La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció hoy su decisión de postularse como presidenta del Partido Justicialista (PJ) en una extensa misiva en la que aseguró que está «dispuesta a debatir en unidad», y afirmó que «nunca» ocupó «un lugar sin tener la certeza de estar capacitada para la tarea encomendada». «Nunca he ocupado un lugar sin tener la certeza de estar capacitada para la tarea encomendada; sin miedo ni presiones. Quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad porque si algo tengo claro también, es que acá no sobra nadie», señala en uno de los párrafos más salientes de un documento que lleva por título «Carta abierta a los compañeros y compañeras peronistas, y a los argentinos que nunca lo fueron, también». No obstante, la expresidenta explicó que «la unidad, necesita dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes». La dirigente asegura que «desde muy joven» militó en el peronismo, pero aseguró que en la actualidad «nunca» vio «en la Argentina contemporánea y democrática», que el país «en general» y el movimiento político que integra «en particular, vivieran un momento como el actual». La exjefa de Estado reconoció «situación de pérdida de representación institucional inédita» que afronta el movimiento fundado por Juan Domingo Perón. «Así las cosas -dijo- hoy el peronismo sólo gobierna 5 de las 23 provincias argentinas y perdió la mayoría en la Cámara de Senadores. Más allá de eso, sigue siendo la fuerza con mayor cantidad de diputados y senadores nacionales y ello exige, por comprensión histórica y responsabilidad política, su propia reconstrucción abordando todos y cada una de las nuevas demandas sociales», sostuvo. En esa línea se propone, «enderezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó», una situación en la que se plantea «la necesidad de crear un ámbito de discusión y participación que hoy no existe y que su ausencia sólo genera confusión y vacío». «Debemos aceptar que nada está grabado en piedra y que todo debe ser repensado y discutido. En el documento del 6 de septiembre señalamos algunas cuestiones: modificación de las relaciones laborales y su impacto, nueva estatalidad para un nuevo Estado, reversión del déficit fiscal y cómo hacerlo, revisión y reforma de la educación pública, seguridad, modificaciones en la comunicación social», enumeró. La exmandataria ponderó como una señal positiva el triunfo que las agrupaciones estudiantiles kirchneristas obtuvieron en las elecciones que se realizaron el mes pasado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), y en especial en la Facultad de Arquitectura, donde el peronismo no ganaba desde 1973. «Debemos poner en marcha el segundo trasvasamiento, incorporando las nuevas generaciones en los secundarios, universidades, sindicatos, movimientos sociales y, desde ahí, recomponer la presencia en las barriadas populares junto a las iglesias, las sociedades de fomento, los clubes de barrio y todas aquellas instituciones organizadas desde la comunidad», subrayó.