La ex presidenta y candidata a senadora nacional Cristina Kirchner afirmó hoy que Unidad Ciudadana «ganó en agosto y puede ganar en octubre», al relanzar su campaña para los comicios legislativos en un acto en el club Atenas de La Plata, desde donde invitó a toda la oposición y a sus votantes a «construir una mayoría amplia y positiva para ponerle un freno al Gobierno».
En un evento más peronizado que los anteriores actos que hizo en esta campaña electoral, Cristina Kirchner volvió al ruedo con un discurso extenso -del tipo de los que daba en sus años de presidenta-, acompañada por varios intendentes peronistas del conurbano y una militancia que le puso color a las tribunas, en las que también aparecieron afiches con la foto de Santiago Maldonado.
Con el acta del escrutinio definitivo de las primarias abiertas (Paso) bonaerense en la mano, la ex presidenta salió al escenario pasadas las 18 bajo el grito de «Cristina Senadora», y rápidamente aprovechó el marco para fustigar al Gobierno: «es la primera vez en la historia que el que ganó en el escrutinio provisorio, perdió en el escrutinio definitivo. Ganó Unidad Ciudadana y perdió el Gobierno».
En una de las particulares frases celebradas por los militantes, Cristina Kirchner remató: «Aquel 13 de agosto, el presidente (Mauricio Macri), la gobernadora bonaerense (María Eugenia Vidal) y el ex ministro de Educación (Esteban Bullrich) festejaron haber ganado las elecciones. Por eso, los argentinos hoy sentimos que nos quisieron vender gato por liebre, pero no fue gato, fue liebre».
Otro de los temas que incorporó Cristina Kirchner a su discurso de campaña fue la crítica al Gobierno por su «inmensa concentración de poder del Estado, junto al poder concentrado económico y mediático».
A la idea ya planteada por el kirchnerismo de que Unidad Ciudadana es el espacio opositor capaz de ponerle un freno al Gobierno en el aspecto económico, ahora la ex presidenta advirtió que «cuando uno siente que haga lo que haga, la tapa de los diarios va a decidir lo que quieren y no lo que pasó; cuando uno tiene la seguridad de que la televisión sólo va a repetir lo que digan los funcionarios y no lo que pasó, es malo».
«Pero no es malo -continuó- únicamente porque se engaña a la sociedad sino porque se genera un mareo de poder y de concentración que tal vez sea la causa de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, demostrar poder», interpretó.
Así Cristina Kirchner, quien se sacó fotos con el afiche que reclama la aparición con vida del joven artesano, se refirió al caso de Santiago Maldonado indicando que «demostrar que cualquiera que proteste lo van a meter preso, lo van a judicializar, no son palabras mías, son palabras de los propios funcionarios del Gobierno».
«Con la concentración de poder hay un deterioro de la democracia, hay una democracia en emergencia. Por eso creo que se ha sumado a ese límite del freno a la economía la necesidad de que el Gobierno garantice que los que se le oponen, los que no comparten lo que éste piensa, lo que éste dice, que el que movilice en la calle no es un enemigo que tiene derecho a manifestarse libremente como siempre lo hemos hecho», manifestó en un discurso, que se extendió durante más de 45 minutos.
Tras las críticas al Gobierno, Cristina Kirchner dedicó el final de su intervención a la oposición, al señalar que «todos hablaron de ponerle un límite (al Gobierno), entonces creo que la oposición tiene la obligación de acordar, una oposición que ponga límites en serio en temas de la importancia del trabajo, alimentación, tarifas, endeudamiento», sostuvo, haciendo un llamado a la «unidad de la oposición».
En ese sentido, le envió un mensaje a los dirigentes de los sectores de izquierda, al massismo y al randazzismo para «construir una convocatoria mayoritaria y amplia, muy positiva, pero advirtiéndole a la gente que los problemas que tenemos es el plan económico porque es inconsistente y no queremos que vuelva a pasar lo mismo».
Para el final hubo sorpresa: la concurrencia cantó la marcha peronista, mientras afuera del microestadio se producían algunas escaramuzas.