El jefe de asesores del ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Enio García, señaló hoy el riesgo de abrir más actividades en el AMBA «porque circulará con más velocidad el virus», y eso generaría «el colapso en el sistema de salud», al tiempo que explicó que es normal un retraso en la carga de datos de decesos por coronavirus.
«Antes de sumar otras actividades para que la situación se acerque lo más posible a la normalidad, tenemos que empezar a bajar la curva porque sino, ahí si, no será un riesgo, sino que llegará el colapso» del sistema, dijo García en declaraciones a radio Classique.
El funcionario afirmó que uno de los indicadores que el Gobierno «mira constantemente» es la circulación de las personas.
«En el Conurbano ese indicador apunta a que tenemos cerca de un 60% de la población que está circulando y eso quiere que hay un 40% de personas que no volvieron a sus actividades, que están vinculadas a la educación o al empleo publico», explicó.
En esa línea, García dijo que «como todavía tenemos una base de casos muy alta, el riesgo a corto plazo es que empiece una mayor flexibilización y que ese 40% ingrese a la circulación normal y este expuesta al virus, y eso sería fatal».
En relación a la cantidad de casos, dijo que esta semana y la semana pasada «uno ve un como si fuera un electrocardiograma con picos y valles, cuando se aleja un poco ve que tuvimos un crecimiento muy fuerte y una cierta estabilidad en la curva, se comporta de manera similar a lo que se ve en la Ciudad de Buenos Aires desde hace un mes», detalló.
En ese punto, García dijo que no se sabe «por cuanto tiempo seguirá ese amesetamiento, y si después subirá de nuevo como pasó en la Ciudad, o si va a empezar a bajar. En esas proyecciones estamos trabajando para intentar entender hacia dónde va la curva», refirió.
Al ser consultado sobre la carga de las cifras sobre los fallecidos, el funcionario explicó: «Hay que entender como se registra la carga de esos datos, esto funciona así en todos los lugares del mundo. Los datos de mortalidad por lo general son los datos más confiables dentro del sistema, porque la persona que se muere tiene un registro si o si», aunque aclaró que hay demoras por «la complejidad para armar ese registro».
Y afirmó que el sistema de salud en general, trabaja con registros de mortalidad dos años después. «Es normal por la complejidad de este registro que haya un delay. En el coronavirus se adaptó el sistema de vigilancia porque no podemos esperar tanto tiempo para tener ese registro».
«Adaptamos el sistema para poder tener un registro de cómo viene la mortalidad de coronavirus, y, si estamos en agosto que estemos haciendo carga de junio o julio no es para nada un problema, al contrario, un registro que tardaba normalmente año y medio o dos, lo estamos haciendo ahora casi en tiempo real, con algunos atrasos», consideró.
Por último, García se refirió a la ocupación de camas y dijo que «cuando arrancó la gestión, en el sistema público teníamos cerca de 850 camas y hoy estamos en 1.900, muchos critican la cuarentena prematura, pero si no hubiéramos tenido tiempo para preparar el sistema hoy estaríamos más que colapsados».
«Tenemos un 45% de camas disponibles todavía gracias al tiempo que tuvimos para preparar el sistema de salud», concluyó el funcionario e informó que el porcentaje de pacientes internados con otras patologías bajó y ocupan cerca del 40% de las camas, mientras que los pacientes con Covid-19 representan el resto de las ocupadas.