La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, encabezarán las listas que disputarán la jefatura nacional del Partido Justicialista (PJ) en unas elecciones internas que, en principio, se celebrarán el próximo 17 de noviembre, en el marco de una compulsa entre dos modelos de conducción para un peronismo que intenta recuperar el rumbo tras la derrota electoral que sufrió en las elecciones presidenciales del año pasado.
Por su parte, horas antes de que finalizara el plazo legal para la presentación de listas, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se manifestó en favor de la unidad con una apelación a «dejar de reproducir (las) metodologías y conductas que nos trajeron hasta acá, y vienen causando malos resultados», un pedido con el cual el mandatario bonaerense pretende quedarse al margen del «fuego cruzado» de una interna que puede escalar en el corto plazo.
«Primero la Patria» es la nómina que postula a la expresidenta, quien está secundada por cinco candidatos a vicepresidente: los senadores José Mayans y Lucía Corpacci, el diputado Germán Martínez, la intendenta de Moreno, Mariel Fernández; y el secretario general del gremio de Smata, Ricardo Pignanelli.
En la noche del sábado, Quintela inscribió su espacio bajo el nombre «Federales», y propuso como candidatos a vicepresidente del PJ a Magda Ayala (intendenta de la ciudad chaqueña Barranqueras), el exgobernador puntano Alberto Rodríguez Saá, la secretaria gremial de UPCN Capital Mariana Gadea, legislador tucumano Roque Álvarez y Alba Sánchez (intendenta de la ciudad salteña La Viña).
«Con mucha alegría y esperanza nos ponemos a disposición de los compañeros y compañeras del peronismo para estar al frente de un proceso que será largo y difícil pero que, sin dudas, marcará un nuevo inicio para nuestro partido», señaló el gobernador riojano en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, pocos minutos después de la medianoche.
Quintela agradeció a «todos los hombres y mujeres que con mucho coraje y patriotismo trabajaron, trabajan y trabajarán en la lista Federales, un grito de corazón para conducir el Partido Justicialista, con quienes compartimos, al igual que con todos los peronistas, el deseo y la necesidad de unirnos más que nunca y hacernos más fuertes. Las y los abrazo con el corazón».
De esta forma, se espera una interna que será disputada por un espacio que apunta a sostener al kirchnerismo tradicional –encabezado por Cristina Kirchner, que reúne a legisladores nacionales de peso y con una cuota de participación sindical– y otra agrupación que es sostenida por dirigentes del interior más algunas adhesiones del gremialismo tradicional como las 62 Organizaciones.
La expresidenta alcanzó 140.000 avales cuando se necesitan 60.000; mientras que Quintela consiguió el último respaldo de un PJ provincial en la última semana, a partir de la rúbrica del chaqueño Jorge Capitanich.
El viernes pasado en una reunión realizada en la sede del gremio de Smata, la expresidenta mostró su disgusto con la postura equidistante que Kicillof eligió exhibir en esta puja por la conducción del PJ.
“Los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más”, remarcó Cristina Kirchner en un claro mensaje para Kicillof, quien horas antes, en el acto que se celebró en Berisso por el Día de la Lealtad, había manifestado su decisión de «no participar en ninguna interna».
«Tengo la obligación de cuidar a compañeros de esa generación para que puedan fortalecerse y puedan ser alternativas para República Argentina», señaló Quintela en contraposición durante una entrevista radial, en la cual definió a Kicillof como «referente más claro» que el peronismo puede tener en este contexto.
El titular del Ejecutivo bonaerense ratificó ayer su postura en una carta titulada «Construir un escudo y una alternativa: para eso, unidad», que difundió por sus redes sociales, en la cual advirtió que no librará «una guerra interna», porque eso será «algo que la historia y el futuro no perdonarán».
En el documento, Kicillof también aseguró que no le interesa «disputar la interna del PJ ni directa ni indirectamente», en respuesta a las distintas versiones que expresaban un respaldo tácito del gobernador riojano Quintela, y añadió que no quiere ni puede «estimular peleas entre compañeros pero tampoco puedo convalidar el equivocado mecanismo de que cualquier diferencia o crítica desate el disciplinamiento».
La última vez que un bonaerense y un riojano se enfrentaron en una interna fue el 9 de julio de 1988, cuando Antonio Cafiero y Carlos Menem –gobernadores ambos de sus respectivas provincias– se midieron en unos comicios que concluyeron con la victoria del mandatario del norte del país, que un año más tarde asumiría la Presidencia de la Nación.
Sin embargo, nunca en la historia se definieron las autoridades a través de comicios, ya que la práctica habitual era definir una única lista de unidad y que sea proclamada en un congreso partidario, sin pasar por un acto eleccionario.
También, el partido con mayor cantidad de afiliados en Argentina (unos tres millones) vivió momentos de acefalía, interinatos e intervenciones judiciales.
Ahora, sin presidente por la renuncia de Alberto Fernández debido a las causas judiciales que enfrenta, el PJ busca su reordenamiento, renovación y nuevos liderazgos en el camino de volver al poder.