina Gaillard, para exponer ante los diputados sobre las consecuencias de la medida adoptada por la Corte Suprema de Justicia dictada en 2017, en el marco del proceso iniciado por ese cuerpo para analizar conducta de los integrantes del máximo tribunal.
Durante la reunión, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo leyó un escrito de varias páginas, en el que detalla varias decisiones de la Corte Suprema que afectaron a los organismos de derechos humanos, y dijo que su abogado respondería las preguntas de los diputados.
En el escrito, Carlotto relató que «en mayo de 2020, el ministro (Carlos) Rosenkrantz convocó a una reunión. Desde Abuelas decidimos no asistir; tan cierta fue nuestra sospecha, que luego de esa reunión no hubo ninguna medida o acción concreta».
En tanto, la titular de Abuelas calificó el fallo Muiña como un «intento de golpe a la lucha de víctimas y familiares» y dijo que «desnudó un profundo cinismo por parte de Rosatti, Rosenkrantz y Highton ya que el resultado que propugnaron en “Muiña”, además de la absurda aplicación de la ley 24.390, lo adscribieron al retraso en la tramitación de las causas, ya sea de los juicios en curso como de las instancias recursivas pendientes en todas las instancias judiciales de las cuales la propia Corte es cúspide».
De esta manera, Carlotto hizo referencia al fallo a través del cual los jueces Carlos Rosenkrantz, Elena Highton y Horacio Rosatti, resolvieron habilitar la posibilidad de que un condenado por delitos de lesa humanidad pudiera beneficiarse de la aplicación del 2 por 1, que establece que cada día transcurrido en prisión preventiva luego de haber cumplido dos años bajo esa modalidad, pasaría a computarse de forma doble.
«Nuestra recorrida por los tribunales comenzó en dictadura y continuó, obviamente, en democracia, hasta nuestros días», aseguró Carlotto.
En tanto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo sostuvo que el fallo Muiña fue «un intento de golpe a la lucha de víctimas, familiares y organismos» y afirmó: «Todos recordamos lo que significaba, abriéndole la puerta de la libertad a los genocidas, a los que estaban en cárcel común como a los que gozaban de domiciliaria».
Para Carlotto, el fallo también desnudó un profundo cinismo por parte de Rosatti, Rosenkrantz y Highton ya que el resultado que propugnaron en “Muiña”, además de la absurda aplicación de la ley 24.390, lo adscribieron al retraso en la tramitación de las causas, ya sea de los juicios en curso como de las instancias recursivas pendientes en todas las instancias judiciales de las cuales la propia Corte es cúspide.
«Subestimaron al pueblo organizado que colmó la Plaza de Mayo, y a la reacción de este Parlamento, que en tiempo récord, aprobó la ley interpretativa 27.632, consagrando legislativamente los estándares que los ministros (Rosatti, Rosenkrantz y Highton) omitieron maliciosamente», aseveró Carlotto.
En tanto, hizo referencia a la «inactividad de la Comisión Interpoderes», al sostener que «tampoco desde allí se implementó una política judicial adecuada o un mecanismo de consulta sincero a los organismos en el último tiempo».
Asimismo, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo lamentó la «lentitud en la tramitación de causas que ya tienen sentencia pero que esperan la confirmación de la Corte» y puso como ejemplo la muerte de (Carlos) Blaquier «como expresión de impunidad biológica amparada por la Corte y su pereza voluntaria».
También, Carlotto recordó que en «los juicios por centros clandestinos de detención de La Plata: ninguno se encuentra firme. Como la causa por el Circuito Camps (sentencia de 2012), donde la mayoría de los condenados ya han fallecido, entre otros (Miguel) Etchecolatz».
Desde la CC, la diputada nacional, Paula Olivetto, consideró que como se trata de un procedimiento reglado «la que debería contestar, es la testigo» aunque destacó como «muy descriptivo» el escrito y dijo que es «entendible que por su edad no responda» pero dijo que «tal vez en otra audiencia se pueda citar al abogado» para que conteste las inquietudes de los legisladores.
En tanto, desde el oficialismo, Vanesa Siley, destacó la presencia de Carlotto y dijo que «muchas de las preguntas que tenia han sido saldadas a través del escrito».
Finalmente, Gaillard también consideró que «las preguntas ya están respondidas» y anunció que el escrito se incorporará a la brevedad a las audiencias.