La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner llamó hoy a la dirigencia a «discutir en serio» con «propuestas y políticas» para el país de la pospandemia y consideró necesario «escuchar» a los responsables de la deuda con el FMI para analizar cómo resolver ese pago «sin someter al hambre y al escarnio una vez más al pueblo argentino».
«Lo bueno sería que entre todos, los que hoy tenemos la responsabilidad de abordar este problema por la representación que nos invistió la sociedad, pero fundamentalmente queremos escuchar a los que contrajeron (la deuda) para ver cómo hacemos para pagar esto sin someter al hambre y al escarnio una vez más al pueblo argentino, porque si vamos a discutir nimiedades mientras está sucediendo esto, no nos lo van a perdonar, pero no sólo a nosotros, sino a todos», reflexionó.
Cristina Fernández habló al encabezar junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, la entrega de 10.000 tablets a niños y niñas de sexto grado en el marco del plan Conectar Igualdad, en Lomas de Zamora.
La expresidenta, encargada de cerrar el acto, hizo un repaso de las políticas que tuvo su Gobierno y el de Néstor Kirchner, principalmente en materia de ayuda social y educativa, y que fueron desactivadas durante la administración de Mauricio Macri.
Esa desactivación hizo que la Argentina perdiera una «gran oportunidad» para su desarrollo, dijo y advirtió: «Hoy estamos en condiciones, los argentinos y argentinas, de poder sopesar las políticas que nos han dado resultado, más allá de la afinidad partidaria».
«Creo que en el 2015 éramos más felices, teníamos expectativas, no teníamos este endeudamiento feroz que constituye una restricción tremenda, sin precedentes», remarcó la expresidenta y aseguró que la Argentina «nunca tuvo este volumen de endeudamiento con un organismo como el FMI que, como todos saben, cuando hace acuerdos quiere condicionar las políticas públicas económicas de cada país».
«Debemos hacer todos un gran esfuerzo para encontrar una forma de abordaje y de discusión de nuestros problemas a partir de números y de cosas reales y concretas que han sucedido; cómo vamos a enfrentar el endeudamiento que tiene que pagar este Gobierno pese a que no lo contrajimos», subrayó.
Pidió tener «en claro que la política es representar intereses de las grandes mayorías nacionales» y pronosticó que el país va a «salir» de la pandemia de coronavirus y las dificultades que generó en el entramado social, sanitario y laboral.
«Los problemas que teníamos en el 2015 se multiplicaron y se agravaron hasta el infinito y se agregaron otros como el endeudamiento con el FMI, que le debemos 45 mil millones de dólares», insistió sobre la deuda tomada por la gestión de Mauricio Macri.
Fernández de Kirchner cuestionó a quienes «arman denuncias y crean climas» de una «Argentina de oportunidades perdidas» y reiteró que «cuando termine la pandemia» habrá que «hablar en serio».
Les recomendó a los opositores que dicen «sarasa» que «no crean que por difamar al otro se pueden ganar elecciones», en referencia a las campañas mediáticas que se propician en contra de las políticas del Gobierno nacional en el marco de la pandemia por coronavirus.
«Esta pandemia ha puesto al mundo patas para arriba, pero nosotros tenemos un problema doble porque la Argentina ya estaba patas para arriba, endeudados como nunca antes», dijo la vicepresidenta.
Advirtió que durante su mandato y el de Néstor Kirchner no se «tomaban préstamos para la timba financiera, pero sí para la inversión y para hacer obras públicas».
En ese marco, reivindicó el plan Conectar Igualdad, lanzado durante su administración, que se trató de «una verdadera revolución», ya que fue en algunos casos el primer acercamiento a una computadora de los alumnos y alumnas y de las familias en todo el país.
«Los derechos universales siempre dan resultado» dijo al mencionar el plan que distribuyó cinco millones de computadoras entregadas a docentes y alumnos, y que, luego, fue desmantelado casi por completo por el Gobierno de Cambiemos.
Tras realizar un trazado histórico de las políticas del peronismo y la falta de continuidad que tuvieron por los gobiernos que lo sucedieron, Cristina reivindicó la decisión del fallecido expresidente Juan Domingo Perón, quien estableció la gratuidad y acceso libre a la universidad pública.
Remarcó que esa orientación hacia el «derecho universal» también tiene méritos «utilitaristas», porque al «eliminar aranceles» el país puede tener «mucha más materia gris, que si fueran sólo 100 mil los elegidos» para acceder a estudios terciarios.