En una acalorada convención en Parque Norte, la Unión Cívica Radical (UCR) definió continuar dentro de Cambiemos por amplia mayoría, y reclamar mayor protagonismo en la alianza gobernante para tener «una relación par con el PRO».
En tanto, aunque no firmaron el documento final, el sector minoritario de la UCR que proponía romper con Cambiemos, seguiría dentro de la alianza y aceptaría la decisión mayoritaria, al igual que lo hizo en la Convención de Gualeguaychú, en Entre Ríos, cuando se decidió integrar el espacio que hoy gobierna el país.
Tras la extensa deliberación, que comenzó pasadas las 14 horas y terminó cerca de las 20 horas, las decisiones fueron plasmadas en un documento elaborado por los principales sectores internos, al cabo de las discusiones de más de 314 convencionales de todo el país.
La convención tuvo momentos de tensión, que incluyeron insultos a oradores, mientras que un sector minoritario entonó cánticos contra el presidente Mauricio Macri, al tiempo que se escucharon además fuertes planteos disidentes, entre ellos de la facción de Ricardo Alfonsín, que votó en contra, y del histórico Luis «Changui» Cáceres, quien también expresó duros cuestionamientos contra Gobierno.
El presidente del comité nacional de la UCR, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, uno de los principales negociadores para alcanzar consenso interno, había anticipado el pronunciamiento «categórico» a favor de que la UCR permanezca en Cambiemos, pero con el pedido concreto de «reformularla», «ampliarla» a otras fuerzas políticas y lograr que sea más horizontal.
Cornejo aseguró que sigue sosteniendo su postura de que «a la coalición no la puede manejar el presidente (Mauricio) Macri a gusto y piacere».
El gobernador de Mendoza estuvo en el diseño de la Comisión de Acción Política, que integrará con los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes) y tres miembros de la mesa directiva del Comité Nacional de la UCR, con un mandato de procurar extender Cambiemos, como también su fortalecimiento e institucionalización.
También el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, quien representa a los dirigentes más cercanos al PRO, tuvo un rol activo en el documento final, en el que se moderó el borrador que había difundido Cornejo la semana pasada.
También tuvieron injerencia los titulares del interbloque Cambiemos, Mario Negri (Diputados) y Luis Naidenoff (Senado), y los dirigentes José Corral, Ángel Rozas, Ernesto Sanz, Ricardo Gil Lavedra, José Cano, Emiliano Yacobitti y Walter Ceballos.
El principal punto del documento da mandato a la Comisión de Acción Política para que negocie con sus socios todas las cuestiones electorales, desde la integración de la fórmula presidencial y la composición del frente electoral, hasta lineamientos que seguirán los distritos priorizando el armado de listas por consenso o, en su defecto, habilitando las PASO.
«Hacia una coalición de gobierno para construir una coalición sana y previsible», se tituló el documento, que no fue suscripto por los llamados «rebeldes», que se referencian en Ricardo Alfonsín, Federico Storani, Juan Manuel Casella y Jorge Sappia, quien presidió la convención.
En una declaración muy breve Alfonsín se preguntó al ingresar: «¿Para qué la UCR quiere ser parte del frente Cambiemos? ¿Para qué queremos el gobierno? Me importa el programa (de gobierno) que todavía no se conoce», dijo. A pesar del enojo los rebeldes «no sacarán los pies del plato», es decir, no se irán de la UCR, dijeron voceros del sector.
Desde la posición mayoritaria, el diputado José Cano (Tucumán) afirmó que Cambiemos «es un espacio abierto» y explicó que la convención «dejó la puerta abierta para sumar a otros sectores». Para ello, dijo, «se empodera al presidente del partido (Cornejo), junto a los gobernadores Morales y Valdés, que van a tener un rol muy importante a partir de mañana»