El aroma de café por la mañana es ideal para despertarte con una gran sonrisa, pero ¿alguna vez has pensado cuánto café molido generas al hacerte una taza de café al día? Ahora imagina los restaurantes y cafeterías, podríamos obtener toneladas de polvo de color marrón. Ahora científicos crearon una forma innovadora para eliminar otras sustancias químicas tóxicas del medio ambiente, con el café que ya no usamos.
Investigadores moldearon granos de café en forma de un filtro esponjoso que absorbe los metales pesados del agua. El diseño y las pruebas iniciales se publicaron en la revista Sociedad Americana de Química e Ingeniería Sostenible.
«Este producto puede ayudar a reducir los residuos que generamos», explicó Despina Fragouli, del Instituto Italiano di Tecnologia.
Es una solución muy conveniente. Y aunque la gente ha reciclado previamente los residuos de café para fertilizantes, alimentos para animales, e incluso biodiesel, no había una forma eficiente de utilizarlo para la remediación del agua hasta ahora.
Los productos químicos en el café, tales como ácidos grasos, celulosa, y polifenoles, se unen a metales pesados de la misma manera que lo hace el carbón activo y Fragouli y su equipo se dedicaron a simplificar este proceso. Mediante la adición de azúcar y de silicona para el café, investigadores fueron capaces de hacer un ladrillo espumoso que se mantiene unido por sí mismo y es fácil de usar como filtro. Al mojar el ladrillo en agua el azúcar sale, dejando los granos de café abiertos los cuales funcionan como un imán que une los iones metálicos en el agua.