La vicepresidenta Cristina Kirchner acusó a la derecha argentina de promover «la supresión del otro» por sus llamados a que «desaparezca el kirchnerismo», y advirtió que el FMI tiene «el timón de la economía» a raíz de la «deuda brutal» con el organismo.
Las declaraciones formaron parte de una entrevista que la vicepresidenta y titular del Senado le concedió al exmandatario ecuatoriano Rafael Correa en el marco de un ciclo de charlas, y que fue difundida hoy por el canal RT (Russia Today) en Español.
Al hablar sobre las derechas latinoamericanas y particularmente sobre la derecha argentina, la Vicepresidenta denunció que ese sector «proclama la supresión del otro» y la «eliminación del adversario».
«Acá querían que desapareciera el peronismo, como ahora quieren algunos que desaparezca el kirchnerismo», resaltó, en alusión a definiciones de campaña de la excandidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, entre otros dirigentes.
Sobre la dictadura cívico militar iniciada en 1976, la expresidenta remarcó la «virulencia» con la que se llevó a cabo en la Argentina en comparación con similares procesos en Latinoamérica y criticó a quienes se «ponen a discutir qué número (de desaparecidos) fue».
En diálogo con Correa, con quien comparte las denuncias sobre la acción del ‘lawfare’, ironizó que «los poderes judiciales en América Latina, de lo único que son independientes es de los reyes de España».
La Vicepresidenta, en el mismo sentido, planteó que en Latinoamérica en la actualidad «se sustituyeron los tanques militares por los jueces».
«Describen cosas que no existen en los medios de comunicación, escriben la sentencia en el sector judicial y condenan», describió al referirse al modo de operar del ‘lawfare’, o uso de los resortes judiciales para combatir al llamado ‘populismo’.
Después caracterizó la deuda tomada con el FMI durante el gobierno de Mauricio Macri como el «período de endeudamiento más vertiginoso» de la Argentina y aseguró que fue «superior al de la dictadura, por el escaso tiempo» en el que fue contraída.
Además, cuestionó al organismo de crédito por desembarcar otra vez en el país en 2018 «con el préstamo más alto de la historia de la humanidad».
Al ser consultada sobre la relación de la democracia con el desarrollo económico, diagnosticó que existe «una suerte ‘insatisfacción democrática’ en la sociedad, de repente hay una democracia que se traduce en un acto electoral pero luego no hay una democracia económica».
Y señaló que en Argentina, tras la «deuda brutal» con el FMI, ese organismo «ha tomado el timón de la economía».
«Entonces, no hay democracia en Argentina, porque en un gobierno democrático quien gobierna la economía del país es el Presidente que ha resultado electo en comicios libres y sin proscripciones», alertó.
Y continuó: «Cuando el FMI desembarca en un país el Presidente se limita a aprobar el programa financiero que fija el organismo, esta es la verdad de la milanesa. Con lo cual, la democracia económica, entendida como un proyecto económico que la gente valida en elecciones, no existe».
En ese contexto, marcó, la «gente comienza a enamorarse de ideas y de voces que poco tienen que ver con la democracia».