La traumática salida de Lionel Messi del FC Barcelona se encamina hacia una resolución en los estrados, luego de que el astro argentino se ausentara hoy en los exámenes médicos practicados al plantel antes del inicio de una nueva temporada, en un gesto de ratificación a su postura indeclinable de dar por terminado el contrato con el club.
Messi tampoco tiene previsto asistir mañana al primer entrenamiento de la era del DT neerlandés Ronald Koeman a la espera de que su representación y su buffet de abogados avance en los términos de una desvinculación amistosa, algo a lo que no parece estar dispuesta la institución catalana.
El pulso de la disputa entre el club y el jugador se medirá en las siguiente cinco claves:
= Cláusula de rescisión =
Se trata del embrión del litigio entre las partes. Messi firmó hace tres años un contrato con Barcelona hasta mediados de 2021, que contempla una cláusula de rescisión unilateral sin costo al final de cada temporada. Las partes pueden ejecutarla hasta el 10 de junio, según figura expresamente en el contrato. Los abogados del argentino argumentan que el espíritu de la enmienda es fijar un plazo de diez días en relación al término de la temporada, lo que habilitaría el pedido del futbolista por la modificación de los calendarios europeos frente a la pandemia de coronavirus. Barcelona se aferra a la literalidad del texto y exige que el pago de los 700 millones de euros fijados como resarcimiento económico por la ruptura anticipada del vínculo.
= Transfer =
En ejercicio de su derecho contractual, y con el aval de LaLiga de España, Barcelona no concederá el pase federativo a Messi si no percibe la cláusula de rescisión.
En un comunicado publicado este domingo, LaLiga aclaró que «el contrato se encuentra actualmente vigente y cuenta con una cláusula de rescisión aplicable al supuesto de que Lionel Messi decidiera instar la extinción unilateral anticipada del mismo, efectuada conforme al artículo 16 del Real Decreto 1006/1985, de 26 de junio, por el que se regula la relación laboral especial de los deportistas profesionales».
«En cumplimiento de la normativa aplicable, LaLiga no efectuará el trámite de visado previo de baja federativa al jugador si no ha abonado previamente el importe de dicha cláusula», advierte.
Sin embargo, Messi podría conseguir un pase provicional si recurre a la FIFA, que en conflicto de intereses, siempre garantiza de modo cautelar el derecho a la libertad de trabajo.
Así, el argentino podría firmar y jugar en otro club a la espera de la resolución del conflicto en la justicia.
= Conflicto legal =
Si Messi decidiera marcharse gratis y firmar con otra institución, tal como se desprende de su estrategia, el club Barcelona acudirá a la justicia catalana para reclamar el pago de los 700 millones de euros de la cláusula de rescisión por la ruptura unilateral del vínculo laboral.
Incluso podría plantear la figura de duplicidad de contrato lo que, de tener sentencia favorable al club, podría bloquear la carrera del argentino en su nuevo equipo.
= Sanción =
En este aspecto se abren dos planos. El primero, la sanción disciplinaria que podría imponerle Barcelona al jugador, algo de poca importancia dado que Messi ya se considera agente libre. En el convenio colectivo suscrito entre LaLiga y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) se contemplan medidas disciplinarias por faltas injustificadas al trabajo (hoy se produjo la primera con la ausencia en los exámenes médicos). Las multas van de la suspensión de empleo y sueldo de once a treinta días hasta el despido, lo que lógicamente no será aplicado por el club ya que sería contrario a sus intereses.
El segundo plano sancionatorio es el económico y en ese sentido Messi a pagar de su bolsillo el resarcimiento de 700 millones de euros si fuera determinado por un juez de Cataluña, conforme el Real Decreto 1006 de la normativa española.
Reunión Bartomeu-Jorge Messi
Toda la tensión existente en el caso que estremece al fútbol mundial podría relajarse o bien escalarse en una supuesta reunión entre el presidente de Barcelona, Josep María Bartomeu, y Jorge Messi, padre y representante de Lionel.
El periódico catalán Mundo Deportivo asegura que ese encuentro de producirá durante los próximos días cuando Messi padre arribe a Cataluña procedente de Rosario.
«Cada parte irá con una hoja de ruta muy clara y definida. Por un lado, de una forma civilizada y amistosa, a pesar de que el primer anuncio formal y legal fuese un burofax, la intención del padre de Messi será hallar un terreno de encuentro con el club para conseguir una salida de su hijo lo más civilizada posible», plantea el periódico.
«Mientras, enfrente el presidente también lo tiene claro. Por mucho que le digan, no quiere oír hablar de un traspaso ni de una salida de Messi. Acepta su mal momento y su hastío, pero quiere que recapacite y no se plantea venderlo porque es patrimonio del club y no quiere perderlo. Y menos gratis», concluye sobre la postura de Bartomeu.