El ministro de Justicia, Germán Garavano, marcó hoy como un punto fundamental en la investigación sobre la desaparición de Santiago Maldonado que la Justicia pueda contar con los resultados de las pruebas de ADN para poder comprobar si el joven «realmente estuvo donde dicen que estuvo y si fue trasladado en alguna de las camionetas de Gendarmería, tal como afirman algunos testigos».
«El juez (Guido Otranto) informó que había pedido numerosos pedidos de ADN vinculados a rastros que encontraron en las camionetas de Gendarmería y a rastros en la propia ropa y en el lugar donde habría habitado Maldonado antes de su desaparición. Esto permitiría obtener el ADN del propio Maldonado, y verificar que realmente esa ropa pertenece a él y que realmente estuvo en el lugar que dicen que estuvo», dijo hoy Garavano en declaraciones a radio Mitre.
Agregó que estas pruebas de ADN también permitirían confirmar o, en su defecto, descartar si Maldonado «fue realmente trasladado en alguna de las camionetas o camiones de Gendarmería».
«Esto es una prueba central, casi definitiva para verificar o descartar la hipótesis que han planteado algunos testigos que son bastante sospechados», aseguró el ministro.
Ayer, el juez federal Guido Otranto -a cargo del expediente que investiga la presunta «desaparición forzada» de Santiago Maldonado- indicó que «esta semana deberían estar los resultados de las pruebas de ADN de la ropa aportada y de todo lo que se encontró en las camionetas (de la Gendarmería)», y dio cuenta de la complejidad de ese trabajo debido a «la cantidad de muestras biológicas que se tomaron».
En tanto, en la entrevista que concedió esta mañana, el ministro Garavano planteó las dificultades que muchas veces tienen este tipo de investigaciones sobre desaparición de personas, y lamentó que «hay una historia» en Argentina que dice que estas situaciones «muchas veces no se resuelven».
«Lamentablemente hay una historia que nos dice que estas cosas generalmente no se resuelven», dijo el ministro tras enumerar una serie de casos ocurridos en la historia reciente del país.
Garavano reconoció en este marco que la justicia argentina «siempre ha tenido fuertes dificultades estructurales a la hora de avanzar en una investigación criminal», y agregó que éste «no es el único ni el primer caso» en que estas dificultades se plantean.
«En Argentina, hay desapariciones seguido, es algo que hay que desterrar pero que sucede. El mismo juez le señalaba al secretario de Justicia que él tenía una desaparición de dos personas que se investigaba hace bastante tiempo. Está un caso por el cual Argentina fue condenado internacionalmente, que sucedió al comienzo del gobierno den Néstor Kirchner», recordó el ministro.
Por otro lado, dijo desconocer si el juez Otranto estaba con causas abiertas en el Consejo de la Magistratura por su accionar en otros casos, pero dejó claro que «la idea del gobierno es respetar la investigación y no criticar al juez» y despejar «qué pasó en este caso» en el que «hay una vida en juego».
«Desconozco, habría que verificar con el Consejo de la Magistratura esta situación. Claramente no se trata de un juez que haya sido designado por este gobierno, sino más bien en términos ideológicos más vinculado a otros gobiernos», señaló Garavano al ser consultado por dos pedidos de juicio político que tendría en el Consejo.
Según testigos, Santiago Maldonado fue visto por última vez el 1 de agosto pasado, durante un operativo realizado por Gendarmería Nacional en la comunidad mapuche Pu Lof de Cushamen, en el noroeste de la provincia de Chubut, tras el desalojo de una protesta de la ruta nacional 40 ordenado por el juez federal Guido Otranto.