Sacerdotes de villas y barrios populares de distintos puntos del país manifestaron hoy su «gran preocupación por la actual situación social» provocada por el «aumento desmedido de precios», «el creciente desempleo» y «la precarización laboral», advirtieron por «la poca perspectiva de un Estado presente que cuide a los más débiles» y criticaron la existencia de «muchísimos dirigentes» por estar «lejos de lo que le pasa a la gente de a pie».
«Los curas de villas y barrios populares del país compartimos la gran preocupación por la actual situación social que impacta fuertemente en nuestras villas y barrios populares. El aumento desmedido de precios, la angustia por el creciente desempleo y la precarización laboral, la droga que sigue atrapando a muchos pibes y la poca perspectiva de un Estado presente que cuide a los más débiles, causan desesperación», indicaron los sacerdotes a través de un comunicado titulado «Levantarnos con esperanza».
El texto fue respaldado por más de cincuenta curas de distintas partes de Ciudad y provincia de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Córdoba, La Rioja, Santa Fe, Corrientes y Tucumán, entre los que se destaca la firma del padre Lorenzo «Toto» De Vedia, sacerdote de la Parroquia de los Milagros de Caacupé en la Villa 21-24, del barrio porteño de Barracas.
«Nos preocupa la atención de la emergencia alimentaria de hoy, mañana y el próximo mes, lo mismo que los precios de los medicamentos, los alquileres precarios en nuestros barrios, la garrafa y tantos aumentos sin freno, cosa que no sucede con los salarios y los ingresos», señaló el comunicado, en el que agregaron que «hace falta una fuerte política alimentaria y habitacional en estos tiempos, sobre todo en nuestros barrios que tienen una población mayoritariamente infantil».
Los sacerdotes también pidieron recuperar «la voluntad de diálogo en un marco de pensamientos diversos a la hora de buscar caminos de solución» y cuestionaron a «muchísimos dirigentes» por su actitud ante la situación del país.
«Seguimos viendo a muchísimos dirigentes de los diversos ámbitos lejos de lo que le pasa a la gente de a pie», apuntaron.
Los sacerdotes indicaron estar «abriendo varios comedores de emergencia que se suman a los ya existentes, porque para muchos es muy difícil el acceso al pan de cada día» y resaltaron que pretenden seguir «acompañando la vida de nuestros barrios, aportando a la organización de la comunidad y dialogando con quien sea para que juntos busquemos el bien común, siempre en el marco de nuestra tradición democrática, sin perder nunca la esperanza y la crítica sensata, sincera y responsable».
«Estos problemas llevan años de antigüedad y sólo se pueden mejorar con políticas de estado que busquen justicia, paz y concordia, en un clima de unidad y sensibilidad hacia los que quedan afuera en la mesa de la vida. Esto no se construye de un día para el otro», señalaron.
También repudiaron que «la principal respuesta» frente al «drama de la inseguridad» sea la baja de edad de imputabilidad, como pretenden desde distintos sectores políticos, y alertaron por el «fácil acceso a las armas» en los barrios donde predican y «la falta de vacantes en escuelas de sectores vulnerables».
«Sabiendo del drama de la inseguridad, repudiamos que, frente a los hechos delictivos de nuestros adolescentes, la principal respuesta sea la baja de edad en la imputabilidad», agregaron.