La Justicia en lo Civil y Comercial de La Plata resolvió que los muebles y vehículos en la vivienda donde el odontólogo Ricardo Barreda cometió el cuádruple femicidio en 1992 queden a disposición del Ministerio de las Mujeres de la provincia de Buenos Aires.
El Tribunal declaró el abandono de los bienes ubicados en el inmueble de calle 48 N° 809, entre 11 y 12, al no presentarse herederos que reclamaran su propiedad.
El Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense, que tomó posesión de la casa en 2021 tras su expropiación por parte del Estado provincial, ahora podrá disponer del mobiliario y los vehículos abandonados, entre ellos un DKW y un Ford Falcon verde. La decisión se adoptó ante la falta de interés de los herederos, quienes fueron notificados y no respondieron dentro del plazo legal.
El Estado bonaerense expropió la vivienda con el objetivo de destinarla a actividades vinculadas a políticas de género. No obstante, en el interior del inmueble quedaron muebles y objetos pertenecientes a la familia Barreda, lo que generó incertidumbre sobre su destino.
Para resolver la situación, la Justicia convocó a los herederos a manifestar interés sobre los bienes muebles. La falta de respuesta fue interpretada como una renuncia implícita a la propiedad, lo que permitió avanzar con la declaración de abandono.
La resolución judicial se fundamentó en lo establecido en el Código Civil y Comercial de la Nación, particularmente en el artículo 2.526, que prevé la declaración de abandono cuando no hay interés en la conservación de los bienes. También se citaron los artículos 3.417 y 3.418, referidos a la sucesión hereditaria y la transferencia de bienes a los herederos universales.
Un relevamiento realizado por la Escribanía General de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires en julio de 2022 dejó constancia formal de la existencia de los bienes en el inmueble, lo que permitió dar curso a la declaración de abandono.
Los derechos sucesorios en torno a los bienes de Barreda se vinculan al linaje de su suegra, Elena Arreche, dado que el odontólogo no dejó descendencia tras asesinar a sus hijas Cecilia y Adriana.
Mientras el Ministerio de Mujeres bonaerense queda habilitado para decidir el destino de los muebles y vehículos, continúa la disputa entre los herederos y el Estado provincial por la expropiación de la vivienda, ubicada en pleno centro de La Plata.
El 15 de noviembre de 1992, Barreda mató a escopetazos a su esposa, su suegra y dos hijas en una casona del centro de La Plata, hecho por el que en 1995 fue condenado a reclusión perpetua y en 2008 recuperó la libertad, volvió a estar en pareja y finalmente murió a los 84 años, solo y enfermo.
El odontólogo pasó a formar parte de la lista de los criminales más sangrientos de la historia argentina, cuando asesinó a su esposa Gladys McDonald (57), a su suegra Elena Arreche (86) y a sus dos hijas Adriana (24) y Cecilia (26) en su casona ubicada en las calles 48 entre 11 y 12 de la capital bonaerense.
Si bien primero negó la acusación del cuádruple asesinato e intentó hacer pasar el hecho como la consecuencia de un robo a su casa, finalmente confesó que las atacó con una escopeta Víctor Sarrasqueta, calibre 16,5 debido a «los maltratos que recibía de todas ellas», a que padecía de humillaciones constantes y a que le decían «conchita» y, en 1994, fue condenado a prisión perpetua.
Durante el juicio se supo que tras el cuádruple femicidio, el asesino se subió a su Ford Falcon verde, descartó el arma en Punta Lara, Ensenada, y fue a ver elefantes y jirafas al zoológico de La Plata porque ello «lo relajaba».
Luego, Barreda visitó la tumba de sus padres; tras lo cual se encontró con su amante, Hilda, cenó con ella en una pizzería y fueron a un hotel alojamiento.
En diciembre de 2015, el dentista recibió la libertad condicional, mientras que en mayo de 2016 se declaró «extinguida la pena» y se hicieron «cesar las accesorias legales impuestas». A partir de esta resolución, Barreda quedó en plena libertad y ya no tuvo que ser controlado por la Justicia.
Pero poco después se presentó solo en un hospital de la localidad de General Pacheco -con una identidad falsa y visiblemente desmejorado- donde permaneció internado durante 457 días debido a un cuadro de salud mental, según dijeron entonces los médicos que lo asistieron.
En julio de 2017 salió del centro asistencial y fue enviado a una pensión de General Pacheco, tras lo cual se mudó a San Martín, donde estuvo alojado varios meses en el Hospital Eva Perón.
Finalmente, el 10 de marzo de 2020 -pocos días antes de que Alberto Fernández decretara el aislamiento social, preventivo y obligatorio en medio de la pandemia- Barreda quedó internado en el geriátrico «Del Rosario», de José C. Paz, hasta que el 25 de mayo murió a los 84 años de un paro cardíaco.