Los dos interbloques de Juntos por el Cambio en el Congreso acusaron el impacto de la ruptura generada por los posicionamientos de los líderes del espacio en relación al balotaje, aunque en el Senado se resolvió manifestar formalmente la unidad y la prescindencia de definiciones, mientras que en Diputados los resquemores terminaron alejando la posibilidad de un pronunciamiento conjunto.
En la Cámara baja el tablero muestra que Juntos por el Cambio tiene 117 bancas y que de acuerdo a los resultados de las elecciones generales, desde el 10 de diciembre pasará a tener 93, con una merma proporcional en todos sus sub-bloques.
Pero el precipitado pronunciamiento de la derrotada excandidata presidencial, Patricia Bullrich, y de otros ‘halcones sobre el apoyo a Javier Milei para el balotaje dejo en descubierto las diferencias internas, que, desde hace tiempo se evidenciaban, pero que la competencia electoral disimulaba.
El PRO, con sus 48 diputados (41 desde diciembre), es el espacio mayoritario, y desde ese bloque, su jefe, el macrista Cristian Ritondo, apuntó a encolumnar a toda la bancada y a otros monobloques afines, detrás de la posición expresada por Bullrich.
Para ello, entre el miércoles y el viernes intentó apurar la firma de un documento con el aval de unos 40 diputados -según sus propios dichos- que respaldara el apoyo al libertario; pero los días y las horas pasaron y el texto fue quedando en intenciones.
Fuentes parlamentarias cercanas a la bancada ‘amarilla’ dejaron trascender que el exministro de seguridad bonaerense se envalentonó con la posibilidad de contar con la adhesión de compañeros de bloque, que finalmente no estuvieron de acuerdo con sus deseos de expresar la idea de «Milei o nada».
Por caso, el electo gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, había participado el miércoles de una reunión de mandatarios de Juntos por el Cambio que pretenden marcar agenda en los posicionamientos del espacio, y que ese día acordaron ser prescindentes en la disputa electoral de noviembre.
Ritondo contaba entre sus 40 firmas a la de los dos sanjuaninos que desde diciembre representarán al gobierno provincial en la Cámara baja, y también a algún santafesino que, en pos de la gobernabilidad del electo radical Maximiliano Pullaro, no se siente cómodo con el rol de ‘halcón’.
Por ahora la circulación del documento quedó en pausa y se acordó que cada diputado del PRO que se quiera expresar lo podrá hacer en forma individual, cuando y como quiera, afirmaron a Télam fuentes de la bancada republicana.
En sintonía, tampoco habrá documento institucional de «prescindencia», ya que la misma fue expresada por los órganos partidarios de espacios que integran la alianza, como la UCR y la Coalición Cívica, en tanto que los integrantes del PRO que sostienen la moderación no superarían los 15.
En el principal interbloque opositor de la Cámara apuntan a llegar así hasta el 19 de diciembre, cuando se sepa quien es el nuevo presidente de la Nación, y allí sí comenzar con los reacomodamientos que definan el escenario que tendrá la Cámara desde el 10 de diciembre.
En el Senado, en tanto, JxC queda en una posición más debilitada de la que exhibía hasta ahora, con solo 24 de las 33 bancas que tenía y pierde a una de sus principales espadas, Luis Naidenoff, que vio frustrada su reelección.
Los senadores del interbloque se reunieron el miércoles y decidieron mantener en una posición neutral de cara al balotaje entre el oficialista Sergio Massa y el libertario Javier Milei aunque remarcaron que mantendrán la unidad en el espacio, al menos en la Cámara alta.
El propio jefe del interbloque, el electo gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, trató de poner paños fríos a la posible ruptura de JxC a nivel nacional al sostener que la excandidata presidencial de su espacio, Patricia Bullrich, «está en su legítimo derecho» a tener la opinión que desee, al referirse a su apoyo a Milei en el balotaje.
En un comunicado al término de la reunión, los senadores se expidieron por mantener la unidad del espacio y no se expresaron públicamente por ninguno de los dos candidatos a la Presidencia.
Fuentes del interbloque que conduce el mendocino Alfredo Cornejo dijeron a Télam que la mayoría se inclina por mantener una postura neutral en torno a la segunda vuelta electoral, con excepción de Humberto Schiavoni, jefe del PRO en el Senado, aunque con final de mandato en diciembre.
El interbloque ratificó «su unidad y compromiso responsable frente a la agenda legislativa futura» y consideró que «la ciudadanía» los ha colocado «en el lugar de oposición» para «controlar a la presente y próxima gestión de gobierno».
La mayoría de las voces en el sector opositor del Senado se inclina por una postura más cercana a la adoptada por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de mantenerse neutral y no tomar partido en el balotaje.
«Si la sociedad nos dio un tercer lugar, no nos dio un primer lugar, por qué atribuirnos los votos como coalición. Todos vamos a ir a votar como ciudadanos», dijo Cornejo en diálogo con periodistas en el Senado al término de una reunión del interbloque de JxC donde se ratificó la unidad del espacio.